𝘖𝘶𝘳 𝘛𝘳𝘦𝘢𝘴𝘶𝘳𝘦 || Drakey

００９

"Mikey y Draken tienen un hijo"

| ⁱⁿᵗʳᵒᵈᵘᶜᵗⁱᵒⁿ |

—¡Ken-chin, me duelen los pies! — Mikey lloriqueaba mientras se quitaba sus zapatos, y ahora se podía obtener una mejor visión de sus pies ligeramente hinchados. —¡Oh mierda! Huelen horrible.

Draken soltó un pequeño suspiro, caminó hasta el mueble más cercano y tomó el frasco de crema entre sus manos, luego lo esparció lentamente por los pies de Manjiro. Este de vez en cuando soltaba pequeñas risas a causa de las cosquillas que le provocaban las manos de Ken.

—Listo mocoso, hora de acostarse. — Cuando terminó su labor, Ryugūji agarró a Mikey por debajo de sus muslos y lo dejó delicadamente en la cama. Puso varias almohadas en la parte de atrás y apoyó a su novio en ellas. — Si necesitas algo dime, estaré abajo ordenando la cocina. — Manjiro asintió y Ken le dejó un pequeño beso en la frente, para luego salir de la habitación.

Mikey estaba felíz. Una de las cosas buenas de estar embarazado era que tenía toda la atención de su alfa centrada en él, y solo en él.

Exactamente, Ken Ryugūji y Manjiro Sano estaban esperando un hijo.

Y Draken tendrá que sobrevivir estos nueve meses.

...

| ᵃ ᵇᵃᵈ ᵗʰⁱⁿᵍ  |

Una de las cosas que más odia Mikey sobre estar embarazado, era no poder dormir bien. Siempre debía dormir sentado ya que si se colocaba en otra posición, no podía respirar. Su estómago ya tenía un tamaño considerablemente grande y ese era un gran problema para él.

Como no podía reconciliar el sueño, Manjiro decidió molestar un poco a su novio. Si el no podía dormir, Draken tampoco lo hará. Los dos caerán en el mismo bote.

—Ken-chin.— Mikey tocaba con su dedo índice la mejilla de Ken para que despierte. Pero no sucedía nada. El Sano infló sus mejillas en señal de molestia, no se rendiría tan fácilmente. Empezó a sacudir el cuerpo a su lado más fuerte mientras llenaba la habitación de puros "Ken-chin".

Estaba sorprendido, Draken siempre era de sueño ligero, pero ahora parece todo lo contrario.

—Voy a matarte si no despiertas. — Esta era última oportunidad para que Draken despierte.

Mikey se sintió ofendido y preocupado cuando no escuchó respuesta alguna, sin embargo, se levantó de la cama con rapidez y fue al baño. Estuvo allí por menos de un minuto y luego salió con un balde de agua.

— Tu te lo buscaste, Ken-chin. — Sin más, volteó todo el contenido que tenía el balde hacia Draken. El cual se levantó algo exaltado.

—¡Que demonios! — Ken tenía todo su cuerpo mojado, contando además las sabanas y el colchón.