15.

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-Emilio- voltee a verlo pero ya estaba a un lado de mi sentándose en el sillón -Va a salir una nueva película, mire las críticas y son buenas, ¿quieres verla?- tenía un sándwich mordido en sus manos

-Esta bien, ¿cuándo se extrena?-

-El viernes- acerco el pan a mi boca, lo miré confundido, pero me lo metió tuve que morderlo -No te preocupes le puse la mitad de crema de cacahuate y la otra mitad de mermelada- mordió su sándwich y comí mi pedazo, tenía razón sólo era cacahuate -Ahora no los combino, se que la mermelada no te gusta- me lo acerco de nuevo y mordí

-Si me gusta la mermelada- me miro confundido

-Claro que no tu lo dijiste- me acerqué y lo besé, podía probar la mermelada de su boca

-De tu boca me gusta- sonrió negando, había llegado para pasar la tarde, estuvimos viendo la serie, pedimos comida tailandesa para cenar y se quedó a dormir.

Salió de bañarse y lo cargué -Emilio ¿que haces?- lo baje cerca de la cama, lo abracé por detrás, empecé a besarle el cuello, el acariciaba mis brazos, sabia que lo estaba disfrutando, así que en silencio, tomé la mascada, de mi bolsillo, seguí besando su cuello y le vende los ojos -Que mierdas, Emilio- trato de quitársela pero fui más rápido y le puse unas esposas que había comprado -En verdad vendado y esposado-

-Si- susurre en su oído, lo cargué acostando lo en medio de la cama -No te muevas, fui rápido a la cocina, tomé lo que necesitaba y regrese, lo abrí, metí un dedo al contenedor, embarre en su abdomen, era magnífico que solo se había puesto unos bóxer

-Esta frío, ¿Qué es?-

-Lo sabrás pronto- seguí con un pezón, en sus muslos, en su cuello y por último en su clavícula -Estas listo- asintió -Tus manos arriba de tu cabeza siempre, de acuerdo-

-Si- estaba seguro que hubiera rodado sus ojos, puse mis manos a cada lado de él, baje mi boca a su oído -Disfrútalo bonito- lamí su cuello, pase mi lengua hasta quitar todo el chocolate de él, pase a su clavícula la cual succione un poco, baje mi boca a su pezón,  con mi lengua jugaba con él, haciendo círculos, succionando levemente mientras que con mi mano estimulaba su otro pezón

-Ah, ahg, Emilio- trato de bajar sus manos

-A donde bonito, manos arriba- las volvió a colocar, baje a sus muslos dejando limpio la zona, subí a su abdomen lambí y arqueo su espalda, hice pequeñas secciones sin dejar marca, besé sus abdominales

-Em-emilio, suéltame- jadeo, lleve dos dedos a su boca que empezó a lamer, succionar y dar pequeños mordiscos, sabía que me estaba llevando al limite de la excitación ya que simulaba con mis dedos como me lo hacia oral, gruñi y sonrió, bajé con la ayuda de mi otra mano su bóxer, con mis dedos bien húmedos los introduje despacio -A-ah-

-Me toca- entraban y salían mis dedos, hacia movimientos de tijeras, lo estaba estimulando, con sus jadeos y gemidos mi miembro respondía, con la cuchara tome un poco de chocolate y fui directo a su boca que la tenia entre abierta, invadí con mi lengua toda su boca, ambos queríamos el control del beso, era jodidamente excitante el beso, mordíamos y succionábamos

-Dej-déjame toc-tocarte-

-¿Por?-

-Por favor-

-¿Me quieres tocar?- asintió -¿En verdad?- le decía susurrándole en el oído mi voz estaba un poco ronca por la excitación, mi pene necesitaba atención

-S-si- simule embestidas, solo unas telas nos impedía tocar piel con piel, poder sentirnos -Mier- embestí una dura y fuerte -A-ah….mierda…ya suéltame-

TrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora