Paranormal~Thomas Sangster y tú

Capítulo 13

Le envié un mensaje a mi madre diciéndole que ya estaba camino al hospital y comencé a caminar del lado contrario al que caminaban mis hermanos. Ellos querían acompañarme pero les dije que no era necesario, Dylan en la tarde tenía entrenamiento, y además tenían mucha tarea, no quería que perdieran tiempo acompañandome, el hospital no quedaba muy lejos, sólo 10 minutos en bus, y para volver había un bus que me dejaba a unas seis cuadras de mi casa.
Me coloqué los auriculares y comencé a caminar tranquilamente en dirección a la parada, estaba a cuatro cuadras del colegio.
Cuando hice una cuadra, comencé a sentir una mirada, voltee hacia todos lados, y si bien había varias personas, cada quien estaba en lo suyo.
Comencé a caminar mucho más rápido, al llegar a la parada por suerte había más personas, en su mayoría estudiantes, esperando el bus.
Por suerte no tuve que esperar mucho y cinco minutos después estaba sobre el bus sentada al fondo.

Comencé a sentir frío y creí que era por el aire acondicionado del vehículo, pero 10 minutos después cuando baje de este, seguía sintiendo frío.
Por suerte el bus paraba en frente del hospital, así que le envié un mensaje a mi madre diciéndole que ya estaba allí e ingresé.
Su respuesta fue rápida y me dijo que subiera en el ascensor al primer piso que me estaría esperando en las puertas
Subí por el ascensor y tal como me dijo mi madre, allí estaba esperándome, me saludó abrazandome y al separarse me dijo que la siguiera, que ya tenía un turno.

Tuvimos que esperar unos minutos a que saliera el hombre que estaba siendo atendido, pero luego entramos nosotras saludando al médico y amigo de mi madre y nos sentamos en la silla frente al escritorio.

-Bien _____, cuéntame que sucede.

-Bueno, estoy aquí porque ayer me desmaye en la mañana en medio de un examen, pero antes me sentía bien, y luego de eso también.

-Bueno-anotó en una hoja-¿Qué sentiste justo antes de caer.

-Bueno, primero mi vista se volvió borrosa, vi mis manos temblar, y comenzó a faltarme el aire... ahora que recuerdo creo que me hablaban pero las voces se escuchaban muy lejos.

-¿Y ahora cómo te sientes?¿bien?

-Me siento muy bien.

-Dime ¿Cómo es tu alimentación?

-Pues no diría que como muy sano, pero tampoco vivo comiendo comida chatarra.

-¿Cómo duermes por la noche? ¿Cumples las ocho horas de sueño?

-Bueno... No mucho, a veces me cuesta dormir, o aveces tengo pesadillas durante toda la noche y no puedo dormir.

-Ya veo ¿Haces ejercicio?

-No mucho la verdad, de vez en cuando solía salir a correr con mi hermano pero hace mucho no lo hacemos... Y a principio de año deje la academia de baile a la que iba.

-Bueno, tal vez no sea nada, pero voy a enviar a hacerte un análisis de sangre para descartar cosas-dijo tocando un botón, eso lo tenían para llamar a las enfermeras cuando necesitaban algo.

-Esta bien-asentí.

-Creí que sería más difícil-río-A todo el mundo le dan miedo las agujas.

-Le tengo miedo a otras cosas.

En ese momento una enfermera ingresó preguntando que necesitaba, y el doctor le dijo que necesitaba extraer sangre, ella asintió y salió de la sala mientras el médico me pedía que me sentara en la camilla.

No pasó mucho para que la enfermera volviera con una bandeja de plata, con una aguja, algodó y gasa en ella. Colocó la bandeja en la camilla al lado mío y comenzó a preparar mi brazo para sacar sangre.
Ingresó la aguja con mucho cuidado y comenzó a extraer la sangre, hasta que terminó y colocó la gasa donde había estado la aguja.