Noah.
Al terminar, bajamos con los chicos a la playa. Todos estaban jugando entre las olas, mientras tanto, Nick estaba acostado bajo la sombra de una sombrilla en uno de los camastros.
- ¿Por qué no estás con los demás? - le preguntó Chris.
-Porque estoy descansando un poco -
- ¿Quieres jugar?, traje una pelota – hizo una maniobra con ella.
-En un rato más, por mientras los observo desde aquí - contestó Nick.
-Si tú lo dices - dijo Chris un poco decepcionado y nos alejamos él, hasta que paré.
- ¿Vienes? –
-Sí, en un momento – le contesté rápidamente. - Hablaré un poco con Nick.
-Okay, a ver si puedes convencerlo para que venga a jugar - dijo mirándolo.
-Claro, haré lo que pueda. Si no logro convencerlo, le hablaré a los chicos para que lo carguen – le grité mientras me acercaba a Nick.
Nick me lanzó una mirada como si me estuviera retando y los tres reímos. Finalmente, Chris se fue con los chicos.
- ¿Qué pasó campeón? - me preguntó Nick.
-Te noto desanimado - le pregunté preocupado.
-No es nada, solo me siento un poco mal, es todo -
- ¿Emocionalmente o físicamente? - me senté junto a él.
-Emocionalmente, supongo – respondió.
- ¿Te puedo ayudar en algo? – lo rodeé con uno de mis brazos.
-No te preocupes, estoy bien así. En un rato más se me quita – seguía un poco cerrado.
- ¿Sabías que reprimir tus emociones puede ser muy dañino? – seguía insistiendo.
- ¿En serio? No lo sabía – se notaba que no le importaba.
- ¿Te puedo contar algo? -
-Claro, porque no - me contestó amablemente.
-Cuando yo acababa de salir del closet, recibía golpes todo el tiempo y comentarios muy hirientes –
-Maldita gente mierda - dijo molesto.
-Pasé mucho tiempo sin decirle a mi mamá. Llegaba de la escuela directamente a mi cuarto en donde lloraba y me lastimaba. Odiaba tanto ser yo. – limpié una pequeña lágrima que caía por mi mejilla. – Un día simplemente llegué a mi límite y simplemente decidí afrontarlo por el camino "fácil".
- ¿Por qué? - me preguntó.
-Porque simplemente ya no tenía ganas de seguir enfrentándolo sin conseguir un cambio. Afortunadamente mi mamá me encontró a tiempo y ahora estoy aquí platicando contigo - dije con lágrimas en los ojos.
-De verdad me alegro que estés aquí, aun así, sigo pensando que eres muy valiente – limpió una lagrima que caía por mi mejilla. - ¿Y tú mamá nunca fue a hablar con los maestros? -
-Después de ese suceso, fue varias veces y en cada una de ellas, le decían lo mismo y lo mismo y de nuevo lo mismo - dije molesto.
- ¿Qué le decían? -
- "Hablaremos con los alumnos involucrados y con sus padres, usted no se preocupe." Y obviamente que no terminaban cumpliendo con lo que decían, nunca –
-Vaya que si era una mierda tu escuela –
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Al sentir tu piel.
RomantikUn chico llamado Noah Johnson trata de encontrar el amor, hasta que llega el momento de entrar a la universidad en donde gracias a un golpe de suerte logra unirse a una de las fraternidades más importantes del país. Ahí se encontrará en medio de sit...