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Chan endurece el gesto.

— Bien, tú ganas. Merezco morir al igual que ellos. Cuídate la herida. Y prepárate para la fiesta de esta noche, Hyunjin te llevará algunos trajes —. El alfa deja un par de gasas a un lado del omega y sale sin mirar atrás.

Seungmin abre dos empaques y toma una a fin de limpiar la poca sangre seca en su brazo y el piso, toma la segunda para ponerla encima de la pequeña herida.

Sin vergüenza alguna se permite llorar mientras se maldice a sí mismo. Le parece increíblemente estúpido haber seguido su relación con Jeongin, aún cuando este vendió cuánta cosa de valor tenía para seguir apostando.

Al sentirse desprotegido, se dispone a regresar a su habitación. En cuánto comienza a caminar cae en cuenta que su pierna ha perdido la incómoda rigidez.

Al salir del consultorio observa a Chan recargado en la pared fuera de este. El alfa le echa un vistazo rápido y abre su brazo que le sirvió de ayuda al omega durante el camino de llegada. Seungmin posa su cintura en el espacio que el más bajo le ofrece.
Caminan en silencio hasta la habitación de Seungmin.

Una vez allí, Chan lo deja recostado en el mullido colchón.

— Mi pierna está mejor —Avisa, eliminando el orgullo que pesa sobre su pecho.

— Bueno saberlo —Responde rígido y frío.

Seungmin pone los ojos en blanco y suspira cansado. Odia sentirse obligado a pedir perdón cuando cree haber sido rudo con sus palabras y/o acciones.

— Todos hacemos cosas malas e incorrectas en nuestra vida, todo depende del ojo con el que se vea. Y el castigo depende de la moral de cada quién. Por favor, no tomes personal lo que dije en el consultorio.

Chan asiente, pero continúa distante.
— Estuvo bien, me agrada escuchar tu opinión. Y no te preocupes, no te mataré aún si tu opinión no me parece. Te veo esta noche.

— Espera —Grita cuando el alfa ya ha puesto un pie fuera de la recámara.
— ¿Podrías quedarte conmigo? Me siento más tranquilo si estoy acompañado.

— No. Haz más amigos y comienza a acostumbrarte a tu estadía aquí.

Sin más, Chan cierra la puerta tras él.

— ¡Que gran hijo de...! Te pido perdón y te largas —Susurra entredientes.

Observa a su alrededor encontrándose con vómito por todas partes. Cierra los ojos y recuesta su espalda en la cama, preguntándose cómo es que su vida pudo cambiar tan drásticamente. No quiere pensar de más y llegar a la conclusión que está secuestrado, pues su corazón brinca desagradablemente siempre que lo piensa.

La puerta se abre sin avisar, haciéndolo levantarse con suma rapidez. El pecoso rubio de antes lo mira con una ceja alzada y con mueca de asco.

— ¿Tú sacaste todo esto? ¡Dioses, apesta de una forma increíble! ¿Qué comiste antes de venir aquí?

— Creo que huevos cocidos.

Felix sonríe burlón.
— Era una pregunta retórica, cachorrito. Cómo sea, tengo órdenes de hacer lo necesario para que te luzcas en la fiesta de esta noche, así que ayúdame a ayudarte y no intentes escapar o cualquier tarugada que pienses hacer.

Felix no le agrada para nada, y esa sonrisa burlona lo ha sacado de sus cabales. Seungmin frunce los labios.

— No pensaba hacer mucho, en vista que aquí te asesinan por cualquier motivo —Critica en tono condescendiente.

El pecoso alza una ceja y lo mira de arriba hacia abajo.

— Bang me advirtió de ese tono de voz. Y ahora yo te advierto. Si no dejas ese tonito de lado, vamos a tener problemas.

— Bien.

Felix lo mira en espera de una disculpa, pero al no obtenerla pone los ojos en blanco y se apresura a su trabajo.

— Cómo sea. Ya que eres de una altura mayor a la mía, busca en la parte alta de tu ropero una caja de color naranja y dámela.

El omega entierra sus uñas en las palmas al tener que obedecer a Felix si quiere salir con vida. Se dirige al ropero de dos puertas, frente a su cama. No tiene problema alguno en encontrar la dichosa caja y entregarsela. Felix la abre dejando ver un montón de maquillaje mal acomodado, cosa que lo hace poner los ojos en blanco y criticar en sus adentros al anterior -muy descuidado- chapero.

— Toma asiento —Ordena el pecoso señalando la cama.

Seungmin camina hasta allí, con Felix pisándole los talones. Ambos cuidando de no pisar el deshecho del estómago del más alto. Ya encima del colchón, se sientan frente a frente.

Felix de su bolsillo delantero saca dos pedazos de prenda, una de subtonos cálidos y otra de subtonos fríos. Las cuáles siempre trae encima "por si acaso". Lleva ambas prendas al rostro del omega para verificar el subtono de su piel y poder hacerlo brillar y destacar en la fiesta.

La diversión de experimentar en el rostro del otro comienza para Felix. Pero para Seungmin empieza el estrés de no moverse y acatar cualquier orden con buena cara, a pesar que le duelan los párpados por los brochazos dados.

Una hora después de tortura para la piel del omega, los trajes llegan a manos de Hyunjin. Quién nada más entrar crítica el maquillaje tan llamativo hecho por el pecoso y el vómito seco en el suelo.

— Hubiese sido mejor que esperarás los trajes, para saber su color y textura. Imagina que alguno es demasiado formal y negro, pero él lleva ese maquillaje.

— ¡Ah, vamos! No es tan llamativo. Quise resaltar sus ojos de cachorrito.

— Si se me pide opinión, yo hubiese puesto un color más claro. Pero tú eres el jefe. Por algo eres el jefe y quién nos mantiene atractivos —Halaga con una sonrisa falsa.

Hyunjin deja los trajes a un lado de Seungmin. El omega agradece por lo bajo. Felix suspira, pone los ojos en blanco y le da la brocha de rubor a Hyunjin.

— Ayúdame. Tú sabes que le gusta a los masculinos allá afuera, yo me la paso en esta casa viendo que postre me vendrá bien comer.

Hyunjin sonríe ocultando el disgusto por lo que es su vida ahora.

— Esos tipos son tan asquerosos que no sueltan los matices de la juventud. Si sabes lo que quiero decir —.

Felix asiente. Seungmin frunce el ceño, ya no le gustó tanto el saber que será producto para masculinos, y otra oleada de incertidumbre lo embiste; sólo le queda confiar en la palabra de Chan que sólo se celebrará navidad. Por paz mental supone que no habrá nada ilegal.

— Bien. Me haré cargo, Lix, pero primero tengo que mandar a duchar a este omega. No quiero ser rudo, pero apestas. Hay jabones y toallas en el mueble encima del escusado, si necesitas algo más avísame.

Seungmin mira esperanzado a Hyunjin, pues le dará un descanso a su espalda y a sus párpados. Agradece con un ademán y camina con rapidez a la ducha.

speed (chanmin/seungchan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora