029

6.3K 748 163
                                    

–Baja.

Soobin no sabe a donde la lleva. Pero el hombre después de haber manejado mucho se ha detenido. No sabe que hora es, pero puede ver las calles desoladas a su alrededor. Con los anuncios en coreano y se siente un poco tranquila. De estar aún en su país.

La idea de salir corriendo y desaparecer lo más lejos de él, aparece en su mente. Sus ojos duelen muchísimo, su garganta arde como si necesitara una gota de agua. Hace demasiado frío, aunque el abrigo cubre gran parte de su cuerpo.

–¿Qué esperas? Sube.

Soobin parpadea abrazando su cuerpo con ambos brazos. Observa al hombre quitarse el casco y dejarlo en la motocicleta revelando por fin su rostro, para luego ir directo a la camioneta marrón que hay a unos cuantos pasos.

Le sigue en silencio. Sus pies aún torpes y sin fuerza. Respira con lentitud, casi con temor a todo lo que el hombre podría hacerle. Es mayor, con el cabello corto y negro casi de la edad del pelirrojo. La sola idea de traer la imagen a su mente y la sangre saliendo de su cuello con presión le revolvió el estómago.

Abre el auto, primero la puerta del copiloto. Soobin observa sus ojos, es algo fugaz pero este le da una mirada dura.

Duda unos segundos, pero se sube. Controlando los nervios y el dolor en su estómago. La puerta se cierra y le ve rodear el auto, al parecer dejará la motocicleta en ese lugar.

Le ve subirse por el rabillo del ojo y procura pegarse lo más posible a la puerta del auto, lista para saltar y pedir ayuda si encuentra a una patrulla de policía.

El auto se mueve y ella suelta el aire por la boca. Volviendo a aferrar sus dedos a cada lado del abrigo, el silencio es pesado y ella no quiere conversar con ese tipo. No quiere decir nada, por el temor.

¿Era libre?

Ladea la cabeza apoyándose en su hombro, su cabello cubriendo parte de su mejilla izquierda, observando las calles iluminadas por algunos faroles. No reconocía ni la zona. Ver todas esas tiendas y edificios pequeños parecía irreal.

Escucha el sonido de un teléfono. El hombre murmura algo pero siente que se remueve y contesta.

–Señor. –Soobin se pone tensa, su ojos arden por lo irritados que están. – Estamos en camino. No, nadie me sigue. Fue como se planeo, ya estoy con la chica.

Eso la congeló, su estómago estrujandose. Él guardo silencio por unos segundos, donde Soobin pensó que la llamada termino, pero después de un corto tiempo volvió a hablar.

–De acuerdo, Señor. Llegaremos en media hora.

Escuchó cuando colgó. En la ventana, pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer y nuevamente quiso llorar. Hasta las pequeñas cosas que ella extrañaba la hacían sentir nostalgia.

Su dedo fue con lentitud al vidrio y recorrió el camino que hacían las gotas. Ya no tenía ni lágrimas para seguir llorando. Sus ojos ardían.

Se mantuvo así por varios minutos, donde él manejaba en silencio. Hasta quiso dormir. Soobin quería cerrar los ojos, pero tenía miedo. Miedo a que cuando los abriera solo se encontrara en ese horrible lugar.

*******

Parpadea con lentitud, la lluvia aún seguía ahí y el sonido era lo único que permitió que ella no cerrara los ojos en lo que duró el trayecto, viendo como el hombre se estacionaba frente a una casa de campo. Enorme y alumbrada por fuera, tenía cochera y nuevamente volvió a ver varios árboles rodeandoles solo más oscuridad.

Baby Don't Cry ➵ BTS +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora