PECCATUM VI [#6]

CAPÍTULO XXI.

JONAS.

Desperté y Erick estaba sentado a un lado de la cama.

—Hola... Saludé.

—Buenos días —contesto dulce...

Sonreí al escucharlo.

—Niños... ¿Están despierto? —hablo mi padre del otro lado de la puerta.

—Sí, justo se acaba de despertar Jonas. —dijo Erick.

—Perfecto, vengan a desayunar.

Erick se levantó y se acercó a la puerta.

—¿iras así? —inquirí

—¿Así cómo?

—En... Bóxer...

—Pues sí, es nuestro papá ¿No? Hazlo se siente extraño pero liberal. —propuso.

Me levanté y fui al baño, al salir él estaba esperándome.

—Vamos hermanito... —expreso Erick.

Salimos y mi padre nos quedó viendo un poco extraño.

—¿Hicieron una especie de pijamada o por qué tienen los mismos suéteres? —inquirió mi padre curioso.

—Una especie de pijamada de hermanos. —contesto Erick.

—Vaya... Me invitan para la próxima, deberíamos hacer un padre e hijos, por ahora vengan a comer esto que les hice.

Esa mañana tuvimos un desayuno familiar agradable... Después me cambié y regresé a mi casa, no miento una pequeña sensación traía dentro, no sabía cómo explicarla, si era miedo, culpa, deseo, no sabría cómo descifrarla.

ERICK

Salí de casa a comprar unas cosas al centro comercial, no para de pensar lo que había pasado entre Jonas y yo... Me sentía un poco culpable por haber comenzado todo, pero en cierto lugar era un deseo prohibido que mi cuerpo exija y no lo podía controlar.

Llegué al supermercado a comprarle unas prendas de vestir a mi padre... Ya que había dado la idea para una pijamada los tres así que me puse manos a la obra en ello.

—¿Erick? —una voz un poco conocida me llamo.

—¿Alex? Tanto tiempo sin vernos —conteste gozoso abrazándolo.

—Desde la graduación no nos veíamos —comento.

—Sí... Tanto tiempo ¿Qué es de tu vida? —Pregunté.

—Pues nada... Dedicado al fútbol y pues nada llegué está mañana de Bogotá, estaba haciendo unas cosas.

—Oh... Ya... ¿Te parece si tomamos algo? —propuse.

—No tengo problema alguno, justo terminé de comprar estas cosas para mi hermano, ya me iba casa y no tengo nada que hacer. —expreso.

—Perfecto.

Yo terminé de comprar algunas cosas y nos fuimos a un pequeño bar que estaba en la ciudad... El reloj marcaba las 8 PM así que la noche apenas comenzaba.

Una vez en el bar nos colocamos a tomar y a hablar de nuestras vidas... Le había comentado lo de mi padre y lo de mis nuevos hermanos... Alex me comentó que ahora vivía en México con su familia...

Pasadas las 2 AM mi mente comenzaba a dar vueltas Alex se levantó para ir al baño... Lo comencé a seguir al estar en el baño lo jale del brazo y lo bese desesperarme.

—¿Qué haces? —inquirió un poco confuso.

—No sé... —respondí un poco apenado.

Alex me besó un poco desesperado y volvió a parar.

—¿Qué hacemos? —pregunte mientras mi cuerpo hervía más y más de calor.

—Ven... Vámonos de aquí —anuncio tomándome del brazo.

Salimos rápido de aquel bar y tomamos un taxi.

—¿A dónde vamos? —pregunte.

—Tengo ganas de todo contigo hoy... Desde que estábamos en la escuela te tengo ganas —susurro a mi odio pasando su lengua por mi oreja.

Lo miré un poco coqueto y me reí.

Llegamos a un motel un poco alejado de la ciudad... Aunque nos hayan mirado un poco raro nosotros solo queríamos dejar salir toda esta presión.