Entre Rejas | JenLisa

Capítulo 7

Pov Jennie

Lalisa comienza a darle golpes al saco de boxeo y me ignora.

Jennie: ¿De verdad no quieres nada?

Le pregunto más intrigada en el tema.

Jennie: Te estoy haciendo una oferta muy buena.

Lisa: No quiero nada de ti, Jennie, nada.

Responde y vuelve a golpear el saco.

Jennie: Alla tú, puedo conseguir lo que tú desees. Solamente di lo que quieres y Jennie Kim lo consigue.

Lisa: La cosa es que no quiero nada tuyo, Kim.

Jennie: Vale.

Digo encogiendome de hombros y me alejo.

Jennie: Entonces, no necesitarás esa querida arma que tengo y tú quieres. Mira que salió los otros días.

Sonrio victoriosa y en un segundo ya tengo a Lalisa preguntando.

Lisa: ¿Que vas a querer a cambio?

Pregunta y sigue jugando con el saco.

Su cuerpo está todo sudado y hace que su pelo se pegue a su frente, se ve tan jodidamente sexy. Sacudo mi cabeza y alejo esos pensamiento impuros.

Jennie: ¿Sabes que es lo que más deseo en esta cárcel?

Me siento frente al saco y me cruzo de piernas como toda una chica educada.

Lisa: Sexo.

Responde como si fuera lo más sencillo del mundo.

Jennie: Exactamente y ya no lo podré conseguir fácil, ya que lamentablemente todos piensan que soy tuya. Cosa que no es cierta, así que nadie quiere follar conmigo. Joder, ¿sabes como me siento?

Le pregunto fastidiada.

Jennie: El sexo es mi cualidad, es lo mejor que se hacer y ahora no lo tendré por culpa tuya.

Saco un cigarro de mi bolsillo y lo prendo.

Lisa: ¿Mi culpa?

Pregunta quitandose los guantes.

Jennie: Si, me diste toda una puta semana. Me has dejado todo mi cuerpo lleno de chupetones. ¿¡Sabes que significa!?

Ella sonrie como si estuviera orgullosa de sus acciones.

Jennie: Que te pertenezco, pero soy reina ​​aquí, así que también me perteneces. Nos pertenecemos mutuamente. Serás mi maldita prostituta por un maldito mes.

La pelinegra borra su sonrisa y niega repetidamentemente.

Jennie: ¿Quieres el arma?

Lisa: Puedo pagarte con dinero.

Jennie: No quiero dinero, quiero sexo. Joder, por que eres buena en eso. ¿Qué dices?

Pregunto desesperada.

Jennie: Además soy una persona necesitada, cada vez quiero sexo al igual que tú.

Termino mi cigarrillo y lo apago con el pie.

Lisa: ¿Crees que te voy a comprar?Puedo mandarla a pedir.

Jennie: Seulgi está pendiente a todo, ¿crees que no te detendrá antes de que puedas meter el arma dentro de la cárcel?

Lisa: No me engañas tan fácil.

Se acerca y pone sus manos alrededor de la silla, impidiendo mi escape.

Jennie: ¿Qué te puedo decir? Es una buena oferta, sexo a cambio de armas. De cualquier tipo que desees, Manoban. No te estoy pidiendo tener sexo con toda la jodida cárcel, eres mío si dices que si. Exclusivo para mi y de nadie más, nadie te puede tener más que yo.

Digo y agrego algo que le gustara.

Jennie: Yo también seré exclusivo, solo para ti.

Lisa: Oferta tentadora, pero no quiero tener sexo contigo, me das asco.

Jennie: ¿¡Asco!?

Ahora si que estoy cabreada. ¿Que le pasa a esta imbecil?

Jennie: Si es asco, ¿por que la otra vez me metiste la lengua?

Rio y ella se aleja.

Lisa: Cállate, no quiero nada tuyo.

Toma sus cosas y se que se ira, pero no lo permitire.

Jennie: ¿Estás huyendo, cobarde?

Se está molestando la niña, esto no será nada lindo.

Jennie: ¿Tienes miedo?

Ella para en seco y se gira.

Lisa: ¿Miedo de que?

Me pregunta.

Jennie: Miedo de caer, miedo de enamorarte de mi y no poder luchar con tús impulsos de que yo sea tuya.

Le digo, mientras me giro hacia el saco.

Jennie: Se que será difícil no enamorarse de mi. Estoy bien buena.

Vuelvo a girarme y a hacerlo lo único que siento fue los labios de Lisa con ira sobre los míos. Su mano apretaba mi cintura, su lengua se encuentra con la mía y comenzamos una guerra de beso. Luego ella agarra mi muslo y yo brinco para enrollar mis piernas en su cadera.

Me carga y me estapa contra la pared para comenzar a besar mi cuello. Luego se separa y nuestras respiraciones agitadas se escuchan por todo el gimnasio.

Lisa: Yo no soy una cobarde, mejor no caigas tú. Si tienes miedo, no comiences el juego, Kim.

Dice y vuelve a besarme desesperadamente...