Baby Don't Cry ➵ BTS +18

38(e s p e c i a l)

Porque tod@s lo pedían.
Saludos para la chica que dijo que iba a demorar meses :'v
Disfrútenlo 💚💚

– ¿Te das cuenta de cuan jodido estás?

No siempre había momentos dónde se hablara de otra cosa que no sea relacionado al negocio o hasta de lo que conlleva estar en Room.

SeokJin intenta hablar con él, aunque no es la primera vez y si lo admitiera en voz alta, ha sido ignorado más veces de las que ha podido estar con una mujer. Así que aprovecha que están solos y que la chica al estar en una habitación especial con Kihiro no captará la atención completa de su primo.

Él no deja de mirar el móvil, sentado con elegancia en un sofa de cuero a un lado la chimenea. Los tonos rojizos y amarillentos chocan en toda su cara, creando ciertos surcos en sus facciones que se oscurecen.

Ligeramente tuerce la boca deslizando su dedo por la pantalla sin darle hasta ahora una mirada.

– Seguro. ¿No tienes nada mejor que
hacer?

Es una claro: Lárgate.

Pero SeokJin no aceptara ser echado de ahí. Así que intenta ser un tanto más sutil. Mas calmado. Pero insistente.

–Solo te lo digo porque eres mi amigo –dice sin dejar de mirarlo y aquella respuesta lo tensa por completo.

– ¿Amigo? Lo tendré en cuenta.

Puede sentir la molestia en sus palabras a pesar que su rostro sigue neutro. Concentrado en el móvil.

Así que supone que aquel incidente aún seguía en su mente. Nam era lo suficientemente rencoroso para pasar por alto cualquier cosa que él no creía correcta.

– ¿Sigues molesto por eso? –ahora es él quien toma una postura más recta. Cruzando los brazos y mirando el fuego que arde consumiendo la madera–. Me acosté con ella como cualquiera de nosotros siete.

Era injusto.

Desde su punto de vista.

–Dejalo estar SeokJin. Mejor ocúpate de tu trabajo, que gratis no lo haces.

Se sintió atacado y abofeteado indirectamente. Se preguntó si lo que hizo realmente fue tan malo para que se haya agrietado la amistad que tenía con Nam.

–Sabes que el dinero jamás me interesó –dice casi en un susurro.

Pero Nam niega bufando como si aquello fuera estúpido.

–A nadie aquí le interesa el dinero.

Los demás, tal vez exigían una parte del pastel. Pero él, él siempre aceptó y recibió lo que le daban. Jamás se quejó, jamás pregunto por qué y jamás pidió más.

Así que no podía evitar sentirse culpable. Molesto.

Por sus actos. Por lo que pudo haber evitado y por lo que estaba ocasionando.

–Lo intente. Intente mantenerme a raya pero Soobin..

Tal vez fue su error nombrarla.

Lo notó. Ahora sus ojos habían abandonado el móvil para mirarlo fijamente a él.

–Sí, todos sabemos que tienes una debilidad por lo frágil. Aunque te esmeres en comportarte como un cabrón. Siempre fuiste débil por chicas como mi gatita– aquello solo aumento la rigidez en su nuca. Le vio llevar una mano a su barbilla y soltar la pregunta con segundas intenciones– ¿Cómo es que se llamaba la última?