ERICK.
Salí de casa de los chicos y me dirigí hacia la calle en busca de algún vehículo.
—Erick... Acá... —llamo mi padre, se encontrará sentado a un lado de la calle.
—¿Qué haces ahí? —inquirí.
—¿Cómo te fue? —pregunto.
—Muy bien... Jonas y Eli me aceptaron... ¿Sabes que el señor que estaba ahí era el papá de Dereck? —le pregunte...
—No... No tenía ni la menor idea, sabe me arrepiento de todo eso que les hice a ellos... Supongo que uno de los chicos es el esposo de Jonas...
—Y el otro de Eli —le interrumpí —Eli y Leo tienen un hijo, al igual que Jonas.
—Leo... Excelente chico para Eli... Creo que en parte también le hice mucho daño a él, y a Melissa, ¿Qué hacía el padre del chico en la casa de ellos? —pregunto mi padre.
—Antonio... Termino cansado con Melissa... —le dije.
Mi padre suspiró, sabía que por dentro todo se le estaba derrumbando y aunque también me causo mucho daño, debía servirle de apoyo, había quedado completamente solo... Bueno conmigo, pero sé que él lo que más necesitaba era el perdón de todos ellos...
JONAS
Por alguna extraña razón me gustaba la idea de tener un hermano... Creo que siempre lo había querido... Y había encontrado ese consuelo con Leo, pero sentía que no era lo mismo... Cuando vi en el GYM una fuerte corriente corrió por mi cuerpo al tocar su mano, nunca había sentido esa sensación, en sus ojos vi algo más... Algo muy extraño y es aquí donde me doy cuenta la fuerza de la sangre... No nos parecíamos mucho, pero si teníamos rasgos físicos muy notables... Su cabello de dos colores negro... Y una franja amarilla lo hacía ver perfecto, sus pechos un poco marcados y alto...
La sensación que sentí al ver a Lucas fue recordar muchísimo dolor... Aún lo odiaba, pero hubo algo que me hiciera sentir un poco culpable... O bueno creo que fue lástima lo que sentí por él.
Me causa muchísima gracia saber que teníamos 25 años los dos... Un pequeño sentimiento comenzó a nacer... Sabía que me lo encontraría de nuevo en el GYM así que ya quería que amaneciera para poder verlo... O bueno tener algún contacto... Quería saber más cosas.
—¿En qué piensas? —dijo Jorge al entrar a la habitación.
—Pues en Erick, amor... Tengo un hermano... —dije un poco sorprendido.
—Debes estar vuelto un caos —anuncio acercándose y abrazándome de por la espalda. —Estoy contigo.
—Es que no tengo problemas con que tenga un hermano, tengo dudas... Muchas dudas, he conectado con el y eso... Eso me alegra —dije un poco emocionado.
—Veo que te agrado la noticia.
—Muchísimo amor... Mucho.
—Me alegra saber eso, cariño...
Jorge se acostó conmigo, paso su mano por mi pecho y comenzó a acariciarme... Sus caricias eran las mejores... Pero aun así... Las de Dereck estaban impregnadas en mi piel y no podían soltarse.
Despertamos temprano y comenzamos el día... Debíamos ir al GYM, pero Jorge se adelantó un poco, ya que debía hacer unas cosas...
Llegué al GYM y Jorge se encontraba en las duchas, medio comentamos ciertas cosas y él salió rápido a sus cosas, comencé mi rutina y veo Erick entrar por la puerta, me quedé quieto, esperando a que se acercará...
—Hola, Jonas —saludo estirando su mano.
Accedí a su saludo, pero de un impulso lo abracé... El continuo el abrazo... Y al igual que yo, comenzó su rutina... Eran pocos los momentos en dónde hablábamos, ya que a veces tenía que ir a otras máquinas y así...
...
—¿Qué tal hoy? —pregunto mientas nos vestimos en las duchas.
—Bien... No estuvo un poco fuerte ¿Y a ti? —devolví la pregunta.
—Genial... Me fue súper bien, aunque quede un poco cansado.
—Bien... Erick, ¿te gustaría que saliéramos? No sé... ¿A tomar algo? Tengo cosas que preguntarte... —lance.
—Si claro... Si quieres podemos ir ahora... La verdad me gustaría conocer más de mi hermano. —anuncio.
Acepte a si propuesta y salimos los dos... Por el GYM había un centro comercial así que llegamos a almorzar... Ya faltaba poco para el almuerzo así que decidimos llegar.
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PECCATUM VI [#6]
RomansHola soy Erick, tengo 25 años, he vivido toda mi vida en Medellin Colombia, mi vida era casi perfecta hasta que mi madre murió y mi padre tuvo que pagar por sus errores, Los secretos siempre duelen, pero este... Este no sabía si me dolería o me gus...