Capítulo 2

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Pov Lisa

Lisa: ¿Por que me llevan al despacho de la directora?

Nadie contesto mi pregunta y me entran a la fuerza para luego sentarnos frente a la directora, claro que con todo y esposas en las manos.

X: Chicas.

Comienza la señora de pelo negro, mientras suspira.

X: ¿Otra vez ustedes?

Nos pregunta.

X: Creo que ustedes tienen problemas de comunicación.

Comenta, mientras nos señala a ambas.

Jennia: ¿Nosotras?

Pregunta la rubia y ríe.

Jennie: Mire, Seulgi, ¿Qué diablos quieres?

La pelinegra se acerca a nosotras y ríe para luego cambiar su semblante a uno serio.

Seulgi: Tienen una maldita tensión sexual que se nota a kilómetros.

Comienza a decir, cuando la interrumpo.

Lisa: ¿Qué carajos estás diciendo?

Le pregunto.

Jennie: ¿Yo?... ¿Con está? Jamás, ni aunque me paguen. Así que Seulgi, si no quieres que tú familia muera, contigo incluida, comienza a decir cosas interesantes.

La pelinegra se acerca, hasta quedar cerca de mi rostro y comienza a reirse.

Seulgi: No creas que me das miedo, puedes tener gente fuera y no me interesa. Lisa, Jennie, estarán desde hoy en una celda. Las dos sin nadie más. No me digan nada y váyanse ya a su nueva celda.

Los guardias entran antes de que podamos responder y ya tienen nuestras cosas.

Jennie: Maldita sea.

Masculla la rubia y los guardias inutiles nos llevan a una celda apartada, lejos de la sociedad. Está esta cerca de los baños y huele asquerosamente mal.

Pongo mis cosas en la litera de arriba y Kim en la de abajo.

Jennie: Yo quiero arriba, Manoban.

Lisa: ¿Tú litera normalmente está arriba?

Le pregunto y ella asiente repetidamente.

Lisa: Pues te jodes, que por tu culpa estamos aquí. Yo iré arriba y punto.

Jennie: Maldita.

Seulgi llega, nos sonrie y se arregla su vestido azul.

Seulgi: Tienen un baño ahí, así que no puedes salir. Aquí será su aislamiento por una semana, por que tenemos el lugar de aislamiento lleno. Son muchos de tús amigas, Jennie. Otra cosa, la droga ha sido confiscada.

Jennie: ¡Maldita sea, Seulgi!

Seulgi: La ley es para obedecer, no para ser corrompida con personas como ustedes. Las dejo me tengo que ir, adiós.

Agrega y se aleja para dejar a los dos chicas solas. Jennie y yo nos miramos y luego suspiro.

Lisa: ¿Una semana con está por pelear?... ¡Si ella empezo! Por pelear conmigo las cosas salieron mal.

Me giro con bruquedad y la enfrentó. Estoy cabreada, muy cabreada.

Lisa: ¡Tú y tú maldita droga!... ¿¡No podías mandar algún policía!?

Jennie: No, era riesgoso, además tengo ahora mismo. ¿Quieres?

Comenta sin darle importancia a mi pregunta.

Lisa: ¡Eres una jodia drogadicta! No pienso comprarte droga.

Jennie: Bueno, estáremos encerradas aquí una semana. Es lo que vale en esta semana.

Solamente ruedo los ojos y estiro mi mano, Jennie me pasa un cigarrillo, yo saco el dinero de mi bota y se lo paso. Jennie me sonrió y luego se sienta en su cama.

Jennie: No fue tan difícil, ¿verdad?

Pregunta con burla.

Lisa: Idiota.

Jennie: ¿Sabes que ella quiere que follemos? Creo que ella quiere que libremos una tensión sexual, cosa que no tenemos. Yo no pienso tocarte, Manoban.

Lisa: Yo tampoco pienso tocarte, Kim.

Respondo, mientras le doy la última calada a mi cigarro...

Entre Rejas | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora