Sekiryuutei Vs Sekiryuutei -Revancha

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Lo que estaba en el cielo del Inframundo, eran dos seres que en cierto modo, comparten un título. Pero había diferencias. Uno nació con este, el otro lo tomó sin permiso.

El título de Sekiryuutei, es algo que unos pueden decir es maldito por todo el caos y el dolor que trae. Pero para uno, es parte de lo que es, de lo que lo hace quién es actualmente. Y la idea de que un bastardo lo use también, le da rabia.

Hyoudo Issei, el actual Sekiryuutei, miraba a su oponente, Euclid Lucifuge, el Sekiryuutei falso, quién era más talentoso que él en el uso del poder. Pero era un bastardo de primera. No sólo mato a inocentes. Mató a la madre de Ruby. Por su culpa Grayfia está siendo vigilada... Por él, Rossweisse estaba sufriendo. Por él, Blake tuvo que recordar todo el dolor y la culpa de su pasado.

No podía perdonar a este bastardo. Y le importa poco si se queda ciego de por vida, su meta es detenerlo. No importa lo que deba hacer.

Ise se centró en sentir el aura de su oponente. Era lo único que lo iba a ayudar ahora. Sin su X-Pulse contra este sujeto, si estaba ciego. Voló hacia él para lanzar un golpe, uno que Euclid bloqueo fácilmente. El demonio alzó su pierna para lanzar una patada al muchacho. Quién sintió el aura de su oponente centrarse en la parte baja... una patada.

Ise se dio un impulso en el aire para elevarse y esquivar la patada. Sintió la fuerza del impacto. Pero no se iba a amedrentar. Lanzó varias ráfagas de aura a su oponente, para luego moverse. No puede quedarse mucho tiempo ahí.

Euclid desvió todos los ataques a su persona sin problema alguno. Le dio risa el tener que ver como ese mocoso trata de pelear sin ver. Es inútil. Aumentó su aura y voló hacia él. Se puso a unos centímetros de él para alzar su puño y lanzar un golpe.

El Sekiryuutei Supremo alzó ambos brazos y los cruzó. Recibió el impacto, uno que lo mandó al suelo con fuerza. El choque lo hizo rebotar un poco. Haciendo que este se retuerza del dolor. Sintió su armadura en la zona de los brazos dañada. No estaba logrando nada.

-¡Ise-kun! – Rossweisse gritó horrorizada al verlo en el suelo, eso era algo que no quería creer. Él nunca...

Euclid descendió un poco, viendo con aburrimiento al muchacho. Quién aún trataba de ponerse en pie. ¿Por qué lo sigue intentando? No le ve el sentido. Su fuerza no basta para hacerle frente. Y eso es algo que él le dejará en claro con su poder.

Bajó en picada hacia su oponente, quién escuchó como el aire era afectando por el veloz descenso de ese demonio. Ise dio un salto hacia un lado para esquivar el ataque, pero Euclid alzó una patada hacia él. La recibió en todo el pecho, dañando la armadura en dicha zona.

El Sekiryuutei retrocedió tambaleándose por la falta de aire que sentía. Pero ni tiempo tuvo para recuperarse cuando sintió un golpe en la cara. Luego en el abdomen, una patada en la rodilla derecha que lo hizo arrodillarse sin querer. Para luego recibir un golpe ascendente en el mentón.

Eso sí lo mandó hacia atrás, el casco de su armadura destrozado por lo último. Sangre saliendo de su boca. El daño era tal, que era increíble ver que seguía despierto.

-Lo ves ahora. Tus esfuerzos son en vano. – Euclid pateó al muchacho en el estómago, quién seguía en el suelo. – No eres nada.

-Ngh... Bastardo...

-¿Quieres saber por qué hago esto? ¿Por qué deseo destrozarte? Porque representas todo lo que el mundo ve como bello y lo pone en los más alto. Un ídolo para todos. – Euclid alzó su pie y piso la cabeza de Ise con tal fuerza que está se estrelló contra el suelo. La fuerza fue tal, que se hizo un pequeño cráter que se empezó a ver manchado por la sangre.

Sekiryuutei Supremo AscensionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora