kids au (por ahí de siete años)
tw: mención hacía la sangre, bullying social y psicológico.
Makoto era bastante ingenuo; caía en las bromas de sus compañeros con facilidad y cumplía sus favores sin pensarlo dos veces, por lo que era el centro de atención a la hora de contar historias de terror.
Que el colegio era un cementerio hace muchos años, que una monja aparecía entre tales horas de la noche por los pasillos, que en el ultimo espejo del baño un espíritu se veía reflejado, que una profesora fue asesinada y ahora ronda por su aula, y muchas más.
Disfrutaban de verlo aterrorizado, al parecer. Pues a pesar de los regaños de sus profesores seguían haciéndolo.
Hoy, día lunes, minutos antes de que empezaran las clases, los típicos niños de siempre se reunieron a contar leyendas. Naegi, acostumbrado, se sentó junto a ellos formando un circulo entre todos en el piso, en medio y a la vez al fondo del pasillo.
Sin embargo, no tenían planeado hablar de un relato cualquiera, uno cada uno. Nada de eso; incluso, se habían coordinado para sonar "más creíbles" sin muy buenas intenciones.
—¿Supieron de lo que encontraron en el baño de niñas? —preguntó uno de ellos.
—Sí... que miedo. —replicó otro, casi soltando una risa que lo delataría, recibiendo una mirada culposa de todos exceptuando a Makoto. No era bueno mintiendo.
—¿Eh? ¿Que pasó? —se interesó el castaño.
—No le va a gustar saberlo.
—Después le va a decir a los profesores. —dijo, en burla.
Miró a los demás; parecían estar de acuerdo con lo ultimo.
—¡No, no! No lo haré, de verdad —prometió, estando en una linea entre intriga y ganas de no quedarse fuera del tema.
Los chicos y chicas se observaron entre sí, cómo si hablaran por telepatía, pues parecían entenderse sólo a base de las miradas. Uno, que era el autoproclamado líder del grupo, asintió.
—Había un montón de sangre en ese baño, justo en el más feo de todos, ew.
—¡Si, yo lo vi! Era muy feo y olía horrible, me asusté mucho.
—Dijeron que murió una niña grande, pero no recuerdo el nombre.
—Era compañera de mi hermana, se llamaba Misato y era muy bonita, según ella.
—¿De verdad? ¿Y no hablaba con ella?
—No, tonto. Por eso dije compañera y no amiga. —le dió un codazo al otro chico.
—¡Pero no me pegues!
Makoto estaba asustado, tal y como las otras ocasiones, sin embargo, le tranquilizaba que sucediese en el baño de niñas. El no iría allí, por lo que no vería ni pasaría nada.
—Una amiga me contó que la mataron a propósito. Era un fantasma que siempre seguía a los mismos porque les tenia rencor...
—De pelo café y bajos. Creo que era porque el que la asesinó era así.
—¿Él? —preguntó Naegi, quien se había quedado callado un buen rato para escuchar lo que decían sus compañeros.
—Si, fue un chico. Por eso ahora va por ellos.
—Van a tener que tener cuidado ustedes dos —dijo el niño que seguía sobándose el brazo por el golpe recibido, dirigiéndose a las únicas dos chicas del grupo—. Tienen el pelo de ese color y son bajitas, hehe.
