𝑫𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓𝒐𝒖𝒔 𝑾𝒐𝒎𝒂𝒏 [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊/𝑫𝒓𝒂𝒌𝒆𝒏]

𝑬𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍²

Esta parte se trata de un especial de Halloween, algo feliz para tratar de compensar la poca estabilidad emocional que les han dejado los últimos capítulos y los que están por venir. No crean que me he olvidado del lemon de los Hermanos Haitani, solo tengan un poco de paciencia, porque aun no lo he terminado de escribir, espero que lo disfruten.

Un pequeño regalo de mi parte. Están en su derecho de decidir si leerlo o no pues esta parte no afecta en la trama del fanfic.

Dulce Halloween

—¿Por qué demonios acepte esto?

—Quizás porque querías que dejara de estar enojada contigo.

—Pero era necesario vestirme de esta manera. Además ¿Por qué Isabelle esta vestida como un ángel sexy? 

Andrey vestía un pantalón negro, un arnés que rodeaba todo su pecho que marcaba sus pectorales, una diadema de orejas de perro junto a una chaqueta de cuero negra, mientras que Isabelle utilizaba un vestido corto de encaje que moldeaba sus curvas, una diadema de aureola de ángel junto con unas bellísimas alas blancas que tenían pequeños destellos brillantes.

—Es tu culpa por también involucrarla en tu mentira. Así que cállate si no vas ayudarme a vestirme.

—Joder, Viktoria. Avisa cuando vayas a desnudarte-dijo Andrey mientras se cubría con su mano sus ojos al ver como la femenina dejaba caer la bata de baño.

La de cabellos negros simplemente rio al ver como su amigo cubría su rostro para no verla, su disfraz consistía en un traje de conejita playboy, el látex del traje hacia parecer una segunda piel, hecha especialmente para el sexo sadomasoquista, una diadema de orejas de conejo negra, unas medias de red junto a unos tacones oscuros. En el cuello de la femenina se encontraba un corbatín aunque en realidad las miradas de las personas se enfocarían en el escote del traje o en su trasero.

—¿Cómo me veo?

—Debería ser pecado que utilizaras eso.

—Oh! Gracias por el cumplido-dijo Viktoria mientras se acomodaba las orejas de conejo para luego tomar una correa negra para perro que había encima de su tocador.

—Ni creas que voy a permitir que me pongas una correa.

—Entonces, tendré que ponerte un bozal por ser una mala perra. 

—Esta bien, ponme la maldita correa.

—Así me gusta. Vámonos. 

Salieron de la residencia Nikiforov y se dirigieron hacia al lugar donde se realizaría la fiesta de halloween que habían organizado sus amigos. En el trascurso del camino, las femeninas cantaban las canciones de Doja Cat, mientras que Andrey disfrutaba de la vista del camino, aunque estaba seguro que esa noche habría problemas a causa de sus amigas, especialmente por Viktoria.