The Curse - Supercorp AU

Capítulo 13

*Lady Kara Pov.*

Uther estaba esperando el mensajero de Krypton. Yo estaba entre confundida y enojada, furiosa. Nimue mató a mi primo y su esposa. Quién sabe por qué pero él no se merecía ese destino. Por supuesto, no era perfecto. Pero al menos había tenido el valor de dejar su orgullo a un lado para pedirme disculpas y tratar de enmendar las cosas conmigo. Estaba de pie en la torre, había una tormenta horrible y yo estaba ahí de pie, dejando que el agua me cayera mientras miraba hacia la zona donde estaba la arena de los combates, esa arena donde luché contra Kal-El ese día. Cerré los ojos al recordar cómo ambos sonreímos con orgullo, recelo y algo de odio ante enfrentarnos. Ahora daría lo que fuera por enfrentarlo una vez más, esta vez en modo amistoso.

La lluvia se había encargado de empaparme mientras estaba aquí con la excusa de vigilar. A medida que observé al horizonte, veía los rayos caer y los truenos resonar. Las nubes grises y negras dejaban un ambiente oscuro que era cómodo ante el estado actual de mi alma.

—¿Kara? —Dijo la voz de Tristan y no dejé de mirar hacia delante mientras él se acercaba—. Estás empapada y es tarde, vamos a que te cambies. Uther te espera con Morgana para cenar con él.

—Está bien. —Dije y permití que me acompañara hasta mi habitación con Morgana.

Mordred estaba mejor y tenía su habitación, la cual compartía con Merlín. Hacía unos días que se la habían dado y el mago que una vez fue considerado traidor, estaba bajo vigilancia y a prueba. Así que tenía mi habitación con Morgana disponible de nuevo. Tristan me dejó a medio camino y cuando entré a la habitación, Morgana me observó con sorpresa, dejando el grimorio de Merlín a un lado.

—¡Estás empapada! —Dijo y asentí—. ¿Estabas afuera?

—En la torre... pensando...

Dije y me acerqué al vestidor para quitarme la ropa. Me estaba desvistiendo cuando Morgana se acercó con algo para secarme. Totalmente desnuda, me dediqué a secarme y ella me miraba con atención.

—¿Sigues dudando? —Me preguntó y sonreí.

—Es difícil ocultarte algo, ¿no crees? —Dije y ella sonrió—. Estoy confundida con todo lo que ha pasado. El mensajero de Krypton no ha llegado y no sé qué pensar.

—¿Y si enviamos a Tristan? —Me detuve, secándome el pelo y asentí, era una buena idea—. Podíamos decirle a mi padre en la cena, seguramente puede ir y averiguar por qué se ha demorado el mensajero.

—Sí, tienes razón. —Dije y tomé un vestido para usar mientras cenemos con Uther—. No sé qué pensar de todo esto.

—¿Qué es lo que realmente te perturba? —Me preguntó y dejé que me ayudara a cerrar el vestido.

—¿Cómo puedo ser la reina de un pueblo que me dio la espalda cuando más lo necesité?

Ella estaba terminando de atar los lazos en mi espalda cuando sentí su beso en mi cuello y sonreí ante su gesto cariñoso.

—Quizás necesitan una segunda oportunidad, al igual que le dimos a Merlín cuando creímos que él había matado a mi hermano.

Me di la vuelta para enfrentarla y la arrimé a mis brazos, sonriéndole. Era tan hermosa, con un corazón tan bonito.

—No puedo creer que los dioses hayan puesto a una mujer tan maravillosa en mi camino. —Dije y levanté mi mano para acariciar su rostro con dulzura. Mirándola con adoración—. Una con el corazón más hermoso jamás visto... Y a la cual amo con cada fibra de mí ser. Estoy tan enamorada de ti, Morgana Pendragon.

—Y yo te amo a ti, Kara Pendragon. —Me dijo y sonreí.

Dejé que se acercara para darme un beso, cerré los ojos y me dejé llevar por la caricia de sus labios. Sus manos se apoyaron en mis hombros y sostuvieron mi pelo. Nos quedamos así de pie por quién sabe qué tiempo, solo besándonos y sin movernos de nuestra posición. De hecho, estaba tan concentrada acariciando su espalda y dándole ese beso que me sorprendí cuando golpearon la puerta.