Notas Sangrientas [Jason Voorhees]

Especial

¡Alerta!

Este especial será mucho más largo que los capítulos que suelo escribir (o sea una biblia).

Este capitulo no sigue el tiempo de la historia que estoy escribiendo así que pueden pasar cosas que no escribiré en la novela aunque si habrán algunos guiños o referencias que, si pusieron atención, encontrarán.

Pueden tomarlo como otra realidad si así lo prefieren.

Cuidado con este contenido ya que hay mucho spoiler de la película.

De parte mía: Disfruten~

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Mis niños, desde el principio fueron los niños los que me dieron este poder. "El acuchillador de Springwood". Así me llamaban.

Mi reino del terror era legendario, docenas de niños cayeron ante mis navajas. Después los padres de Springwood vinieron e hicieron justicia por sus propias manos.

Cuando estaba vivo, yo era alguien desagradable pero, después de que me mataron me volví algo mucho peor. Soy materia de pesadillas.

Los niños aún me temen y su miedo me da poder para invadir sus sueños y ahí es donde la diversión de verdad comienza.

Hasta que ellos al descubran una forma de olvidarse de mí, de borrarme por completo. Estar muerto no era el problema, si no ser olvidado, ¡Eso si es malo!

No puedo regresar si nadie me recuerda.

¡No puedo regresar si nadie me tiene miedo!

Tuve que buscar en los rincones del infierno y encontré a un hombre, un hombre que los haría recordarme. Él obtendría sangre y yo obtendría la gloria y ese miedo es mi boleto a casa.

-¿Mike?- la chica se giró, intentando divisar a la persona que esperaba -¿Eres tu?- preguntó sonriendo, deseando escuchar aquella voz masculina, soltó una risa cargada de coqueteo mientras se abría la camisa, dejando a la vista su busto pero al no recibir respuesta solo se encogió de hombros. Sabía que él era todo un bromista pervertido, seguramente estaba intentando asustarla.

»Entonces vete al diablo, me voy a bañar- se giró desvistiéndose por completo para finalmente entrar al agua de un salto. 

Dio una ligera vuelta y al sacar la cabeza gritó.

-¡¿Mike?!- observaba a su alrededor con temor. Esta vez si que se estaba esmerando en asustarla, cosa que ya había logrado -¡Oye, esto no es divertido!- nadó a las escaleras del muelle, logrando salir de este para correr a su ropa y tomar su camisa.

Su sangre se estaba llenando de adrenalina, el ruido de las hojas moviéndose la puso más alerta. Entre la oscuridad alcanzó a escuchar el sonido del metal rozando con algo. No iba a quedarse a ver que era por lo que solo usando la camisa para cubrirse, corrió por el bosque intentando perder a lo que sea que la acechaba.

Pensó que en las cabañas estaría segura, grave error.

En cuanto legó a las construcciones de madera, observó una sombra acercándose a ella entre la espesura de la niebla por lo que dio media vuelta corriendo en sentido contrario.

Árboles y arbustos eran lo único que veía pasar mientras las hojas secas crujían con el peso de sus pisadas sobre ellas.

Un tropiezo la hizo detenerse solo para darse cuenta que estaba perdida, su alrededor era igual, no importaba a donde volteara, se encontraba con los mismos árboles y plantas.