Capítulo cuatro: Lo que una carta lleva dentro

61 14 0
                                    

"Querido Chris:
Nos sé todavía quién eres. No entiendo por qué te has atrevido a acercarte a mí, o por qué he aparecido yo en tu vida. Supongo que eres especial, porque has conseguido que te hable, que confíe en ti. Cada vez que cierro los ojos, veo tu mirada de color verde observándome, y tengo la impresión de que tu pelo del color del fuego me va a quemar de un momento a otro.
La última vez que nos vimos, no me dio tiempo a presentarme. Supongo que es mucho más fácil para mí escribir una carta que nunca recibirás, que hablar cara a cara contigo y enfrentarme a la realidad, pero, ante todo tienes que saber quién soy. Me llamo Dana, acabo de cumplir los siete años y vivo en Madrid. Supongo que conocerás la ciudad, es la capital de España. Tengo un hermano mayor, que se llama Pablo, y espero que lo conozcas pronto. Está todo el día entre libretas y libros, pero es muy divertido. Mis padres están siempre fuera de casa, con lo cual me paso la mayor parte de mi tiempo sola.
A pesar de todo ello, no suelo aburrirme. Me gusta leer los libros de Pablo, aunque la gente diga que son muy complicados para mi edad. Especialmente, me gustan los de Stephen Hawking. Espero que algún día te los pueda prestar.
En fin, no sé qué más decirte sobre mí. Ahora, solo me falta conocerte a ti.
Un abrazo
Dana"
Cuando terminé de escribir, me volví a tumbar sobre la cama, abrazando el cuaderno con cariño. En otro lugar, lejos de mí, un niño de pelo de volvió a abrir los ojos. En su puño, se encontró con un papel arrugado. Echó un vistazo rápido... Y sonrió.

El recuerdo de un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora