Capítulo 12.

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Noah.

Al terminar, bajamos con los chicos a la playa. Todos estaban jugando entre las olas, mientras tanto, Nick estaba acostado bajo la sombra de una sombrilla en uno de los camastros.

- ¿Por qué no estás con los demás? - le preguntó Chris.

-Porque estoy descansando un poco - 

- ¿Quieres jugar?, traje una pelota – hizo una maniobra con ella.

-En un rato más, por mientras los observo desde aquí - contestó Nick.

-Si tú lo dices - dijo Chris un poco decepcionado y nos alejamos él, hasta que paré.

- ¿Vienes? – 

-Sí, en un momento – le contesté rápidamente. - Hablaré un poco con Nick.

-Okay, a ver si puedes convencerlo para que venga a jugar - dijo mirándolo.

-Claro, haré lo que pueda. Si no logro convencerlo, le hablaré a los chicos para que lo carguen – le grité mientras me acercaba a Nick.

Nick me lanzó una mirada como si me estuviera retando y los tres reímos. Finalmente, Chris se fue con los chicos.

- ¿Qué pasó campeón? - me preguntó Nick.

-Te noto desanimado - le pregunté preocupado.

-No es nada, solo me siento un poco mal, es todo -

- ¿Emocionalmente o físicamente? - me senté junto a él.

-Emocionalmente, supongo – respondió.

- ¿Te puedo ayudar en algo? – lo rodeé con uno de mis brazos.

-No te preocupes, estoy bien así. En un rato más se me quita – seguía un poco cerrado.

- ¿Sabías que reprimir tus emociones puede ser muy dañino? – seguía insistiendo.

- ¿En serio? No lo sabía – se notaba que no le importaba.

- ¿Te puedo contar algo? - 

-Claro, porque no - me contestó amablemente.

-Cuando yo acababa de salir del closet, recibía golpes todo el tiempo y comentarios muy hirientes –

-Maldita gente mierda - dijo molesto.

-Pasé mucho tiempo sin decirle a mi mamá. Llegaba de la escuela directamente a mi cuarto en donde lloraba y me lastimaba. Odiaba tanto ser yo. – limpié una pequeña lágrima que caía por mi mejilla. – Un día simplemente llegué a mi límite y simplemente decidí afrontarlo por el camino "fácil".

- ¿Por qué? - me preguntó.

-Porque simplemente ya no tenía ganas de seguir enfrentándolo sin conseguir un cambio. Afortunadamente mi mamá me encontró a tiempo y ahora estoy aquí platicando contigo - dije con lágrimas en los ojos.

-De verdad me alegro que estés aquí, aun así, sigo pensando que eres muy valiente – limpió una lagrima que caía por mi mejilla. - ¿Y tú mamá nunca fue a hablar con los maestros? -

-Después de ese suceso, fue varias veces y en cada una de ellas, le decían lo mismo y lo mismo y de nuevo lo mismo - dije molesto.

- ¿Qué le decían? - 

- "Hablaremos con los alumnos involucrados y con sus padres, usted no se preocupe." Y obviamente que no terminaban cumpliendo con lo que decían, nunca –
-Vaya que si era una mierda tu escuela –

Al sentir tu piel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora