26.

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Nadie dijo que fuera fácil y que fuera a ser rápido, pero todo el tiempo que no he pasado a su lado ha pasado factura a mi corazón.

He sufrido sin él, he sufrido por él, pero más he sufrido por no haberle podido proteger.

No quiero pensar en todo lo que hemos tenido que pasar para llegar hasta él, papá, el abuelo y yo estamos agotados.

Pero al fin, todo está en su sitio y por el momento la calma ha vuelto al Inframundo y sobre todo a mi corazón.

Ya no falta mucho para que los bebés nazcan, siento que los he descuidado, en mi búsqueda incansable, apenas si me he cuidado, solo he tomado unas vitaminas prenatales que me mandó mamá.

Tampoco he ido al doctor, nadie me ha revisado, no he tenido tiempo y por eso me siento muy culpable. Yo los amo con toda mi vida.

Solo se que son dos y porque la lámpade fue la que me lo dijo.

Rezo al Dios de papá, a la diosa Luna del Abuelo y a todos los dioses que existan en cada uno de los diferentes planos existenciales.

Necesito que mis bebés estén sanos! Mi vientre ya está muy abultado no debería faltar más de un mes para su nacimiento, pero soy alguien especial.

Soy única en mi expecie, no existe nadie más igual a mi. Por lo tanto nadie puede saber cuánto tiempo dura un embarazo.

Lo único que puedo pensar es que será corto como lo son en las mujeres lobo.

Azrael está mejor, aún no le he dado ninguna explicación de lo sucedido, ya lo haré cuando todo esté tranquilo por lo menos en esa parte que a mí me falta.

Volvemos a casa, papá y el abuelo se han empeñado en volver con nosotros, papá también está muy protector, no quiere que volvamos del modo convencional.

Creara un portal, para que yo no tenga que hacer ningún esfuerzo. Dejo a cargo del Inframundo al padre de Azrael. Creo que se ha ganado mi confianza sobradamente.

Aún así papá ha insistido en que se pasará de vez en cuando para ver qué no hay problemas ni insubordinaciones.

La verdad es que estoy deseando llegar, abrazar a la abuela y a mamá, ver a mis tíos y primos. En fin necesito tener a toda mi familia a mi lado.

Una lágrima recorre mi mejilla, ni aunque vuelva una y mil veces, estaremos todos. Si tan solo mi hermano recapacitara, pidiera perdón..

- Quizás algún dia. Dice papá.

- Papá! Sabes que es de mala educación meterse en los pensamientos de otros. Digo en tono de regañó.

Papá me da una palmada sobre el hombro y comienza a reír.

Es hora de volver, necesito estar bajo el sol, respirar aire fresco y sobre todo volver a mi lugar especial.

Solo quiero y deseo que mis hijos lleguen al mundo en un lugar lleno de amor, no quiero que lleguen al mundo aquí.

Este lugar lleno de dolor, maldad y cosas malas, es lo que menos necesitan unos niños.

**

Nunca imaginé que pudieran sorprenderme! Pero de veras que si lo hicieron. Cuando llegamos teníamos una fiesta preparada, toda la gente a la que amo estaba presente, bueno casi toda, solo faltaba él.

También estaban las madres de Azrael y sus hermanos, ellos también merecían un reencuentro, ellos también aman a mi compañero y se que lo han pasado mal durante su secuestro.

Pero si creía que está era la única sorpresa que me tenían preparada, no sabía lo equivocada que andaba.

Mi abuelo me entrego una cajita, dentro de la cajita había un juego de llaves.

Yo lo miraba sorprendido, en ese momento no comprendía nada, hasta que el se acercó a mi oído y me dijo:

- Son las llaves de la casa de tus sueños, los hermanos de Azrael la han construido, tú madre y tu abuela la han decorado.

- Pero dónde está?

El abuelo no me contesta, simplemente se aleja riendo al lado de mi abuela.

Una idea pasa por mi mente! Cojo a Azrael de la mano, me despido de todos y salgo de la fiesta.

- A dónde vamos? Pregunta Azrael confundido.

- Vamos a nuestra casa y si no me equivoco ya sé dónde se encuentra. Digo sonriendo.

Efectivamente llegó a mi lugar especial, delante de mis ojos se encuentra una casa, ni grande ni pequeña, el tamaño es perfecto.

Estoy emocionada, apretó fuerte la mano de Azrael y me dirijo junto a él al interior de nuestra casa.

Que raro suena eso de "nuestra" pero si es nuestra. Todo es tan bonito! Creo que sí fuera feo también me encantaría porque se que lo han hecho con todo su corazón.

- Heba ven, esto no lo has visto aún?
Dice Azrael.

- Me acerco hasta su posición, este abre una puerta y me indica que pase.

Doy un grito nada más entrar, pero es de felicidad. Dentro de la habitación hay dos cunas una rosa y una azul, hay ropita y muchas pero muchas más cosas para los bebés.

Pero como saben ellos que van a ser una niña y un niño? Quizás papá sepa más de lo que dice...

- Azrael, corre ven, date prisa?

El obedece de inmediato, su cara es todo un poema, está asustado..

Cojo una de sus manos y la situó en mi vientre. Quiero que sienta como me patean sus bebés.

El da un pequeño respingo al notar el movimiento, levanta su cabeza de mi vientre y posa su mirada sobre mis ojos.

Una mirada empañada por las lágrimas, acerca sus labios y los funde con los míos.

Había olvidado lo que era sentir el calor recorrer mi cuerpo, mi piel lo anhela, mi cuerpo pide el suyo a gritos. Pero no soy la única que lo desea.

- Heba tu crees.. crees que podemos?

Yo asiento con la cabeza.

- Pero y si.. y si los daño. Dice preocupado.

- No te preocupes ellos estarán bien, solo que tenemos que ser un poquito menos fogosos. Además mis soles van a dormir un ratito, mientras papi y mami se procesan amor. Digo sonriendo y acariciando mi vientre.

Heba "Entre dos mundos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora