❄︎𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 8❄︎

20 5 5
                                    

Cetery paso por delante de la joven decisiva y se volvió a girar para verla la cara. Subió ligeramente su mano y la indicó que la siguiera. Elenor la miró desafiante y avanzó unos pasos hasta quedar paralela a ella. Cetery empezó a caminar y Elenor la siguió. Su tía llevaba un ritmo ansioso pero de todas formas, no muy complicado de seguir para alguien de la edad de Elenor. Ella la siguió sin mucha dificultad.

Elenor estaba extrañada. Se dirigían a las afueras, estaba claro, pero no en dirección del lago... Entonces fue cuando la chica se dio cuenta y estudio la frase de Cetery más cuidadosamente. "¿Y si hablamos fuera? Creo que hay unos lugares que tal vez te resulten familiares..." Sin duda había más de un lugar. Tal vez le había salido mejor la jugada de lo que había planeado. Bueno, eso todavía tenía que verse.

El trayecto se hacía largo, sobre todo dado al silencio que había entre ellas dos. Ambas habían venido a conseguir algo, lo mismo de hecho, respuestas.

Tras un buen rato dejaron atrás no solo el pequeño pueblo sino un buen trecho de campo y Cetery se paró en seco. La hierba acompañada de tantas vistosas flores había desaparecido dando lugar a un terreno lleno de tierra. Elenor miró a su alrededor. Ese punto, ese en el que el campo se esfumaba y empezaba la tierra era sorprendente. Eran como dos lugares distintos. El luminoso campo en el cual se podían divisar las afueras del pueblito se tornaba de una forma en la que ese lugar parecía otro universo. Era oscuro y había tierra, tierra y más tierra, nada más. ¿Eso la quería enseñar? ¿Por eso la había hecho caminar tanto? ¿Para llevarla a un lugar tan simple?

–¿Y bien? –la voz de Cetery sonó fría y firme, sabía lo que quería.

–¿Por que hiba a estar interesada en un lugar como este? No hay nada.

Cetery pareció extrañada tras la pregunta y Elenor, negándose a haber perdido el tiempo se dispuso a dar un paso al frente. Justo antes de pasar la joven pudo notar como unas manos la envolvían la cara y la empujaban hacía atrás. Cetery soltó a Elenor y prosiguió.

–He dicho que ya está todo. No tenemos todo el tiempo del mundo –la voz de su tía sonó molesta y tal vez algo preocupada pero la chica no se percató de ello. Se podía decir que ya había recuperando la calma. Sin duda, había recuperado esos útiles rasgos que compartía con su suspicaz sobrina. Elenor, sin embargo, desde el primer instante en el que se cruzó con su tía al volver a casa, había mantenido una aparente calma casi sobrenatural. Su descanso había terminado cuando vio que estaba ella sola, ella sola con Cetery.

Elenor se giró a observar el simple paisaje que se encontraba junto a ella ignorando a la cual la observaba en ese mismo instante estudiando cada uno de sus movimientos.

"¿Que me oculta?" Elenor sabía que Cetery la estaba mirando detenidamente pero ella estaba ocupada haciendo lo mismo con el lugar.

–Esta bien –dijo Elenor. Sabía que exploraría ese lugar pero también que no era el momento– ¿A donde vamos ahora? –unos segundos de silencio inundaron el ambiente

–Eres lista...

–Has dicho "unos lugares", no "un lugar" Es bastante evidente. No es ser listo solo escuchar. Estar dispuesto a hacerlo te puede dar muchos detalles que tal vez podrían interesante. Pero hay que estar dispuesto a destapar lo que está oculto a simple vista –Elenor empezaba a comprender porque Cetery la había tapado los ojos–. Cada frase, cada palabra, oculta más de lo que alguien común se da cuenta. Esos puntos reservados para gente tan observativa como tú y yo son... Los que muchas veces te dan la clave de todo –la vista de Elenor se había transportado a la tierra y por un momento sintió la necesidad de correr hacia ella pero se recordó a si misma lo que podría provocar esa acción y rápidamente descartó la idea.

–En realidad creo que a sido suficiente por hoy.

Tras esa breve conversación ambas regresaron a la casa de Elenor. El camino se le paso más rápido a ambas analizando cada momento ocurrido.

Ambas estaban calladas, muy atentas, en guardia, y Elenor estaba algo incómoda. Eso hizo que recordase lo bien que se sintió en el camino a la pequeña cabaña junto a Luke y eso hizo que le echara de menos. En realidad no había pasado apenas tiempo desde la última vez que lo vio pero por una vez en su vida, no sabía si quería volver a esa otra realidad del pueblo. Sabía todo lo que la había pasado allí, recordaba perfectamente como sus ojos se llenaban de lágrimas observando como Coopy se ahogaba, pero él había hecho que no todo en ese lugar fuera oscuridad...
"Bueno... Al fin y al cabo es el único amigo que tienes... Es normal. Pero, puede que ni te considere su amiga, le acabas de conocer..."

Elenor nunca había tenido mas amigos que su fiel perro. Este incluso caminaba junto a ella. El beagle estaba algo atrasado, temeroso. Aunque Cetery no lo había notado, el perro de la chica había detectado nerviosismo en su dueña. Supongo, que los perros tienen un sexto sentido.

꧁𝑳𝑨 𝑪𝑯𝑰𝑪𝑨 𝑫𝑬 𝑳𝑨 𝑴𝑰𝑹𝑨𝑫𝑨 𝑬𝑺𝑴𝑬𝑹𝑨𝑳𝑫𝑨꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora