Falling Fairies

Una pequeña sorpresa

Han pasado dos años desde que Fairy Tail enterró a Juvia, Levy y Lucy, pero eso no quiere decir que se hayan olvidado de ellas. En los primeros meses el gremio había estado sumido en una auténtica oscuridad, pero la mayoría del gremio ya lo tenía casi superado y lograban acordarse de ellas sin llorar. Pero había cuatro personas que no habían vuelto a ser las mismas desde entonces, y estas son Gray, Natsu, Gajeel y Erza. Ninguno peleaba entre ellos y Erza tampoco pegaba a nadie, es más cada vez comía menos pastel de fresas, esto les tenía preocupados a sus amigos, aunque ellos por lo menos disimulaban delante de otros gremios.
Gray tuvo que dar la noticia de la muerte de Juvia a Lyon y este no se lo tomó bien, cada vez que le veía apartaba la mirada para no mirar a Gray, y esto hacía cada vez más daño al desnudista.
Ninguno se podía sacar la pregunta de porque las habían dejado solas, pero para Gray era peor, pues él había tratado fatal a Juvia el mismo día de su muerte. No había semana que estuvieran en Magnolia que no se pasarán tres veces por semana a visitar sus tumbas y a mantenerlas impecables.

-¡Wow Juvia ese ha sido un buen golpe!-la felicitó su entrenador, que era el mismísimo Kenta Nagai.
Juvia le sonrió y él a ella.
-¡¿Levy no querrás que Juvia te gane?!-la dijo su entrenador , Raidon Maeda.
Levy dio un gran golpe al objetivo y se giró victoriosa hacia Maeda que la felicitó con un guiño.
-¡Yo no me quedaré atrás!-gritó Lucy entusiasmada.
Y dio otro gran golpe, su entrenador, Toshiro Kihara la felicitó con su media sonrisa que volvía loca a la rubia.
Lucy, Levy y Juvia habían pasado un año entero metidas en los ataúdes de cristal absorbiendo poder para poder conseguir sus actuales magias. Levy era una Dragon Slayer de la Tierra (la habían implantado una lágrima de Dragon Slayer) Lucy era una God Slayer del Fuego y Juvia era una Devil Slayer del Agua.
Después de ese año encerradas habían pasado un año entrenando y haciendo misiones con los maestros del gremio al que ahora pertenecían, llamado Angel Shadow, y sus novios desde hacía aproximadamente tres meses.

Entraron los seis en el comedor, las chicas estaban reventadas de tanto entrenar, los chicos las dejaron en la mesa junto a sus amigos Tora y Karen mientras que ellos iban a por las comidas, o eso creían ellas.
-¡Atención!-gritó Kenta.
Todo el gremio se quedó callado expectante a sus tres maestros.
-Tenemos algo importante que decirles así que presten atención-exigió Maeda.
-Esta misión concierne a todo el gremio así que es máxima importancia, participaremos en los juegos-dijo Toshiro.
Todo el gremio se quedó en silencio excepto Juvia, Lucy y Levy que gritaron asustadas ¡¿Qué?!
-Y vosotras participaréis junto con Tora y Karen.
-¡¿Qué?!-gritaron las tres magas a punto de un ataque cardíaco.
-¿Pasa algo?-preguntó Maeda.
Las tres se miraron pero decidieron hablar.
-Nosotras tres fuimos parte de Fairy Tail antes de unirnos a este gremio.
Ahora el resto de gremio gritaron ¡¿Qué?! Mientras que Maeda, Kenta y Toshiro abrían mucho los ojos por la sorpresa.
-No nos gustaría que Fairy Tail nos viera-dijo Lucy apartando la mirada.
-Y no lo harán, os inscribiremos con nombres falsos.
-¿Y si no queremos participar?-sugirió Juvia.
-Significa que no apreciáis al gremio que os salvó la vida y os hizo lo fuertes que sois ahora-dijo Toshiro bastante seco.
Levy suspiró y habló por todas-aceptamos.
-Bien, a lo que iba, vuestra misión es aparentar ser un gremio normal y no quedar descalificados para poder acceder a la fiesta en palacio-dijo Toshiro.
-Del resto nos encargamos nosotros-añadió Kenta antes de que alguien dijese algo.

Nota autora: Toshiro es God Slayer de las sombras, Kenta es Devil Slayer del Cielo y Maeda es Devil Slayer del Rayo.