Paranormal~Thomas Sangster y tú

Capítulo 8

Una semana.

Habia pasado una semana desde que estaba castigada.
Mi padre hace dos días habia dejado de preguntarme que habia ocurrido con mi habitación, ya que siempre le decia lo mismo, y él siempre me contestaba que me sacaria el castigo cuando dijera la verdad.

Era claro que no me creería aquello, no es algo normal que suele ocurrir siempre, ni tampoco era facil de creer.

La puerta de mi habitación se abrio y por ella entro a mi madre, que me dio una sutil sonrisa y caminó hasta sentarse al lado mio.

-Cariño ¿Por qué no nos dices la verdad? Sabes que con eso se terminaria todo.

-Aun que lo dijera... Ustedes no me creerían.

-Sabes que si. Solo es cuestión de decir la verdad-dijo y asentí lentamente con la cabeza.

-Yo no fui la que destruyó mi habitación, y no sé lo que realmente ocurrió.

-Bien-mi madre salio de mi habitación sin decir nada más.

-Menos mal que me creerías-murmure, y me acosté en mi cama, observando el techo.

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1, 2 Freddy viene por ti

Mire a mi alrededor, estaba en un bosque, y estaba todo muy oscuro, apenas se podian distingir las cosas.

3, 4 cierra la puerta

Giré sobre mi propio eje, me sentía vijilada pero a mi alrededor no habia nada más que árboles.

5, 6 toma un crucifijo

7, 8 mantente despierto

Un viento helado recorrió el lugar, haciendome temblar.

9, 10 nunca mas dormirás

Volví a girar, intentando ver algo, pero de nuevo fue inutil.

Laz voces infantiles que cantaban, eran escalofriantes, y cada vez las escuchaba mas cerca, junto a unas risitas, tambien infantiles, perturbadoras

Por mas que buscara de donde venia la canción, y por qué me sentía observada, no había mas a mi alrededor que arboles.

La canción volvió a comenzar.

1, 2 Fredy viene por ti

3, 4 cierra la puerta

5, 6 toma un crucifijo

7, 8 mantente despierto

9, 10 nunca mas dormirás

Escucho una rama romperse detras mio, y al girarme, un rostro aterrador detras mio.

-¡Ahhh!-me levanto de la cama, estoy sudando, temblando, mis manos estan palidas y seguro mi rostro tambien, y tengo mucho frio, lo cual no me explico porque estoy cubierta por el edredon, y la calefacción está encendida.

Thomas entró corriendo a la habitación, y se acostó a mi lado, dejando mi cabeza en su pecho.

-Si, lo sé, lo sé-acarició mi espalda-Vamos a dormir-pidió, y yo solo asentí.

Nos recostamos en la cama, Thomas se durmió a los pocos segundos, rodeando mi cintura con sus piernas, pero yo no pude dormir.

-Chicos, arriba-Dylan entró a mi habitación con la intención de despertarnos a mi y a Thomas, pero yo ya estaba despierta, luego de aquella pesadilla no pude volver a dormir.

Thomas se quejó, y luego de que Dylan lo sarandeara, se levantó maldiciendolo, y se fue a su habitación a cambiarse.
Dylan se fue detrás de él, ya que aun seguia con su piyama y debía cambiarse.

Me levanto de la cama, y me dirijo al baño.

Al volver a mi habitación, me coloco el uniforme del colegio y bajo las escaleras. Al entrar al comedor, veo a mi madre sirviendo el desayuno, mientras mi padre y mis hermanos estaban sentados.

-Buenos días-me senté en mi lugar.

-Buenos dias, cariño-mi madre colocó mi desayuno en frente mio.

-Buenos días-mi padre dejó su teléfono, donde veia las noticias, y comenzó a desayunar.
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Al llegar al colegio, me despedí de mis hermanos, y caminé hacia mi salón, encontrándome con mi mejor amigo sentado en nuestro lugar.

-Hola-saludó cuando me senté a su lado.

-Hola-recosté mi cabeza en el escritorio.

-Te ves terrible-dijo, mientras acomodaba mi cabello.

-Lo sé, tuve una pesadilla como a las tres de la madrugada, y despues de eso no pude volver dormir.

-¿Qué fue esta vez?

-¿Conoces la cancion de Freddy Krueger? Bueno, soñé con eso, y no sé, pero luego no pude volver a dormir.

El profesor entró, interrupiendonos, y luego de saludar, comenzó su clase.

De repente, en un parpadear, dejé de estar en el colegio, para encontrarme en un sementerio.

El cielo estaba gris, y sin nuves, lo que hacia que todo se viera de aquella forma, gris.

Giré a mi alrededor, y a unos metros de mi, sentada contra una pared, habia una nina pequeña, no pasaba los cuatro años.

Tenia un largo vestido blanco, roto y sucio, un cabello negro que llegaba por debajo de su cintura.
Tenia sus rodillas contra su pecho, y abrazaba sua piernas, ocultando su rostro. Podia escuchar sus sollozos.

Me acerqué lentamente a ella, mientras más me acercaba, más frío se volvia el ambiente.

-Ey, niña-me arrodille frente a ella-¿Por qué lloras? ¿Cómo llegaste aqui? ¿Dónde está tu mami?-la niña solo incremento su llanto-¿Qué ocurre?

La niña levantó su rostro, dejandome ver su rostro rasguñado, y sus ojos totalmente negros.

Ella miró detras mio, y señaló algo.

Al girarme, me encontre una chica, totalmente blanca, y parecia haber muerto de una manera terrible y violenta.

Extendió sus manos hacia mi y...

-¡No!-grité, levantandome sobresaltada.

-Señorita O'brien, puede no gustarle mi clase, pero de eso a dormirse y gritar. Y no es la primera vez que se duerme-él profesor se colocó delante de mi escritorio.

-Lo siento, yo...

-Sin excusas, a dirección.

Los amodoro.

*Belu

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