Emma se encontraba sentada frente a su espejo, mantenía los ojos cerrados, relajándose ante las suaves y dulces caricias que Jason proporcionaba sobre su cabeza.
Una de sus partes favoritas del día era desenredar su largo cabello, no sabía por qué pero lo disfrutaba mucho.
Mientras trazaba los finos rizos de la joven con la punta de sus dedos, no pudo evitar tocar la suave piel de sus hombros, descubiertos por el vestido blanco de tirantes que portaba.
Su piel era tan suave que le resultaba imposible dejar de tocarla, trazando pequeños círculos sobre ella, al principio accidentales pero luego, hacía énfasis sólo en su piel.
Emma soltó un suspiro de relajación que no pasó desapercibido por Jason.
Eso quería decir que le estaba gustando, ¿Verdad?
Dividió la melena rubia de la joven en dos grandes mechones y los pasó por los hombros de la menor, haciendo que cubrieran por completo su torso, mostrando su pequeña espalda descubierta por la tela blanca que comenzaba a la mitad de esta.
Colocó las manos sobre sus hombros, comenzando a trazar pequeños dibujos sobre la piel blanquecina de ricitos de oro.
Lo que Jason no sabía es que Emma ya estaba conteniendo la respiración, los suaves toques de este, mandaban pequeñas corrientes eléctricas por todo su cuerpo.
Sabía que no lo hacía con esa intención, sin embargo, tuvo que tragar duramente para no decir nada.
No quería arruinar ese lindo momento incomodándolo o haciéndolo enojar.
Pero cuando la diestra del gigante de Crystal Lake pasó por debajo del vestido hacia su espalda baja, no pudo evitar soltar un pequeño respingo que lo obligó a detenerse.
-Lo-lo siento...- se disculpó con la voz entrecortada -Creo que me relajé de más jeje- su risa nerviosa confundió al contrario, quien ladeó la cabeza.
Creyó que lo estaba haciendo bien, ¿Por qué hsbía obtenido esa clase de reacción?
-Ven- se levantó de la silla y tomó su mano -Vamos a desayunar- sonrió, avanzando con él hacia la salida, intentando sacudirse esas emociones que la tenían ligeramente aturdida.
Chris ya tenía los platos servidos en el comedor, hacía dos minutos que había ayudado a Gema a sentarse en la mesa pero se negó a comer, quería esperar a su hija y al gigante no muerto.
Los pasos pesados lo alertaron, se sentó en la mesa y comenzó a comer.
-Buenos días- saludó la joven con una sonrisa mientras tomaba asiento junto a su madre.
Jason tomó su lugar junto a ella, levantando su máscara a la altura de los labios para poder comer.
Ya se habían acostumbrado a su imponente presencia y su actitud callada y analítica.
Desayunaron con tranquilidad, el clima era cálido y agradable.
-Voy a salir- los señaló con el tenedor -Es su turno de quedarse.
-Bien- la rubia miró al gigante a su lado, aunque este no pudiera verla -Podemos preparar algunas palomitas y ver películas con mamá.
-Es una buena idea- asintió la mujer mientras daba un sorbo a su taza de té.
-Bien, volveré algo tarde- avisó tomando un largo trago de su café con leche.
-Recuerda llevarte el mapa- su amiga lo miró acusatoriamente -El bosque es peligroso y ahí están marcadas las trampas.
-Bien, lo tomaré sntes de salir- terminó su desayuno y dejó su plato y la taza vacía en el fregadero -Te toca lavar los trastes, enana.
-Bien- respondió soltando un bufido.
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Notas Sangrientas [Jason Voorhees]
FanficEmma Grace Foster es una joven de 19 años oriunda de Denver Colorado, un anhelo le hace viajar con su padre a Illinois, un pueblo fantasma que es famoso por ser la cuna de un asesino poderoso al que muchos consideran solo una leyenda. Jason Voorhees...