Capítulo 23

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Anthony

Cuando me desperté al día siguiente Alice todavía estaba dormida, me dedique a observarla dormir, 10 minutos después Alice ya se estaba despertando, abrió un poco los ojos y al verme sonrió, volvió a cerrar los ojos pero de un momento a otro se levantó de la cama asustada.

-¿Te lastime?- pregunto asustada en lugar de contestar sólo empecé a reír porque de verdad la cara de espanto que tenía Alice estaba para foto- ¿Qué te da gracia?- coloco las manos en su cintura

-Es que pusiste una cara muy graciosa, mi amor.- explique tratando de controlar mi risa para no hacerla enojar

-¿Por qué no me despertaste?

-Quería que durmieras, porque me dijeron que no habías dormido en varias noches por cuidarme.- respondí con algo de reproche

-Pude haberte lastimado, Anthony.

-No me lastimaste.

-Te hice dormir incómodo.

-Para nada, al contrario dormí mejor que nunca teniéndote a mi lado y la verdad me gustaría despertar siempre así.- vi cómo se le tiñeron de rojo las mejillas

Alice iba a contestar pero la puerta de la habitación se abrió y entro una enfermera, la cual comenzó a checarme.

-Deja de mirarlo así que podría ser tu hijo, estúpida.- ordeno Alice mirando molesta a la enfermera

Al terminar de revisarme la enfermera salió de la habitación indignada.

-Zorra.- susurro Alice mirando molesta hacia la puerta

-¿Celosa, mi amor?- pregunte con una sonrisa

-No me provoques.- amenazo sentándose en el sillón de la habitación

-No tienes por qué estar celosa, vanilla, tú eres más bonita que ella y tú eres mi novia. – dije tratando de calmar la molestia de Alice

-¿Y cuándo me pediste ser tu novia?

-No lo creí necesario.- respondí confundido

-¿Y quién le dijo a usted que yo quiero ser su novia joven Jackson?- pregunto sonriendo

-Nadie me lo dijo, señorita Evans, usted me lo demostró con sus palabras y sus besos pero aún así le pregunto ¿Me acepta como tu novio?

-Si, siempre sí

-Te amo, Alice.

-También te amo, Anthony.

La puerta de la habitación se volvió abrir pero en esta ocasión se trataba del doctor Mathenson.

Mis padres llegaron a las 10:00 de la mañana, Alice aprovecho y se fue a cambiar a su casa, el doctor Mathenson nos había avisado que lo más probable era que el día de hoy me dieran de alta.

-Ya me quiero ir.- dije por décima vez estaba harto de estar acostado

-Te avisaron que hasta las 2:00 te puedes ir.- dijo mi madre sacando de una mochila la ropa que me habían traído para cambiarme

-Vamos, hermano, sólo falta una hora.- hablo Bruno tratando de animarme

-¡Tanto!- grite tomando la ropa para entrar al baño

-No exageres, Anthony.- dijo Nicolás sonriendo

La hora que quedaba para que saliera se me hizo eterna, cuando el doctor me dio el papel del alta del hospital tome mis cosas y salí rápidamente de ese lugar, al llegar al estacionamiento espere a los demás al lado del carro, una vez que llegaron mi madre se acerco a mi y me dio un golpe en el hombro.

-No puedes correr, Anthony.-

-Perdón, mamá.- me disculpé al ver su gesto preocupado

Todos nos subimos al carro de mi padre y nos dirigimos a casa, cuando llegamos fui el primero en bajar, camine hacia la casa y el grito que me recibió al abrir la puerta me sorprendió.

-¡Sorpresa!- en el recibidor se encontraban todos mis amigos, los padres y tío de Alice, sonreí al saber que esto se trataba de una idea de mi rubia

Todos se acercaron a abrazarme pero en ningún momento vi a Alice, así que comencé a buscarla con la mirada la estancia

-¿Buscas a mi hija?- preguntaron a mis espaldas y al girarme quedé frente al padre de Alice

-Si.

-No ha llegado, tenía cosas que hacer.

-Ya veo, gracias por avisarme.

-No hay problema.- dijo con una sonrisa- ¿Así que salvaste a mi hija?

-Si, señor.

-¿Y la amas?

-Sí

-Sabes contestar otra cosa que sea sí.

-Sí.- conteste y creo que vi asomarse una sonrisa del señor Evans

-Lo lamento, me encuentro algo nervioso

-Solo te voy a pedir que cuides de mi niña, no vayas hacer que se apague el brillo de sus ojos.- dijo dándome palmadas en mi espalda

-Jamás haría eso, señor.

-Más te vale, Alice es la luz de toda mi familia, además tengo años sin practicar mi puntería.- sonreí al entender perfectamente la amenaza

-No tiene de que preocuparse, ella también es mi luz.

-Mi hija eligió bien.- dijo y se fue

De un momento a otro me taparon los ojos.

-¿Quién soy?

-El amor de mi vida.- dije y me destapo los ojos

-¿Desde cuando el gran Anthony Jackson es cursi?- preguntó Alice con una sonrisa de lado, la agarre de la cintura y ella coloco sus brazos alrededor de mi cuello

-Desde que tú llegaste a mi vida soy un maldito cursi.- me queje haciéndola reír

-Ahora yo tengo la culpa

-Pues sí.- dije sonriendo

-Te tengo un regalo, date la vuelta.- hice lo que me pidió y sentí como me ponía en el cuello- Listo

Agarre lo que me puso y era una cadena de plata con la mitad de un corazón que tenia grabado con letras cursivas "siempre", voltee a ver a Alice y hasta ese momento vi que ella tenia la misma cadena solo que con la otra mitad del corazón en su cuello, agarre el collar de Alice y el de ella tenia grabado "juntos" .

-De esta manera siempre recordaras que tienes la mitad de mi corazón.- me dijo y se mordió el labio con nerviosismo- ¿Te gusta?

-Me encanta.- dije para después besarla

-Aww...que lindos se ven.- dijo mi madre haciendo que Alice y yo nos separáramos

Alice y yo volteamos a ver a mi madre y nos dimos cuenta que todo mundo nos estaba viendo, Alice escondió su cara en mi cuello logre verla de reojo y estaba roja como un tomate.

-Beso, beso.- dijo Selene y después todos empezaron a gritas lo mismo

-Que dices, vanilla, les damos lo que piden.- susurré en su oído

-Me da pena.- dijo sacando la cara de mi cuello

-Piensa que sólo estamos tú y yo.- propuse mientras me iba acercando a sus labio

Cuando nos separamos deje un beso en su frente, note que tanto Max como los padres de Alice se acercaban a nosotros

-Bienvenido a la familia.- dijo la madre de Alice abrazándome con una sonrisa

Voltee a ver a Alice y ella les estaba sonriendo a mi padre y a mi madre, cuando sintió que la miraba volteo a verme.

-Nunca me dejes.- pedí cuando volvimos a estar solos

-Jamás.- dijo y ahora fue ella la que me beso.

Apuesta de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora