Capítulo 10

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*Lady Morgana Pov.*

Nos levantamos en la mañana y no pude evitar sonreír al notar el claro alivio en la cara de Gwen cuando entró en la habitación y no había nada destrozado. Alura estuvo hasta muy tarde acompañándome mientras le bajábamos la temperatura a Kara y luego le sugerí que se fuera a su habitación para que pudiera descansar. Aunque Kara no quedó inconsciente, estaba claro el cansancio que tenía.
Mi padre vino a última hora, indicando que teníamos una tarea para el día siguiente. Como ahora estoy casada con Kara y seré reina en unos meses, mi padre nos envía a mí, Kara y unos hombres a recorrer las aldeas. El trabajo era asegurarme de que tenían todo lo necesario, que la gente hacía sus trabajos y hacer un recorrido de seguridad, además de marcar presencia y mostrar quién será la siguiente gobernante. Los rumores de bandidos estaban por doquier y teníamos que hacer algo. Esto fue más un pedido personal que le hice a mi padre. La gente de Camelot conocía a la perfección a Arturo, sabía de su valentía y de sus capacidades. A mí no, no sabían nada y quería que confiaran en mí como algo más que ser la princesa que se casó con el dragón que defiende Camelot.

 A mí no, no sabían nada y quería que confiaran en mí como algo más que ser la princesa que se casó con el dragón que defiende Camelot

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Gwen estaba ayudándome con una armadura simple y las dos miramos al costado cuando escuchamos a Kara quejarse.

—Esto no me está quedando bien. —Se quejó y sonreí.

Le hice un gesto a Gwen y ella se acercó para ayudarla. Kara estiró los brazos y suspiró un tanto molesta. Sí, no le gusta que la ayuden. Noté que es muy independiente con vestirse y esos temas. Pero se mostró realmente sorprendida de que Gwen terminara en seguida y me reí observando su sorpresa.

—¿Cómo hiciste esto tan rápido? —Le preguntó—. ¿Cómo sabes de armaduras?

—Mi padre es herrero. —Le respondió con vergüenza y Kara se mostró interesada en ese detalle.

—¿De verdad? —Dijo y la miró—. ¿Crees que tu padre pueda reparar mi espada? Es que no está muy bien.

—Creo que hizo una ayer. —Dijo Gwen pensativa—. Si quiere le puedo pedir esa para que use mientras repara la suya. —Dijo y sonrió—. Creo que le va a gustar mucho esa espada.

Sonreí y viendo la interacción entre ambas. Además de la forma en que Kara se mostró interesada en una nueva espada.

—Quizás debas cambiar de espada. —Le sugerí y asintió.

—Sí, creo que sí. —Dijo y miró a Gwen—. ¿Crees que puedas mostrarme la espada antes de irme? ¿Ya está lista?

—Iré a hablar con él. —Dijo y nos miró—. ¿Necesitan algo más?

—No, nada más. —Le dije y asintió para luego irse.

Nos dejó solas un momento y me acerqué para acomodar la túnica de Kara, que tenía el símbolo de los Pendragon en su pecho. Era azul y el dragón estaba en un tono gris. Su cinturón tenía decoraciones de símbolos druidas antiguos y realmente le quedaba precioso. Ella sonreía mientras me veía acomodar la ropa y yo solo la miraba.

The Curse - Supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora