Lo Imperdonable

Almas Congeladas

Oliver

Esta historia bien podría ser perfecta para cualquier otro chico, pero lamentablemente la vida y yo jamás estamos del mismo lado. Por eso me encuentro preso de un dilema muy grande, y es que no puedo evitar quedar atrapado en problemas, tal vez sea un castigo kármico.

Soy el chico más despistado que puede haber. No haré presentaciones formales ni nada por el estilo, así que vamos al grano. Mi nombre es Oliver, tengo 18 años y estoy a punto de enloquecer si el señor del metro no se apura para poder bajar de esta pesadilla que es estar en un sinfín asfixiante de gente grosera. La multitud me provoca ansiedad y hoy no estoy en mis mejores días así que paciencia no me pidan ya que ni la tengo.

Ayer por la tarde mi mejor amigo Alexis me pidió que reuniera a todos los de nuestro pequeño grupo. Explicó que quería organizar una pequeña fiesta pero sé muy bien que de pequeña no tendrá nada. El problema nunca son las fiestas o la multitud. El problema es que dos de nuestras amigas, Marcy y Silvia, andan enojadas. no pregunten el porqué de su pelea, porque el motivo por el que están enojadas es una gran tontería, pero nadie se atreve a decir esto porque ambas son de carácter muy fuerte.

Alexis quiere que yo las haga reconciliar. Para peor, es que no puedo negarme ya que le debía un favor, pero juro que después de esto no le pediré un favor en la vida. Veré qué se me ocurre más tarde, por lo pronto solo quiero llegar a casa y dormir hasta que por lo menos mi estabilidad emocional mejore.

No sé qué opinen ustedes, pero escuchar música mientras salgo es realmente relajante, últimamente escucho más de Harry Styles. Dios, su música es como mi vida, por ratos te hace sentir increíblemente poderoso y al rato te hace tener ganas de llorar.

Vivo con mi madre y mis hermanos en un pequeño departamento desde hace ya dos años. solíamos vivir en la casa de mi abuela pero todo cambió cuando mamá quiso pedirle papeles para poder construir y no tener problemas. mi abuela se negó y empezó a complicar la situación junto con sus otras hijas. Para ese punto mi mamá había conseguido un nuevo empleo con mejor sueldo, así que para evitar incomodidad y dependencia nos mudamos.

Una vez llego, veo que no hay nadie en casa. O al menos eso pensaba hasta que mi madre aparece por detrás, asustándome y haciendo que salga de mí un grito para nada varonil.

-¿POR QUÉ HACES ESTAS COSAS? -grito asustado.

-Deberías ver tu rostro, es como si ocultaras cosas ¿Estás con la conciencia sucia? -pregunta curiosa mientras se acerca a la cocina y prepara café.

-Muy graciosa, por cierto ¿Dónde están Jeniffer y Lucas?- dije, curioso del paradero de mis hermanos.

-Salieron a la plaza. Lucas quería distraerse un rato, ya sabes, salir de su cuarto y no quedarse horas allí como lo hace cierto chico robusto...

Sé muy bien que lo dice por mí, pero no es culpa mía ser adicto a los juegos ni mucho menos al anime, sinceramente son dos hábitos que jamás dejaría.

-Lamento no ser el chico extrovertido que sale todo el tiempo madre. -me señalo y encojo los hombros- pero esto es lo que hay -sonrío de forma falsa

-Yo estaba de salida pero sabes bien que no sobrevivo sin mi café, tu almuerzo está sobre el microondas, nos vemos.- dijo, mientras buscaba un bolso y lo colgaba sobre su hombro.

-No te olvides de traerme mis audífonos, mañana tengo un importante concurso con mis amigos y no pienso perdérmelo por nada del mundo. -llevo meses practicando Valorant y siento que he mejorado bastante, dejaré a todos con la boca abierta.

Ella asiente y se marcha, almuerzo lo más rápido posible y me dirijo a mi cuarto para poder planear la solución del tema de Marcy y Silvia.

Como no soy para nada creativo, empiezo a buscar a mi más fiel amigo.

El internet

Enciendo mi ordenador y tecleo lo primero que se me viene a la mente:

Cómo hacer reconciliar la amistad de dos amigas 

Creo que Google anda muy horny estos días, porque de la nada me salieron miles de páginas pornográficas... es que solo a mí se me ocurren estas ideas.

De pronto recuerdo que a ambas comparten el mismo gusto por las películas, y aunque a mí me desagrade el romance, haré un esfuerzo y las invitaré a ver "Mientras estés conmigo". si es que eso no llega a funcionar, finalmente me daré por vencido.

Marcy

Hey, ¿Estás libre mañana?

Te invito a ver "Mientras estés conmigo"

No me gustan las románticas,
valora mi esfuerzo y acompáñame :D

Oliver

Algo tramas, ¿Cuál es el costo?

Te conozco perfectamente

Bueno, no importa, solo lo dejo pasar porque ando aburrida

vienes por mí, lleva comida

Odio pagar los combos de las salas del cine 

Son una porquería justo como tú :x

Ruedo los ojos, pero tiene un punto en lo de los combos sí que son caros y tanta porción no te brindan, le mando un "okay" y ahora es turno de Silvia

Silvina

Mamá me regaló dos entradas para ver "Mientras estés conmigo" D:

No pude rechazar su oferta

Acompáñame y sálvame de este sufrimiento :L

Ollie

Suena tentador, acepto.

Silvina

Gracias, salvaste mi vida

En el mismo cine de siempre,
nos vemos pronto :D

Olvidaba que Silvia es algo cortante en los chats. No la culpo, escribir agota a cualquiera. por eso mayormente me comunico con stickers y solo escribo cuando tengo que ser directo sobre algún tema. El plan está en marcha y espero, mejor dicho ruego, que todo salga bien porque de lo contrario Alexis me matará. Y no, no es que le tema pero cuando necesito favores él nunca se niega a cumplirlos.

La fiesta es en dos días y no tengo ánimos para ir, pero sé que no tengo opción, ya que si no voy ninguno del grupo llegará a hablarme. Pasó eso una vez hace dos años, y es que para ellos es importante que todos asistamos. Por eso Alexis me obliga a reconciliar a esas dos.

Decido salir un rato al parque para distraerme, llevo el libro que compré hace una semana.

 "La Ladrona de Libros"

Una vez llego, veo a varios chicos fumando en una esquina, uno de ellos me llama mucho la atención ya que a simple vista se ve atractivo. 

Sus ojos son azules, me recuerdan al océano y al cielo que suelo admirar por las mañanas, me le quedo mirando por unos segundos más y aparto la mirada para no delatarme.

Se me queda mirando y me guiña el ojo yo, patético como siempre, levanto mi mano y le saludo.

No debí haber hecho eso ya que el chico de ojos azules viene hacia a mí.

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