# 24

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Narrador Omnisciente:

—03:30 horas, 20 de noviembre—

Viktoria se encontraba dándose una ducha después de haber estado golpeando el saco de boxeo, había vuelto a tener una pesadilla y no había conseguido dormir nuevamente, la pelinegra decidió desahogarse un poco con el saco sin importarle el dolor que sentía en sus nudillos.

El agua caia desde su cabeza hasta sus pies mojando todo a su paso, llevaba un buen rato dejando que solo el agua recorriera su cuerpo, paseaba sus manos por cada cicatriz que tenia aunque se detuvo en las cicatrices de su espalda, los recuerdos llegaron a su mente y nuevamente se sintió intranquila, insegura y con miedo.

Hace ochos años atrás.

La cabeza le dolía demasiado al igual que su cuerpo, no sabia donde se encontraba solo que estaba en un lugar que parecía ser un sótano oscuro y las paredes son de metal, no sabia que era lo que había ocurrido solo recordaba que se encontraba en casa de una tía y luego empezó el caos.

Viktoria verifico que no tuviera alguna herida grave en su cuerpo, ya que no seria bueno que estuviera herida porque estaba segura que tendría que defenderse, a su mente vinieron las palabras de sus padre "Van a asustarte lo más que puedan para debilitarte, tienes que mantenerte fuerte en todo momento y no mostrarles tu miedo"

De repente, la puerta se abre y aparece un imponente hombre junto a otros tres hombres, la pequeña niña se mantuvo quieta en su esquina, sus ojos grisáceos reconocieron de inmediato al hombre y era el líder de la mafia Meyer, el responsable de la muerte de su madre.

—Bienvenida a Alemania, Viktoria.

—¿Extrañas a tu familia, pequeña?

Viktoria se mantuvo callada y observaba con indiferencia al hombre frente a ella, los hombres que rodeaban al líder de la mafia Meyer prepararon lo necesario para la videollamada con el señor Nikiforov, la femenina se defendió de los hombres cuando se acercaron hacia a ella, pero fue inútil la diferencia de fuerza entre una niña de 10 años y un hombre adulto era bastante notoria.

—Hablaremos con tu papi, de el depende que pasara contigo. Te recomiendo que le digas a tu papi que te voy a matar al igual que a tu madre si no accede.

La pelinegra pensaba en todas las posibilidades de lo que podían hacerle ya que sus brazos estaban hacia arriba y atados a unas cadenas, a los pocos minutos se encontró con el rostro de su padre, la femenina respiro profundo para luego poner en practica todo el entrenamiento que había recibido en ese tipo de situaciones.

—Papá.

—Viktoria.

—El jodido alemán quiere que accedas a algo, supongo que todavía no aprende a no meterse con los Nikiforov.

La pelinegra observo como el líder de los Meyer le hacia una señal a uno de sus hombres para que se acercara a ella, el hombre traía en su mano una especie de látigo y la femenina apretó con fuerza sus labios para no emitir ningún sonido, los golpes comenzaron a caer sobre su espalda, el dolor que sentía era infernal, podía sentir como su piel ardía y sangraba a causa de los golpes.

Viktoria sentía que en cualquier momento se iba a desmayar por el dolor, quería gritar pero debía mantenerse fuerte a pesar de que su pequeño cuerpo ya no podía soportar, los golpes cesaron y sintió como una mano apretaba su cuello obligándola a que levantara el rostro y observara la cámara. 

—Escúchame bien, Vladik, voy a extender mi negocio a tu territorio. Si quieres ver de nuevo a tu hija accederás a eso y a otras peticiones.

𝑫𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓𝒐𝒖𝒔 𝑾𝒐𝒎𝒂𝒏 [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊/𝑫𝒓𝒂𝒌𝒆𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora