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— ¿Lo de la fiesta es cierto? ¿Qué tendré que hacer? ¿Qué hago aquí? —Cuestiona una vez el médico sale del consultorio a sabrá qué hacer afuera.
Chan sonríe.
— Me agrada que hayas tomado mi consejo sobre volverte un poco manso cuando estés frente a otros.— Sí, bueno, no quiero morir sintiéndome confundido. ¿Podrías responder mis preguntas?
— Tengo inmensas ganas de darte una negativa, sólo para mi diversión; pero no seré un zángano. Lo de la fiesta es cierto. Aún es un misterio para mí qué haces aquí, y comienza a irritarme, ¿Por qué nadie me dijo si se supone que soy un pilar importante aquí?
— Tus respuestas me generan más preguntas —Se queja en un suspiro cansado. Chan ríe.
— No es intencional.
— ¿Estás seguro? Porque me deja mis dudas eso de "sólo para mi diversión" —. Una carcajada auténtica sale de los labios del alfa. — ¿De qué trata la fiesta? ¿Por qué se supone que eres un pilar importante?
— Pues, ¿Qué celebración se aproxima?
— Navidad —.
Seungmin mira hacia la intravenosa en su mano izquierda, sintiéndose arrepentido por todas esas navidades anteriores que odió por la simplicidad de no recibir regalos. Ahora más que nunca daría lo que fuera por pasar las festividades en su cálido hogar junto a su familia.
— La fiesta es nada más y nada menos que eso, una fiesta para celebrar la navidad. ¿Me acompañarás?
— Sólo si me respondes lo del pilar.
— Antes de dar esa respuesta debo saber cuánto tiempo te quedarás. No puedo ir por ahí dando esa información.
— Bien. Me aterra darte una negativa ahora que tenemos un montón de drogas y jeringas alrededor con las cuáles puedes matarme, así que quizá sí vaya contigo a la fiesta.
— Pero, ¿Quieres ir? Me incómoda el llevarte contra tu voluntad.
— No quiero ser grosero, pero me tienes aquí en contra de mi voluntad, ¿Qué más da ir a una fiesta?
El omega pone los ojos en el alfa, y este desvía la mirada hacia la intravenosa. El consultorio queda en completo silencio. Hasta que horas después un alfa bajo y ruidoso entra.
— Se les dijo que no usarán esa dosis para ti. Les dije que eras demasiado delgado, pero su necedad con que eras lo suficientemente alto para aguantarlo. En fin, un gusto que no hayas muerto, vas a ser necesario en la mafia.
— ¿Mafia? —Cuestiona el omega sintiendo vértigo de nuevo.
— Sí, eh, esa información venía junto con la del pilar —Contesta Chan apenado y mirando de mala forma a Changbin.
Seungmin toca su pecho y echa su cabello hacia atrás repetidamente. Comienza a sentir un ola de ansiedad extenderse desde la parte baja de su espalda hacia cada una sus extremidades. Si bien sabía que no estaba en un buen lugar, nunca imaginó estar coludido con una mafia. Y de un día para otro, sin aviso previo.
Ambos alfas se mantienen expectantes al temeroso omega.
— Antes que comiences a llorar o lo que sea que hagan los omegas. Tu noviecito apostador tiene un mes para pagar su deuda —Explica Changbin.
— ¿Y qué si no paga? —Susurra Seungmin.
— Pues dejarás de ser sicario y pasarás a ser chapero. Disfruta tu mes siendo el victimario, porque me han contado que ser la víctima no es tan divertido —Bromea.
Seungmin sale de la camilla de golpe, alertando a ambos masculinos. Changbin corre a su lado para inmovilizarlo contra la pared y no pueda escapar. La intravenosa se desprende de su antebrazo, generando una línea de sangre que se desliza a lo largo de su brazo.
— ¡Es un error! ¡No puedo estar aquí! ¡No quiero estar aquí! —Grita Seungmin con todo el aire que almacenan sus pulmones.
Changbin al sentirse amenazado no se la piensa dos veces y saca el arma que siempre lleva encima por protección, para ponerla en la cabeza de Seungmin. El omega deja de gritar al instante, limitándose a llorar y enterrarse las uñas en las palmas.
— Hagamos un trato. Changbin baja el arma y tú dejas de gritar, ¿Bien?
El alfa le lanza una mirada molesta a Chan.
— No quisiera quitarte autoridad frente al nuevo pero...
— Entonces no lo hagas. Baja la jodida arma y déjalo. ¿O acaso estoy hablando en latín para que no se me entienda?
El alfa tensa la mandíbula, golpea a Seungmin contra la pared y se separa de él, guardando el arma. Mira mal a Chan una vez más y sale del consultorio con zancada grande y ruidosos pasos. Dejando en claro que está quemando en furia.
Seungmin se echa de rodillas al suelo, coloca sus manos cubriendo su rostro y se deja llorar con alaridos sonoros. Chan lo mira desde su lugar, preguntándose qué debería hacer.
— Necesitamos volver a ponerte la cánula para que te sientas mejor, ¿Podríamos hacerlo? —Pregunta con suavidad y casi en un susurro.
— No quiero hacerlo, Bang. No puedo vivir plenamente si estaré matando a alguien que tiene familia. A alguien que respira. Que tiene sueños, anhelos, deseos. No puedo sentirme bien.
— No matamos a cualquiera, Seungmin, matamos a quién lo merece.
El omega voltea hacia el alfa. Chan se sorprende al verlo con el rostro rojo y constipado.
— ¿Tú matas? ¿Por eso eres un pilar importante?
— No soy sicario, pero soy el jefe de esa área. Por favor, no le digas a nadie haya afuera quién soy, ¿Puedo confiar en ti?
Seungmin sonríe cínico.
— ¿Te da miedo que te asesinen por ser jefe, o por qué debo guardar voto de silencio? ¿No crees que los seres que vaya a asesinar sientan el mismo deseo que tú de vivir?— Ellos lo merecen, Seung...
— ¿Por qué? ¿Por matar a alguien? ¿Por secuestrar? ¡Tengo grandes noticias! Estás haciendo exactamente lo mismo.
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speed (chanmin/seungchan).
Fiksi PenggemarJeongin es un apostador compulsivo que comete un gran error con la mafia. Y Seungmin debe pagar las consecuencias. 《EN PAUSA HASTA NUEVO AVISO》