Heba "Entre dos mundos"

Extra 6.

Atalia

Ser la pequeña de una familia como la mía, tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas.

El exceso de protección es lo que más cuesta llevar. La atención no! Me gusta que me tengan en cuenta y que me mimen.

Tengo dos hermanos, un hermano y una hermana, somos algo así como un milagro, porque somos trillizos.

Soy especial, todos en mi familia lo somos, no somos seres humanos normales, más bien somos seres sobrenaturales.

Mi hermano es un demonio, el es mi alma gemela, me complementa, somos contrarios y eso me acerca más a él, ya que yo soy un ángel.

Mi hermana es una mujer loba, la quiero con toda mi alma, pero no existe esa conexión que tengo con Elian.

Ahora Elian no está, nuestros caminos se han separado por primera vez en nuestros dieciocho años, no vamos a vernos todos los días. Lo voy a echar tanto de menos. Pero nos hicimos un tatuaje para no olvidarnos jamás y llevarnos siempre al uno con el otro.

Desde que se fue Elian apenas si he visto a Teresa y eso que no hace ni un día de su partida. Que sola me siento.

Yo también voy a estudiar, mi sueño siempre ha sido ser científica, quiero estudiar genética. Aunque mi familia ha estado de acuerdo en dejarme perseguir mi sueño.

Me ven débil y vulnerable, puedo estudiar pero el abuelo se encargará de llevarme todos los días y traerme de vuelta. Por nada del mundo permitirían que estuviera sola y lejos en la otra punta del país.

Si tan solo me enseñará a mí lo que hace el no seria una carga para nadie..
Algún día espero que me enseñe a dominar y controlar mis dones.

En fin es lo que hay!

Ya estoy preparada, hoy es mi primer día, tengo que coger los horarios de todas las clases y familiarizarme con este nuevo lugar.

- Abuelo, cuando me enseñarás a usar la traslación. Digo a mi abuelo mientras le pongo ojitos.

- Atalia sabes que conmigo no suerten efecto tus peticiones.

- Tenía que intentarlo, pero recuerda en el algún momento me tendrás que entrenar. Ya soy mayor. Digo manteniéndome firme en mi decisión.

- Algún día, algún día, tu lo has dicho. Ah por cierto a tu madre y a tu abuela no les va a gustar lo de el tatuaje.

Pero como lo sabe? Si no se puede ver! voy demasiado tapada para mí gusto. Es demasiado listo para mí, además se guarda muchos ases bajo la manga.

La mañana ha pasado tan deprisa, hay tanto que quiero hacer, que quiero ver, me dirijo hacia la cafetería. Es hora del almuerzo.

Después me quedan dos clases más y vendrá el abuelo a recogerme, me siento patética con dieciocho años y carabina.

No hay ni un solo lugar en toda la cafetería a excepción de una silla, me dirijo hacia allí, es una mesa para dos, pero si su ocupante no desea compartir el sitio, tendre que salir fuera o comer de pie.

- Perdona, está ocupado. Pregunto a su espalda.

- Si, marcharé. Dice con voz desagradable.

- Puedes sentarte aquí, mi compañero ya se marcha. Dice un chico castaño sentado en la mesa que hay a mi derecha.

- Gracias, soy Atalia este es mi primer año y mi primer día aquí. Digo intentando ser amable.

- Encantado yo soy Marcus, yo llevo aquí tres años. Se diría que ya conozco el lugar. Sabes que tienes un nombre...

- Raro, no digas más.

- No, no era eso a lo que me refería, es diferente y especial como tú. Dice sonríendo.

Le doy un empujón con mi codo a mi bolso, este vacía todo su contenido en el suelo. Marcus se levanta y me ayuda a recogerlo, no se el momento exacto en el que nuestras manos se tocan.

Una descarga recorre mi cuerpo, nunca antes me había pasado y si está es la señal? Y si es mi compañero? En estos momentos siento envidia de Teresa, ella al menos puede distinguir su aroma.

El también parece haber reaccionado a mi contacto, pero hay un problema, el es un ser humano normal? Y yo.. yo soy de todo menos normal.

Cómo voy a hacer para que acepte lo que soy? va a pensar que estoy loca.

Y ese no es el mayor de mis problemas, mi madre es la reina del Inframundo, mi abuelo es un ángel, mi hermano un demonio al igual que mi padre y todos los demás son hombres o mujeres lobo!

- Bueno señorita Atalia, ya está todo recogido. Dice entregándome el bolso.- Es hora de que me marché, me están esperando..

- Gracias... No hagas esperar a tu novia.

Porque he dicho eso? ni siquiera lo he pensado, ahora va a pensar que soy idiota o más bien una entrometida. Tierra trágame.

- No tengo novia, me esperan en clase, es más llego tarde. Nos vemos por el campus. Dice y sale corriendo.

Miró mi horario, mi cara cambia de color automáticamente, tengo una clase en la otra punta del campus y solo tengo cinco minutos.

Voy a llegar tarde! Jolín porque no querrá el abuelo enseñarme la traslación.

Llegó a la puerta, paso a la clase ya están todos sentados, no veo ningún sitio libre.

El profesor está escribiendo algo en la pizarra.

- Señorita, no tolero la falta de puntualidad, por ser el primer día no la amonestare. Tiene un asiento junto a mi mesa. Así podrá ver a toda la clase.

Esa voz me suena, pero no tengo tiempo ni ganas de meterme en más problemas. Ya tengo bastante, llego tarde, me deja en evidencia, voy a ser el hazmerreír de toda la clase.

Tomo asiento y sacó el libro de biología celular. También saco la libreta y un bolígrafo para tomar apuntes.

El profesor se vuelve, pero no me doy cuenta hasta que lo escucho hablar de nuevo.

- Soy Marcus Brooks, seré su profesor de Biología celular durante este curso...

Esto es una broma del destino, no puede estar pasando de verdad, mi compañero además de ser humano, es mi profesor.

Siento que mi vida acaba de complicarse un montón.

Ahora sí la Historia de Heba se ha acabado. Espero y deseo que la hayáis disfrutado, tanto como yo lo he hecho escribiéndola.

Y que deciros más que esto empezó con un libro y se ha convertido en una trilogía y por vuestros comentarios parece ser que se va a convertir en una Saga...

PD: No se cuando empezaré la siguiente novela, pero cuál os gustaría que fuera la primera:
Elian, Teresa o Atalia.

Tendré vuestros comentarios en cuenta. 💋💋