𝑫𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓𝒐𝒖𝒔 𝑾𝒐𝒎𝒂𝒏 [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊/𝑫𝒓𝒂𝒌𝒆𝒏]

# 38

—¿Qué hacen ellos aquí?

—También me da gusto verte, Kisaki-dijo Viktoria sonriendo falsamente y a la vez observaba al resto de chicos que se encontraban en el lugar.

—Solo me acompañan, aunque nos convendría tenerlos en la pandilla.

—¿Por qué nos convendría tenerla a ella? Se que Andrey es fuerte porque presencie como defendía a la hermana de Mikey. 

La de cabellos negros se giro a ver a su amigo y se podía notar la molestia que expresaba su rostro a pesar de la sonrisa que formaban sus labios, en ese momento Andrey quiso golpear a Kisaki por haber hablado sobre aquel suceso que había ocurrido días atrás.

—¿De que otra cosa tengo que enterarme, Andrey?

—Te lo iba a decir un día de estos.

—Oh, si! Como la ultima vez, que descubrí que estabas torturando con un vibr...-dijo Viktoria antes de ser callada por la mano de Andrey, casi la estaba asfixiando por el agarre y la pelinegra seguía murmurando cosas aun con la mano del chico de cabellos negros en la boca.

—No volveré a ocultarte nada, así que guarda silencio.

Andrey se quejo al sentir como Viktoria mordía su mano, la de cabellos negros rio al ver la expresión de dolor en el rostro de su amigo, mientras que el resto de los que se encontraban en el lugar observaban atentamente la escena de los dos extranjeros.

—Su acento es diferente, no son de aquí ¿Verdad?

—Somos rusos ¿Algún problema con ello?

—Ninguno, aunque quien decide quien entra a la pandilla, es Izana.

Viktoria sonrió al encontrarse con la mirada de un chico de cabellos plateados, se notaba desde lejos que era fuerte y estaba bastante roto, la de cabellos negros expulso el humo de su cigarro para luego apagarlo en su brazo.

—Que chico tan guapo.

—Viktoria.

—¿Que? Solo estoy diciendo que me parece atractivo ¿No opinas lo mismo?

—Si, es guapo, pero... ¿Qué haces, Viktoria?

La de cabellos negros se encontraban frente a Kakucho, sus ojos grisáceos no pudieron evitar observar la cicatriz que tenia en el rostro el de cabellos negros, Viktoria siempre había tenido una debilidad con las cicatrices y los tatuajes, la femenina siempre le había parecido sexy esas cicatrices que a otras personas les parecían horribles.

Los dedos de la femenina acariciaron con delicadeza y dulzura la cicatriz de Kakucho, su tacto era suave provocando que el de cabellos negros se estremeciera, Viktoria estaba tan concentrada en acariciar la cicatriz que no se percato que estaba demasiado cerca del rostro de Kakucho hasta que sus respiraciones chocaron entre si.