Capítulo 3: Decisiones Precipitadas

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Eso era imposible

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Eso era imposible.

Ignoré a todos y seguí el rastro de sangre, me llevaba directamente a la entrada trasera del refugio, pero al abrir la puerta solo habían dos huellas de zapatos llenas de sangre y luego nada.

La sangre se detenía de repente.

Yo lo vi, vi sus huellas en la tierra, vi el rastro de sangre hasta aquí, justo frente a mí habían dos marcas de zapatos. Él debió haber llegado. Él debería haber llegado. Simplemente, no tenía sentido.

«Él debió llegar… debería haber llegado ya».

Al salir, escuche a Erick dar la orden de comenzar a buscar en los alrededores. En su lógica, Óscar pudo haberse desmayado en alguna parte por la falta de sangre.

«Nada de esto tiene sentido, él llegó al refugio» pensé.

Me sentía en piloto automático, parecía estar en un trance. Analicé todo lo que pasó cuidadosamente; Óscar está herido, no puede llegar muy lejos en ese estado, debe estar cerca, ha estado desangrándose mucho, pero no hay algún otro rastro de sangre.

¿Habrá ido al refugio y tomado algo para detener la hemorragia?

Eso explicaría el por qué no está en casa con nosotros, también la ausencia de rastros y el por qué entró por la puerta trasera. De haber entrado por la puerta principal habría causado temor e irían a buscarme, trayendo a la cazadora directamente.

Mis pies dejaron de tocar el suelo, sentía que en cualquier momento me echaría a llorar de la desesperación. Me encontraba en alguna especie de caída libre y no había nadie que me atrapara. Tomar aire se hacía cada vez más difícil y con cada minuto que pasaba, más entendía que no era un sueño o una pesadilla, era la realidad.

Deambulé un rato hasta llegar al lugar donde vi a Óscar por última vez, cuando se abalanzó sobre ella y en consecuencia ella lo apuñaló. Luego de un rato, llegó el resto de las personas, estaba sentada en la orilla del río con lágrimas en mis ojos.
Un grito me alertó y regresé sobre mis pasos rápidamente.

Erick gritaba llamando a todos los miembros del refugio, había encontrado a Óscar y necesitaba ayuda.

Había muchas personas rodeando el lugar, así que comencé a apartar a la gente a los golpes… Me arrepentí inmediatamente al ver lo que todos rodeaban. Junto al árbol yacía un cuerpo carbonizado, solo una montaña de carne chamuscada y huesos con forma humanoide.

—Es… —Tenía un nudo en la garganta. Temía tener razón. No podía ser él.

—Es Oscar —dijo Érick con la voz imperturbable.

Entre Luces & SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora