🌑 Midnight 🌑 ✨ Jiyoo ✨

Perdón

Frente a mí estaban mis dos mejores amigas, sus ojos estaban llenos de terror y arrepentimiento, pero mis sentimientos me impidieron empatizar con los de ellas, mi enojo opacaba cualquier otra sensación externa a mí, incluyendo el lazo que nos une por el árbol. Debía verme patética, con mi metamorfosis y mis ojos a nada de estallar en llanto, pero ellas no lo veían de esa manera, probablemente solo me veían transformada y enojada. Siyeon coloreó sus ojos de un intenso rojo e intentó hablarme, probablemente usando su voz de alfa, hice caso omiso a lo que quería decirme y mis instintos me llevaron a abalanzarme contra mi mejor amiga, que también es físicamente mucho más fuerte que yo para mí fue buena idea en su momento

Recordar como mis garras perforaban y rasgaban su piel hoy en día me duele, pero en aquel momento no sentía ningún remordimiento, pero tampoco estaba bien lastimando a mi amiga. Los gritos de Bora resultaban inaudible para mí al igual los quejidos de Siyeon. En un momento sentí como todo se oscureció, todo mi al rededor se tiñó de negro excepto la chica debajo de mí, quien con un empujón logró apartarme y tirarme contra el piso, oí como su huesos crujían ella también se estaba transformando. Los únicos brillos en aquel lugar oscuro eran provinientes del color amarillo de mis ojos y del rojo de los de Siyeon. Ella había logrado levantarse, ahora estábamos ella y yo cara a cara, hace unos momentos me intentaba calmar con palabras, ahora estaba segura que ella no usaría palabras, sus gruñidos resonaban a través de la oscuridad y llegaban a mi aparato auditivo como una señal de peligro que decidía ignorar

Saltó sobre mí pero no logró hacerme caer, empezando un forcejeo entre ambas el cual estaba inclinado para ella, dando un empujón acabó el forcejeo y con sus garras me hizo una serie de cortadas en mi brazo derecho, no sólo me despedí de sangre en ese momento también debí decirle adiós a mi camiseta favorita. El ardor era indescriptible, podría decir que sería como si te enterraran un cuchillo ardiendo, pero puede que eso duela menos, mis gritos y gemidos de dolor se hicieron presentes acabando con los gruñidos de mi mejor amiga, quien paró su transformación para ayudarme inmediatamente, la mía había acabado desde que recibí el garrazo. Las heridas provocadas por un alfa duelen como el infierno y sin el tratamiento necesario jamás podrían ser curadas. Siyeon se hizo un pequeño corte y dejó caer su sangre sobre mi herida, aliviando levemente el dolor, aún así solo logró callar mis gritos pero no podía mover mi brazo por lo que decidió hacer uso de su reliquia y la mía en conjunto

Tomó mi collar y se quitó su brazalete colocando ambos en mi brazo, cerró los ojos y sentía como la herida en mi brazo sanaba lentamente hasta solo dejar una pequeña cicatriz que estaba segura desaparecería luego. Una vez curada me levanté y abracé a Siyeon con todas mis fuerzas, me arrepentía de haber actuado de aquella manera, me sentía traicionada pero no debí atacar a mi amiga y dejarle heridas graves en el pecho. Sus brazos rodearon mi espalda y sentía como su lágrimas caían sobre mi cuello

   — Yoohyeon, perdón por desconfiar de ti — los sollozos interrumpieron sus palabras, pero el significado me llegó. Aparté lentamente mi cuerpo del abrazo y fijé mi mirada en sus hermosos y llorosos ojos color carmesí, ella sonrió ante el contacto visual que manteníamos — Amo ver el amarillo en tus ojos, pero odio ver tus lágrimas

   — Singsing, no quería reaccionar así, pero me sentía muy traicionada — ella limpiaba las lágrimas de mi rostro con su dedo pulgar, se mantuvo callada, junto a ese silencio logré darme cuenta que mis sentimientos compartidos volvieron, logré sentir el arrepentimiento de Siyeon y su felicidad, que supuse era porque nos habíamos disculpado, en cambio Bora se sentía angustiada, miré a mi alrededor buscándola

No tardé en recordar que cuando empecé a pelear con Siyeon todo se volvió negro, como si estuviéramos en un lugar completamente distinto, un mundo donde solo existía mi mejor amiga