Falling Fairies

Levy VS Gajeel

-¡Desafío a Levy McGarden de Angel Shadow!-gritó Gajeel.
El estadio se quedó en silencio y el pelinegro saltó a la arena. Y volvió a gritarlo más alto.
Levy notó un leve cosquilleo en la espalda y saltó a la arena.
-Te ganaré-sentenció la peliazul en cuanto puso un pie en suelo. Gajeel sonrió de forma arrogante.
-¡Qué comience el combate entre Levy McGarden de Angel Shadow y Gajeel Redfox de Faity Tail!-gritó el presentador.
Todo el estadio rugió de la emoción ante el combate tan bueno que se presentaba hacia ellos.

Levy transformó su puño derecho en pura roca y rápida como un rayo pegó a su contrincante en la boca des estómago. Gajeel fue empujado varios metros pero no se resistió al ataque.
-¡Tenemos que hablar!-gritó Gajeel sin moverse.
Levy no le hizo caso y siguió golpeándole sin que él se moviera. El pelinegro aguantó todos los golpes que la Dragon Slayer le daba hasta que esta se rindió cansada.
-¿Ya has terminado?-preguntó el pelinegro.
Pese a que Gajeel no se había movido ni defendido estaba en perfectas condiciones ya que había transformado completamente su cuerpo en puro hierro.
-¿Pero qué?-dijo Levy sin poder creérselo.
-Si ya has terminado me gustaría pedirte perdón por todo y rogarte que vuelvas a tu casa, a FairyTail.
Levy enfureció y golpeó a Gajeel con todas sus fuerzas en la cara. Gajeel no había previsto aquel ataque y tampoco le había dado tiempo a reaccionar así que le envió al otro lado del estadio. Cuando la humareda que había provocado el desplazamiento del mago de piercings se disipó, la gente del estadio se quedó anonadada. Gajeel tenía una grave herida en la mejilla izquierda de la cara, de la que no paraba de brotar sangre.
-¡Pégame todo lo que quieras si así hace que te sientas mejor y me perdones!-gritó Gajeel abriendo los brazos y esperando el siguiente golpe de Levy.
Levy se quedó parada en sus sitio y cerró los puños fuertemente intentando contener la ira que brotaba de su interior. ¿Cómo podía estar burlándose de ella de aquella manera? para Levy aquella frase significaba una gran humillación ya que Gajeel, la persona que más odiaba en este mundo, todavía no la consideraba un digno rival.
Cerró los ojos intentado aumentar su autocontrol. Las palmas de las manos la comenzaron a sangrar al clavarse las uñas por la fuerza que estaba ejerciendo.
-¡Por favor Levy!-insistió el Dragon Slayer.
Aquellas palabras de su antiguo amor hicieron que la pequeña peliazul explotase. Su cuerpo entero (excepto su pelo) se transformó en piedra. Fue corriendo hacia Gajeel y le propinó un par de ganchos, Gajeel había adoptado su armadura de hierro así que no le hizo demasiado daño.
-¡Pela conmigo maldito!-le gritó Levy.
-No puedo pegar a la persona que amo-dijo con determinación el pelinegro.
Levy se enfureció todavía más y sus golpes se hicieron más rápidos y contundentes.
Después de varios minutos de intensos golpes Gajeel no pudo más y cayó inconsciente al suelo.
Levy se sentó sobre sus rodillas y comenzó a tomar aire mirando al cielo. Estaba terriblemente cansada y satisfecha. Le dolían las manos debido a las heridas que se había hecho ella misma, pero eso apenas le importaba ya que había derrotado a Gajeel y eso que él había utilizado su defensa férrea. Aunque todavía no se sentía del todos satisfecha porque Gajeel se había dedicado a defenderse y no a golpearla, no se había tomado el combate en serio y no había ido a por la victoria.

Sé que es bastante corto, lo siento.