𝑫𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓𝒐𝒖𝒔 𝑾𝒐𝒎𝒂𝒏 [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊/𝑫𝒓𝒂𝒌𝒆𝒏]

# 26

Narrador Omnisciente:

Viktoria al levantar la mirada se paralizo al ver al rubio, la femenina aun seguía en su trance y a quien miraba no era Draken si no que a otra persona, comenzó a retroceder al instante con miedo y terror, la de cabellos negros solo quería escapar de esa persona y ocultarse, aunque el rubio la tomo del antebrazo al verla tan mal y aparte que se habían alejado demasiado.

—¡Por favor, deténganse! ¡Ya no sigan, por favor!

—¡Papá! ¡Hermanos! ¡Alguien...por favor...sálveme!

Draken la atrajo a su cuerpo y la abrazo, sintió como el cuerpo de la femenina temblaba, no sabia que era lo que le había ocurrido a Viktoria pero podía deducir que era algo traumático por el estado en que se encontraba, acariciaba su cabello y su espalda para calmarla de alguna manera, pero se detuvo al sentir unas cicatrices algo profundas en la espalda de la femenina y el rubio se sorprendió al verlas ya que parecían ser hechas con una especie de soga o un látigo.

El rubio pensó en miles escenarios sobre como la femenina había terminado con esas cicatrices en su espalda y se arrepentía de haberla obligado a entrar al mar cuando ella no quería hacerlo, Draken tomo de las mejillas a Viktoria y con sus pulgares limpio las lagrimas que caían de sus ojos, lo hacia con tanta ternura que provoco que la pelinegra saliera de su trance.

"Mierda ¿Por qué estoy llorando? No debería llorar...Pero...¿Por qué tuve que recordar? Soy una Nikiforov, nosotros no..." pensó Viktoria mientras sentía como el rubio limpiaba sus lagrimas, quería hablar pero las palabras parecían quedarse atoradas en su garganta, Draken se percato que la femenina ya había salido de su trance y lo único que hizo fue depositar un beso en la frente de la pelinegra.

—Lo siento, Viktoria.

Hubo un gran silencio entre ellos, solo escuchaba el sonido de las olas y de los pájaros que volaban en el cielo, Draken tenia muchas preguntas en su cabeza con respecto a Viktoria, pero no era el momento adecuado para preguntarle a la pelinegra, dejo de pensar en ello cuando sintió que la femenina colocaba sus brazos alrededor de su cuello y le hacia una señal de que se siguieran adentrando cada vez más al mar, el rubio la tomo de los muslos e hizo que enredada sus piernas alrededor de su cintura.

—Draken.

—¿Qué pasa, Viktoria?

—Lamento que hayas tenido que ver ese lado patético de mi. Seguramente piensas que la niña rica resulto ser una llorona-dijo Viktoria riendo.

—No digas tonterías, Viktoria... Uno a veces no quiere llorar, pero debe, está en la obligación de sacar eso que le duele.

Viktoria se mantuvo en silencio y nuevamente sintió sus ojos humedecerse, no quería llorar por los principios que le habían enseñado desde pequeña, libero las lagrimas que tanto estaba reprimiendo y le mostro nuevamente esa faceta a Draken quien era el único que la había visto en ese estado.

—Regresemos, ya me dio hambre.

—Todo el tiempo tienes hambre, Viktoria.

—¿Me estas diciendo que debería comer menos?

—Yo no...-dijo Draken antes de ser interrumpido por la pelinegra.

—¿Acaso estas insinuando que estoy gorda?

—Como voy a decirte que estas gorda, cuando tienes un cuerpo voluptuoso y firme.

—En pocas palabras quieres decir que estoy bien buena-dijo Viktoria sonriendo de forma burlona al ver que el rubio se había sonrojado por su comentario y a la misma vez ella rozaba intencionalmente su trasero contra el miembro del chico.