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Recorría los pasillos con hierbas, de lo que es la academia Saishu, me notaba decaída, ¿Cómo no estarlo?, mis compañeros murieron, incluso, mi mejores amigos, Rantaro, Kirumi, Tenko, y Gonta.
Lloraba en mi habitación, o la habitación que Monokuma había seleccionado para mi, tres golpes a mi puerta escucho, para rápidamente secar los rastros de lágrimas, aunque mis ojos rojos me delaten.
-¿Quién es?-murmure lo suficientemente alto.
-Soy Shuichi-habló dulcemente-te traje unas cosas, para intentar animarte.
-No es necesario, no te preocupes por mi-intente sonar calmada, el solo bufó, volvió a insistir tocando la puerta.
-A Gonta le hubiera gustado verte alegre-comentó melodiosamente, lágrimas volvieron a brotar de mi ojos-(En el clavo) ¿Puedo pasar?
-De acuerdo-solloce para abrirle la puerta, sentí sus brazos rodear mi cuerpo, llore en su hombro-Los extraño, ¡Extraño a Rantaro, a Kirumi, a Tenko, y a Gonta! ¡Gonta no fue culpable de Miu! Kokichi murió, eso me alegra en parte.
-Lo se, yo también los extraño-dulces mentiras salían de su boca, acariciaba mi espalda-Te prometo que, saldremos de aquí con vida, yo te cuidare.
-Shuichi, no mueras, no soportare tu muerte-lo abrace más fuerte, cosa que lo sorprendió, pero no dudo en corresponder mi abrazo.
-Te lo prometo, __________, no morirás, yo no moriré, y cuando salgamos de aquí, seremos felices-apretaba mis costillas, intente llamar su atención, pero se sometió en sus pensamientos-Seremos felices, yo te daré todo de mi.
-S-Shuichi-gemí del dolor-M-me asfixias.
-¡Ahh lo siento!-se separó y luego hizo una ligera reverencia-No fue mi intención.
-Lo se, no te preocupes por eso, Shuichi-reí mientras me colocaba su gorra-¡Mira, ahora soy una detective!
-Serias una grandiosa detective, puedes imitar a las personas, ¿No?-asentí frenéticamente, había olvidado por unos momentos-Imítame, haz como yo soy en el día a día-sonrió, una bella sonrisa.
Toda esa tarde nos la pasamos entre juegos y bromas, había olvidado lo horrible que era este lugar, todo gracias al oji-dorado. Shuichi era la única persona que me quedaba, si le pasara algo, supongo que ya no soportaría.
「Ejem ejem 10:00 pm, iniciamos el horario nocturno, no mueran Upupupu」
-Supongo que ya debo irme a mi habitación-rascó su nuca, no quería que se fuera-nos vemos en la mañana-besó la comisura de mis labios, me dejo atónita, y a la vez sonrojada-Por cierto, toma-me entregó una botella con un líquido rosado.
