CAPÍTULO XXIX - REPLANTEAMIENTO

6 1 0
                                    

En poco menos de un mes, la guerra ya había cobrado varias vidas. No solo fueron las de millones de humanos durante la invasión a la Tierra, sino que han muerto algunos miembros del Olimpo, cómo Apolo y Helena, además de Brian, que si bien no fue nombrado como un dios del Olimpo, era parte importante de la familia de los dioses. 

Debido a que ambas muertes fueron casi en el mismo día, se hizo un funeral simultaneo, para honrar a ambos dioses, recordar su vida y que cada quién quiera, suba y diga unas palabras. Kler subió y habló sobre su admiración hacia Apolo, quién para los dioses de la nueva generación era como un líder y mencionó la falta que les iba hacer. Entre lágrimas habló de su mamá, de cómo en sus últimos minutos, junto todo su valor e hizo lo que cualquier madre haría, dar su vida por sus hijos. 

Luego cada uno subió a decir unas palabras. La única que no pudo fue Annia. No tuvo las fuerzas para decir algo, incluso, no sabía que decir. Es decir, ¿Qué podía hacer?, ¿saben lo difícil que es perder  un hijo?, e incluso se siente peor al saber que el culpable fue uno de tus hijos. 

Una vez terminado el funeral, Ares fue a hablar con Atenea

- Esto es una mierda - le dijo Ares a Atenea - en menos de un mes hemos perdido más de lo que hayamos ganado en esta estúpida guerra. 

- No es la primera vez que nos sucede - dijo Atenea 

- Pero se supone que no debía volver a pasar. Ya he perdido demasiado hermana, y lo sabes. 

- Sí. Esta guerra se ha vuelto cada vez más complicada. Además, he subestimado mucho a nuestros enemigos. Si Firegel es así de peligrosa, ni yo puedo imaginar a K....

- ¿Prima? - le preguntó Kler a Atenea

- Atenea respira - ¿qué sucede Kler?

- Quiero pedirte un favor. 

- Lo que sea, dime. 

- Quiero que me entrenes - la mirada de Kler paso a ser una mirada de tristeza a una mirada llena de odio - quiero matarla. 

- Kler, aunque entrenes años, ella esta fuera de tus límites - le dijo Atenea

- Atenea tiene razón - dijo Ares - ni siquiera yo pude hacerle mucho daño. 

- La diferencia es que yo lo hice - dijo Kler

- ¿Qué? - preguntaron los dos hermanos al mismo tiempo

- Durante nuestra pelea, logré activar al completo mi ira y... pude quitarle el oxigeno. Estuve a punto de derrotarlo, pero - comienza a llorar - me confíe y aprovecho mi estupidez para engañarme y... luego pasó lo demás. 

- Podríamos tener una habilidad - le dijo Ares a Atenea

- Es posible, pero... Firegel ya conoce tu habilidad, es posible que la próxima vez no sea tan fácil. 

- Es por eso que quiero entrenar, quiero vencerla con mis otras habilidades - ve la mirada sin confianza de Atenea - ¡Por favor!, estoy segura que si entreno podría ser capaz de atravesarla con una fina ráfaga de viento.

- Se puede hacer, pero tomara tiempo. ¿Estás segura qué quieres este entrenamiento.

- ¡SÍ!

- ¿Cómo vas a entrenarla en tan poco tiempo?, necesitamos vencerla ¡ya!

- En cierta parte del universo existe un lugar llamado "la cueva de la eternidad", ahí dentro, un día equivale a 5 años. Es un buen tiempo para entrenar, con una semana ahí debe ser suficiente para entrenar a Kler - Dijo Atenea

- Creo que una vez Kory la mencionó - dijo Ares

- Ahí puedes desenvolverte por completo. Se supone que al entrar te encuentras en una dimensión distinta, totalmente en blanco e infinita, en la cual puedes usar todo tu poder sin lastimar a nadie y sin destruir nada.

EL FIN DE LOS DIOSESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora