- Estas mintiendo – me dijo Firegel mientras me ahorcaba – el príncipe está muerto
- Pu...puedo comprobarlo – levanté mi manga y le mostré la marca de la familia.
- Me suelta – los llevaré a los dos ante el rey, y si estás mintiendo, gozaré personalmente destruir tu cuerpo y arrancarte extremidad por extremidad.
- Lamento decirte que no vas a extirparle las extremidades a nadie.
Una pequeña nave de transporte llegó y nos llevo a Zalma y a mí al palacio.
- ¿Es cierto?, ¿eres el príncipe? – me preguntó Zalma
- Sí.
- ¿Alguien más lo sabía?
- Ron y Dalma, desde el primer día que me vieron.
- Debiste decírmelo.
- ¿Para qué?, ¿para que me entregaran al ejército y me torturaran por información?
- ¿Sabía que tu padre iba a volver?
- Era una posibilidad, tenía fe de que no sucediera.
- ¿FE?, ¡PUDISTE DECIR ALGO! ¡PUDIMOS HABER ESTADO PREPARADOS!
- Quise dejar mi pasado atrás, el día de la rebelión Kartus murió y nací yo. Zalma, perdón, pero debes entenderme, yo – respire un poco – me arrepiento de los actos que cometía mi familia, pero, ¿puedes culparme?, yo no tenía conciencia de la maldad que hacíamos, no hasta que conocí la maldad por cuenta propia.
- ¿A qué te refieres?
- ¿recuerdas que una nave fue derribada antes del escape del rey?
- Sí, el ejército no encontró a nadie dentro de la nave y se creyó que fue una distracción.
- Exacto, fue una distracción, pero la nave no estaba vacía, bueno, estaba vacía cuando la abandone.
- ¿Qué?
- Mi propio padre – comencé a llorar – me utilizo, me dijo que vaya al hangar y vaya a la galaxia Yarum en busca de ayuda, y resultó que me utilizo como distracción.
- Entonces...
- Lo odio con todo mi corazón, pero lamentablemente, mi lazo de sangre con él fue la única forma de la que te pude salvar.
- Espera un momento, si tú estás aquí, entonces la nave no llegará a Parta.
- No te preocupes por eso, una teniente del ejército estaba en la nave con resaca, pero estará bien, ella está en camino a Parta por los refuerzos.
- Al menos eso es algo positivo.
- Zalma, yo...
- Ahórratelo, no tengo ganas de hablar.
Finalmente llegamos al palacio, dónde mi padre nos estaba esperando en su gran salón, de nuevo en su trono, mirando a sus sirvientes con toda la arrogancia posible.
- Firegel, que está haciendo aquí, regrese y aniquile a todos los supervivientes.
- En eso estaba, "su majestad", hasta que me tope con este insecto que dice ser su hijo, creí que podría interesarle.
- ¿Qué?
- Me empuja Firegel para que me arrodille en frente de mi padre y muestra mi marca - ¿esta marca le parece conocida?
- No lo puedo creer, está vivo.
- No gracias a ti, traidor.
- Créeme Kartus, hay cosas que no comprendes.
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EL FIN DE LOS DIOSES
Science FictionHan pasado varios años desde la batalla de Nueva York y los dioses se han encargado de proteger la Tierra y mejorar la civilización como la conocemos. Sin embargo, una amenaza de tamaño universal hace que se unan una vez más con nuevos personajes pa...