Capítulo 11

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Alice

Desperté al sentir una corriente de aire, estire mi brazo para poder tocar a Anthony pero al no sentir a nadie gire la cabeza.

-Anthony.- llame pero al no haber respuesta supuse que estaría abajo, me estire en la cama y al instante me arrepentí al sentir un dolor atravesarme de mi abdomen bajo a mi zona intima

Una sonrisa se instalo en mi cara al recordar los eventos de la madrugada, no me arrepentía de nada, tal vez Anthony no me había dicho te quiero con palabras, pero cada gesto y caricia que me brindaba me lo decía y si, sé que a veces se necesitaba que te dijeran lo que sentían por ti, pero la mayoría de las ocasiones las acciones también te comunican el sentir de las personas, no lo presionaría para decirme sus sentimientos porque me los comunicaba de otra manera.

El sonido de la puerta abriéndose me hizo salir de mis pensamientos y mirar hacia esa dirección, mi sonrisa creció al ver a Anthony solo con un bóxer y una bandeja en las manos.

-Buenos días, cariño. - saludo dejando la bandeja en la mesa de aun lado de la cama para luego inclinarse y dejar un beso en mis labios

-Buenos días. - respondí atrayéndolo para darle otro beso

-Te traje el desayuno. - dijo acariciando mi mejilla, mire hacia la bandeja la cual contenía huevos revueltos con jamos, rebanadas de pan tostado y café con leche

-Gracias, pero quiero bañarme antes de desayunar.

-Esta bien. – se alejo unos pasos para que pudiera salir de la cama- ¿te duele? – pregunto preocupado cuando hice una mueca al sentarme en la orilla de la cama

-Es mas una molestia, como cuando haces mucho ejercicio, así se sienten mis músculos. – explique mientras me ponía de pie, pero al no obtener respuesta por parte de Anthony lo mire, el pelinegro no dejaba de mirar la desnudez de mi cuerpo

Me sonrojé por la mirada tan intensa que me dedicaba, pero no hice amago de cubrirme, sería muy absurdo hacerlo cuando hasta hace unas horas él había estado lamiendo, tocando, chupando mi cuerpo e incluso estado dentro del mismo.

-Cuando quieras puedo ser tu cardio. – dijo sin apartar la mirada de mí, el deseo era más que notorio en su mirada

Mordí mi labio y caminé hacia el baño, me detuve en la puerta para mirarlo por encima de mi hombro.

-Dicen que el ejercicio por la mañana es mejor, porque te energía para todo el día. – dije antes de cerrar la puerta del baño y meterme a la regadera.

El sentir el agua tibia en mis músculos adoloridos se sintió de maravilla levanté la cara para que el agua cayera en mi rostro, di un pequeño brinco cuando sentí las manos de Anthony en mi cintura, no había escuchado en qué momento abrió la puerta, pase mis manos por mi rostro para quitar el exceso de agua

-Comprobemos si lo que dicen es cierto. – susurro en mi oído y mordió el lóbulo de mi oreja- manos en la pared y abre las piernas – sin chistar hice lo que ordeno y levante un poco el trasero para provocarlo

Jadee al sentir la palma de su mano estrellarse con fuerza en mi nalga para luego acariciarla, lo mire por encima de mi hombro al sentir sus labios en mi espalda, sus iris azules chocaron con los grises míos.

- ¿Sabes lo caliente que te ves justo ahora? - pregunto con la voz enronquecida pegándose más a mi espalda, pasé saliva al sentir su excitación pegada a mis nalgas, me contuve de apretar las piernas cuando recordé el como fue sentirlo en mi interior - No. – regaño cuando cerré los ojos al sentir su mano entre mis piernas abriendo los labios de mi vulva para llegar hasta mi clítoris, el cual no tardo recibir las atenciones de Anthony

Apuesta de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora