𝑫𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓𝒐𝒖𝒔 𝑾𝒐𝒎𝒂𝒏 [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊/𝑫𝒓𝒂𝒌𝒆𝒏]

# 35

Viktoria abrió la puerta del apartamento y dejo que Draken entrara primero para luego entrar, la de cabellos negros había logrado convencer al rubio para que la acompañara a un lugar antes de que se marchara, la femenina lo había llevado a un apartamento que estaba ubicado cerca del burdel donde vivía, era evidente que el lugar era cómodo y lujoso pero parecía que vivía ahí un hombre por la estética que tenia dicho apartamento.

—¿Quieres algo de tomar?

—Soda o un jugo.

La de cabellos se dirigió hacia al refrigerador, comenzó a buscar algo de soda o jugo, ella podía sentir la mirada del rubio sobre su persona, estaba nerviosa y asustada por como terminaría esa situación, le entrego una lata de soda a Draken mientras que Viktoria opto por beber un poco de vodka.

Draken estaba sentado en una de las sillas de la barra mientras que Viktoria estaba sentada sobre la mesa a pocos centímetros del rubio, la femenina deslizo por sobre la mesa un juego de llaves y el rubio estaba confundido por la acción de la de cabellos negros.

—Este apartamento es tuyo.

—¿Jhm?

—Es un regalo de parte mía.

—No quiero nada de ti... Solo quiero escuchar lo que me tengas que decir, no va haber una próxima vez en que nosotros hablemos.

—Quiero que hablemos ahora y terminar todo de una vez.

La copa que sostenía Viktoria en su mano se rompió, pequeñas gotas de sangre caían al suelo, la femenina tomo un poco de papel y se limpio la sangre, se bajo de la mesa y se acerco hacia al rubio quien la observaba con preocupación. 

—Viktoria, tu mano...-dijo Draken antes de ser interrumpido por la femenina.

—Te quiero, Draken.

Draken se quedo perplejo ante las palabras dichas por la femenina, mientras que Viktoria lo tomo del borde de la camisa haciendo que se agachara, acerco su rostro al del rubio pero se detuvo.

—Lo siento, voy a besarte... Si no te gusta puedes golpearme.

Sus labios se unieron en un beso tierno, solo los labios del uno jugaban con los del otro, dejando que sus sentimientos salieran a través de ese beso, el rubio la tomo de la cintura mientras que con su otra mano acariciaba la mejilla de la femenina, se separaron un momento y se miraron mientras sonreían.