❄︎𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 13❄︎

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Luke miraba el mapa atentamente. ¿Que relación tendrían esos puntos? Entonces recordó que Elenor le había dicho, que tanto de pequeña, como la última vez, había vuelto al lugar desde el Lago Osur. A continuación recordó esa misma mañana. Las huellas habían desaparecido en la nieve, tal vez... ¿Y si había viajado de nuevo a Clerek? ¿Y si ahora estaba de vuelta en el pueblo original? Entonces Luke, mirando ese extraño arco, se dio cuenta de porque estaban marcados esos tres puntos. Eran los lugares que por alguna extraña razón, te permitían volver.

–¡Ah! ¡Por eso se llamaba Sendero de vuelta! –por un segundo vio lo fácil que se lo había puesto el propio nombre y no pudo creerse como no se dio cuenta antes.

Lo que tenía de frente debía ser una especie de portal pero los demás lugares... ¿Por qué? Entonces, intentando encontrar una respuesta miró a aquel arco. Parecía como si el tiempo lo hubiese dañada hasta un punto en el que comenzaba a fallar. Ahí Luke, lo comprendió todo. Ese portal estaba fallando ,y por una conexión que todavía no entendía, por los otros puntos también se podía viajar al Clerek.

El chico miró al arco un par de segundos más y sin dudar un segundo más, cogió carrerilla y atravesó el gran portal.

De repente un gran resplandor le cegó y, mareado, cuando logro abrir sus ojos, no tardó en darse cuenta que ya no estaba rodeado de nieve. Un terreno de tierra acababa de reemplazar el gélido lugar en el que estaba atrapado.

Luke no tenía ni idea de que acababa de pasar pero a pesar de eso no pudo evitar sonreír. Ese era el lugar que hace tanto tiempo que no pisaba y algo le decía que eso no era como lo que le ocurrió a Elenor al conocerse, algo le decía que estaba a salvo.

Sin embargo esa sensación desapareció en cuanto vio la carretera que tan bien conocía. Algo no cuadraba. Años atrás esa tierra ni existía. Era todo campo y nadie se hubiera molestado en quitar todo ese hermoso jardín.

Algo no iba bien.

Dio un par de vueltas sobre sí mismo alterado y al divisar la fábrica de su padre a lo lejos, la reconoció en seguida.

La gran fábrica de su padre resaltaba entre los edificios. Sin dudar ni un segundo más, empezó a dirigirse hacia la fábrica. No sabía el porque, solo había algo que lo impulsaba a volver a ese lugar.

Quería saber que había pasado, que había sido de su padre y de ese lugar con el que tanto soñaba.

Una parte de él tenía miedo. Miedo a que se hubiera olvidado de él, a que le rechazase, a que se sintiera enfadado o decepcionado por haber desaparecido tan de repente, por haberse colado tantas veces en el lugar. Le daba miedo no heredar esa gran fábrica algún día.

Elenor se paseaba sigilosamente por el único pasillo que encontró al entrar por la puerta principal

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Elenor se paseaba sigilosamente por el único pasillo que encontró al entrar por la puerta principal. Era muy amplio y se notaba la antigüedad del lugar en cada desgastada y pequeña ventana que alumbraba débilmente el apagado lugar.

El suelo chirriaba ligeramente de vez en cuando pero nadie se percató de que se había colado.

La chica comenzó a ver algo después del pasillo. Este ya había terminado y mostraba la gran primera planta.

Al principio, Elenor se quedó observando el lugar, pero no tardó en darse cuenta de que estaba completamente al descubierto. Rápidamente se apartó entrando a un pequeño cuartito con tan solo unas viejas y antiguas escaleras.

"Prohibido el paso, esto es una propiedad privada" decía un visible cartel que adornaba toda la entrada. Sin embargo, Elenor, ni se dio cuenta de la existencia de ese cartel.

–Ya te advertí –una voz proveniente de arriba de las escaleras llegó a los oídos de la joven–. Debiste dejar el tema en paz. ¡Mírate! ¡Te estás volviendo loco!

Ella comenzó a subir las escaleras con cuidado de no hacer ningún ruido. La curiosidad la había hipnotizado.

–No, no, no... –ahora hablaba una decepcionada voz masculina– Tu no entiendes que ocurre. Esto va mucho más hallá que nosotros. Mucho más haya que él.

Elenor termino de subir las escaleras y se encontró una puerta ligeramente abierta. La chica guiñó el ojo e intento ver por la pequeña rendija.

Dentro había una casa, era mucho más nueva que el resto del edificio, la joven supuso que no tenía más de cinco años. Las paredes estaban teñidas de un suave verde opalino que le daba un acogedor toque a la estancia y un suelo con un elegante parque de madera. El techo era de un tono beis del cual colgaba una bonita lámpara.

La chica no pudo evitar mostrarse sorprendida al ver que la casa empezaba directamente, sin ningún pasillo, pero a pesar de todo, la gustó su primera impresión de la casa.

Su primera impresión de los dos individuos que discutían fue completamente diferente.

El primero de la sala era un hombre que andaría por los cuarenta o tal vez cincuenta años de edad. Tenía el pelo con un oscuro tono gris y finas y negras gafas con unos marcos cuadrados. Era bastante alto y vestía unas marrones botas de montaña, unos anchos pantalones negros de vestir y un jersey a juego con sus botas.

La mujer de la sala era más joven. Andaba por los treinta años de edad y vestía bastante mejor que el otro hombre. Llevaba puesto un elegante vestido negro que la llegaba por las rodillas y una chaqueta de cuero encima. Los pies de esta, estaban cubiertos con unas caras botas negras y altas. Estaba maquillada excesivamente y su pelo estaba recogido en una coleta alta.

–No, esto no va más hallá de nada. Esto no tiene nada de raro. Esas cosas pasan. Lo que en realidad ocurre es que tu no quieres admitir la verdad. No quieres creerla porque duele –la mujer paró para suspirar mientras que el otro individuo la miraba desafiante– Porque es más fácil esconderte en una mentira que aceptar la realidad... La magia solo existe en los cuentos.

A continuación, la mujer cogió su bolso, el cual había dejado tirado en un pequeño sofá, y abrió completamente la puerta.

Elenor se movió bruscamente hacia un lado, ocultándose detrás de la misma puerta. La mujer tenía tanta prisa que no se dio cuenta de que la chica les había estado espiando por esa rendija todo el rato.

Hola!!

Se q últimamente no he estado escribiendo tanto, en parte se debe a el concurso en el q participé, pero tmb tengo q admitir q no he estado escribiendo mucho últimamente ya q no sabía cómo podía seguir. Espero que os haya encantado este capítulo.

Adiós y... ¡FELIZ NAVIDAD!

꧁𝑳𝑨 𝑪𝑯𝑰𝑪𝑨 𝑫𝑬 𝑳𝑨 𝑴𝑰𝑹𝑨𝑫𝑨 𝑬𝑺𝑴𝑬𝑹𝑨𝑳𝑫𝑨꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora