Capítulo 5

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Pov Jennie

Esta semana la he pasado follando con Lisa. Cogiendo con mi peor enemigo, ¿sabes que significa eso?

En cualquier momento se creerán que le pertenezco a Manoban. Tengo los chupetones por todo el cuello y el cuerpo. Lo malo de esta ropa anaranjada es que no me cubre el cuello y se nota a simple vista.

La alarma de las siete a.m suena, me levanto y me quedo mirando la reja. Aparecen tres guardias con pistolas y nos apuntan con ellas. Luego llega Seulgi con una falda negra corta y una camisa del mismo color. Los tacones se escuchaban por toda la cárcel.

Seulgi: Me encantaron tús gemidos esta semana, Jennie.

Comenta, mientras señala la cámara que está frente a nuestra celda.

Seulgi: Fue música para mis oídos.

Bufo rodando los ojos y ella se cruza de brazos.

Seulgi: Estarán libres desde hoy, volverán a estar con las otras y tienen sus actividades normales. Bienvenida nuevamente a la cárcel.

Sonrie y se aleja con los guardias.

Jennie: Maldita perra.

Mascullo, mientras me levanto de la litera. Debo ir a la ducha, ya que hace tiempo no me he bañado. Recorro los pasillos de la cárcel y sonrió. Hace tiempo no salgo, llego a los baños y veo a mis mejores amigos.

Jennie: ¡Perras, llegue!

Les grito.

Joy: Jennie, maldita, creía que estabas en aislamiento. Me gusta estár allí, aunque lo malo es que no puedo tener sexo.

Momo: Siempre pensando en el sexo. Por mi parte fui más inteligente y me escondí con Yeri. La droga llego a salvo a tús manos, jefa.

Ríe y yo imito su acción.

Nayeon: Por mi parte pensé en mi vida, ¿Qué he hecho mal para merecer estos secenta años de cárcel?

Pregunta con una mano en su barbilla.

Nayeon: Luego digo "Ah, por que soy una hija de puta" y se me pasa.

Dice riendo y todas la acompañamos.

Nayeon: Jen.

Jennie: ¿Qué?

Le pregunto, mientras me quito los zapatos.

Joy: Nos han dicho que has estado en la misma celda con Lalisa.

Me quito las medias y las miro a las tres, que están paradas frente a mi.

Jennie: Si, me han cambiado de celda, no podré estár con ustedes. La maldita de Seulgi lo quiso asi.

Momo: Jennie.

Comienza la castaña.

Momo: Los presos han dicho que han escuchado tús gemidos y que cada vez salía el nombre de Lisa.

Me levanto, comienzo a quitarme la ropa y las tres abren los ojos al ver mi cuerpo lleno de chupetones.

Jennie: Los llevaré con honor, tuve una buena semana de aislamiento. Si, tuve sexo con Lalisa, pero... ¿Creen que me importa que sea mi enemigo?

Pregunto con una ceja alzada.

Jennie: Lo unico que me importa es que mi jodido centro estaba necesitado de un puto pene.

Digo, mientras abro la llave del agua fría. Ellas se acercan a mi con la boca abierta y yo sonrió.

Nayeon: ¿Me estás diciendo que Lalisa Manoban tiene un puto pene?

Momo: No jodas.

Asiento y el agua fría azota mi cuerpo. Hace tiempo que necesita una buena ducha.

Joy: Quien lo diria. Por eso es tan buena follando.

Luego de unos quince minutos, salgo de la ducha y entra Lisa y sus amigas.

Lisa: Miren a quien tenemos aquí. Jennie Kim la gemidora profesional.

Dice la pelinegra riéndose y empieza a gemir tratando de imitarme, claro que no le sale para nada, y sus amigas rien. Me pongo mi ropa y las acompaño con una carcagada.

Jennie: Eso no lo decías cuando gozabas entre medio de mis piernas, ¿o si?

Le pregunto con una sonrisa afectada. La cara de Lisa se deformó y me agarro por la ropa. Me pega contra la pared y un dolor recorre mi columna.

Lisa: Cállate, es por que no tenia con quien follar.

Jennie: Igual yo, pero que bien que te comías mi centro.

Me suelto de su agarre y camino hacia la salida con Joy, Momo y Nayeon detrás mio. Antes de salir giro hacia Lisa y agrego.

Jennie: Tengo que hacer negocios, adiós, estorbo...

Entre Rejas | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora