❄︎𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 5❄︎

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Elenor empezó a correr y alejarse de Ice-Home lo más rápido que pudo mientras su yo niña apenas se movía de su sitio avanzando lentamente hacia ella. Como si supiera que no podía escapar.

Cuando Elenor estaba a punto de salir del centro de Clerek chocó contra algo y acabó en el suelo mientras veía como se iluminaba una especie de barrera invisible al rededor del lugar.

Una sonrisa de satisfacción se dibujo en su cara mientras seguía avanzando hacia Elenor.

–¡¿Que quieres?! –grito Elenor con la voz entrecortada.

–Que inocente eres... ¿Es que no lo sabes? –Elenor respiro y comenzó a pensar. "¿Has recibido mi mensaje?" sus palabras delataban que ella le había hecho llegar el mapa y Elenor no tardó nada en darse cuenta una vez empezó a pensar. "¿Es que me quiere raptar? No, no tiene sentido... Me necesita... ¿Pero por qué tiene la cara mía de niña? ¿Es que soy yo poseída? ¿Y si solo está trabajando para alguien?" Muchas ideas pasaban por la cabeza de Elenor pero el tiempo se le acababa y casi la tenía encima.

"A lo mejor esto no es real. Tal vez solo son imaginaciones mias" Elenor sabía que no eran sus imaginaciones. Era demasiado real. Y demasiado aterrador.

Entonces recordó que antes de ver el mapa vio irse a aquel misterioso zorro blanco.... Ese zorro tenía demasiado que ver en algún sentido.

Su mente abandono todos esos pensamientos al sentir como los zapatos de la niña rozaban sus pantalones.

De repente un potente ruido invadió los oídos de Elenor. Un potente sonido acababa de empezar a sonar por todo el lugar. Las orejas la ardían, sentía que iban a explotar.

Elenor levantó la vista y vio como su antigua yo sé quejaban tapando sus oídos con fuerza. A ella también la estaba afectando. Elenor asta pudo distinguir como unas gotas de sangre bajaban por sus manos las que seguían pegadas a sus oídos.

Ellas dos parecían las únicas afectadas. De hecho tanto los Homster como Yhanire Queins seguían a lo suyo como si ni siquiera pusieran ver lo que ocurría.

De repente la Elenor niña cayó al suelo agotada y sin fuerzas se apartó las manos de sus oídos. Se miró las manos furiosa y vulnerable. Las tenía llenas de sangre.

Entonces el sonido desapareció junto a todo lo que había anteriormente a su alrededor. Estaba en aquella plaza gélida de nuevo, al lado de Ice-Home.

La sorpresa en la cara de Elenor era imposible de ocultar. ¿Que acababa de pasar? Elenor no sabía casi ni cómo se sentía.

Estaba aliviada por salir de allí pero la aterraba estar de vuelta en esa gélida realidad.

Entonces una voz detrás de ella la hizo estremecerse al notar lo mucho que todavía la ardían los oídos.

–Dejame adivinar, tu también estás atrapada aquí

Elenor se dio la vuelta y observo a quien tenía en frente. Era un chico de más o menos su edad. Tenía el pelo con un oscuro tono marrón claro y unos ojos oscuros, casi negros. Su piel era pálida pero no tanto como la de Elenor. Llevaba puesto un abrigo blanco, unos negros y amplios pantalones anchos y una botas marrones. Se notaba que el si que había venido preparado. Elenor sin embargo estaba muerta de frío con su blusa banca de manga corta y unos pantalones vaqueros ajustados que de milagro eran largos.

El chico tenía un aparato al lado que hiba conectado a sus guantes. Entonces Elenor pudo ver qué esos guantes eran como otras máquinas. Los guantes eran negros por todas partes excepto por unas rendijas que tenía. Debajo de las rendijas se veía una especie de metal gris.

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