𝑫𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓𝒐𝒖𝒔 𝑾𝒐𝒎𝒂𝒏 [𝑲𝒆𝒏 𝑹𝒚𝒖𝒈𝒖𝒋𝒊/𝑫𝒓𝒂𝒌𝒆𝒏]

# 25

Narrador Omnisciente:

Viktoria y Andrey se encontraban en la casa de playa mientras esperaban que llegaran los chicos, después de todo la pelinegra había conseguido el permiso de sus hermanos de estar con Andrey sin tener todo el equipo de seguridad protegiéndola, ya que seria un gran problema si se daban cuenta de que habían otras personas en la casa de playa.

La pelinegra soltó un suspiro de frustración mientras pensaba en la idea de meterse al mar, ella hubiera preferido salir a otra parte donde no tuviera que dejar a la vista sus cicatrices, incluso con la ropa que escogía era bastante cuidadosa ya que normalmente dejaba a la vista un poco de piel, aunque la ropa siempre debía ocultar parte de su espalda.

—Podíamos haber cancelado la salida.

—Quizás si, pero se veían tan felices con la idea de venir a la playa.

—Iré a recogerlos ¿Quieres acompañarme?

—No, me quedare aquí observando el mar.

Andrey se levanto de la silla y se marcho, Viktoria solo continuo observando el mar y el sonido de las aves que pasaban por el cielo, la brisa del mar removiendo algunos mechones de su cabellera negra y su cabeza se movía al ritmo de la música.

"Estoy flotando sobre un mar de malos recuerdos y problemas" pensó Viktoria mientras observaba las nubes que habían en el radiante cielo azul e ignoraba por completo lo que ocurría a su alrededor. Sin embargo, a lo lejos escucho unas voces muy conocidas y una pequeña sonrisa apareció en su rostro al ver como los chicos discutían sobre quien había llegado antes al agua.

—Viktoria.

—Hola, chicos.

—Por lo que veo ya se están divirtiendo.

Viktoria platico un rato con los chicos antes de irse con las chicas, la pelinegra les mostro la casa de playa por si llegasen a necesitar algo, se comenzaron a vestir con sus trajes de baño, aunque la única que no lo había hecho era la menor de los Nikiforov.

—¿No vas a colocarte tu traje de baño?

—Si ya lo hare.

—No tengas vergüenza, estamos entre chicas.

Ese no era el problema, si no que Viktoria no querian que vieran sus cicatrices, después de todo la pelinegra ya se había cambiado varias veces enfrente de solos hombres, así que el hecho de cambiarse enfrente de otras mujeres le era irrelevante.

—¿Te sientes insegura de tu cuerpo? No te sientas insegura, algunos chicos prefieren los pechos pequeños.

Viktoria se contuvo de no golpearla, definitivamente nunca podría llevarse bien con Emma, apenas hablaba con la rubia y en las pocas veces que había intercambiado palabras con ella, se había percatado que la hermana de Mikey la detestaba y que hacia cualquier cosa para alejarla de Draken.

—Emma...-dijo Viktoria antes de ser interrumpida por el sonido de una llamada entrante a su celular, se dispuso a contestarla, aunque obviamente las dos chicas no entendían nada de lo que estaba diciendo la femenina, ya que esta hablaba en ruso y no en japonés.

Las dos chicas salieron de la habitacion, Viktoria continuo cerro con seguro la puerta y coloco la llamada en altavoz, se coloco el traje de baño de dos piezas color negra y encima el pareo color negro de tela traslucida que lograba ocultar un poco sus cicatrices.

Finalizo la llamada y se observo al espejo, tenia un cuerpo voluptuoso y firme gracias a los entrenamientos que realizaba todos los días, quizás no tenia unos grandes pechos como Emma y eso que ella podía operarse si quisiera. Sin embargo, Viktoria amaba su cuerpo tal como era, las cicatrices y marcas que habían en su cuerpo no la hacían sentir insegura, cada una de esas cicatrices y marcas tenían una historia o un significado para la pelinegra.

—Mierda, por eso adoro la playa...

—Takemichi y Mikey te golpearían si te escucharan decir eso.

—No lo decía por Emma y Hina...-dijo Andrey sonrojado mientras le entregaba un Caipirinha a la pelinegra.

—Lo se, Andrey. Solo te estoy molestando. Beber un buen coctel frente al mar, mientras observamos el azulado mar y hacemos como que el mundo no se va a la mierda.

—¿Qué es lo que ocurre, Viktoria?

—No te parece extraño que los Meyer no nos han vuelto atacar y que no hayan hecho ninguno movimiento en este tiempo.

—Es extraño, quizás están planeando algo grande esta vez.

—Eso es lo que parece... Uno de los infiltrados me informo que dentro de poco se reunirían con los italianos, pero no sabe con exactitud donde será dicha reunión y que Albert se encuentra en Japón.

—¡¿Albert?! ¿Qué hace ese hijo de puta aquí?

—No lo se, pero que este ese bastardo en Japón es un gran problema... Y yo me encargare personalmente de ese hijo de puta... Tiene que pagar por lo que hizo...

Iban a seguir hablando pero fueron interrumpidos por los chicos que los estaban invitando a jugar volleybol, Andrey acepto en jugar aunque Viktoria se negó de inmediato, ya que eso seria quitarse el pareo que ocultaba sus cicatrices, Hina estaba insistiéndole bastante a la femenina para que jugaran con ellas.

—Déjala, Hina.

—Ella dijo que no quería jugar, así que no le sigas rogando.

—Pero, Emma...

La pelinegra se estaba cansando de la actitud de la rubia, ella sabia que Emma estaba enamorada de Draken, aunque la femenina no estaba interesaba en el rubio o bueno eso creía ella, de repente, una voz bastante conocida llamo la atención de las tres chicas y cuando se giraron se encontraron con Draken.

—Viktoria ¿Por qué no juegas con nosotros?

—Su masculinidad quedaría destrozada si jugara, lo mejor es que no juegue.

—¿Te crees mejor que yo?-dijo Draken sonriendo de forma burlona, mientras se sentaba al lado de la femenina.

—No es que me crea mejor que tu... Se que soy mejor que tu, Draken-dijo Viktoria sonriendo de forma burlona, mientras bajaba un poco sus lentes para mirar al rubio.

Hina tomo del brazo a Emma para marcharse ahí, ya que la de cabellos rosados noto como la rubia temblaba a causa de la rabia que sentía hacia a la pelinegra, después de todo Emma consideraba a Viktoria como su rival por Draken.

—La odio, Hina.

—Emma...

Se quedaron en silencio cuando observaron como Draken cargaba sobre su hombro a Viktoria, la pelinegra lo golpeaba en la espalda para que la bajara y a la vez le gritaba a Andrey para que la fuera ayudar, aunque su amigo estaba riéndose por la situación en la que se encontraba la femenina.

—Bájame, Draken.

—Estamos en la playa y tu sentada leyendo otro de tus mangas.

—No lo entiendes yo no... Draken, por favor.

—Oh vamos, solo estamos en el mar, no eres de azúcar así que no te desharás.

Habían avanzado demasiado adentro del mar, Draken la bajo de su hombro sin percatarse del estado en que estaba Viktoria, el agua le llegaba a la altura de los pechos, aunque la pelinegra parecía estar en un estado de trance y el rubio se preocupo al verla llorar.

¡Espero que hayan disfrutado el capitulo!