Capítulo 13.

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Noah.

-Por favor contesta – susurraba mientras veía mi computadora esperando a que Jerome contestara a mi videollamada.

- ¡Hola! – me saludó con una sonrisa, estaba sentado en su escritorio.

-Lamento si te desperté – limpié disimuladamente mis lágrimas.

-No te preocupes, hace como diez minutos que me desperté – le dio un sorbo a una tasa de lo que parecía ser café. – ¿No es tarde allá? ¿Qué hacer despierto tan tarde?

-Es que, decidimos pasar el fin de semana fuera de la casa y estamos en la casa de playa de uno de los chicos –

- ¿Y por qué no estás con ellos? ¿Pasó algo? – volvió a darle otro trago a la tasa.

-En realidad sí... - tapé mi cara con mis manos y solté un gran suspiro. -Uno de los chicos...nos descubrió a mí y a Christopher teniendo...sexo.

Tan pronto como terminé de explicarle, pude notar como su expresión cambió por completo y pude ver la decepción en su rostro.

-Lo siento tanto – mi voz comenzó a quebrarse.

-Christopher es el chico del que estábamos hablando días atrás ¿no? – no pude decirle ni una palabra y solo asentí.

Un silencio incomodo se hizo presente por unos minutos. Yo solo observaba a Jerome bastante inquieto. No dejaba de voltear hacia la nada y jugar con sus manos, parecía estar molesto.

-Supongo que...me lo esperaba – rompió el silencio.

-Jerome, yo de verdad lo siento, no... - traté de hablar, pero me interrumpió.

-Estuve trabajando muy duro durante estas semanas para poder ir a verte – agachó la mirada

-No me digas eso por favor – una parte de mí, se desmoronó en ese momento y comencé a llorar.

-Pero veo que ya no será necesario -

-Jerome...por favor – le dije entre sollozos.

-Adiós Noah – simplemente me colgó.

Me quedé varios minutos sentado en la cama, llorando muy fuerte. Solo podía sentirme triste e increíblemente enojado conmigo mismo. Yo solo podía sentirme agradecido con Jerome por todo lo que viví con él, pero muy disgustado por la forma en la que todo terminó. Jamás me lo iba a perdonar, pero creo fue lo correcto para ambos.

Después de que logré calmarme, decidí levantarme para ir a darme una ducha. Cuando me paré por completo y dirigí mi mirada hacia enfrente, el cañón de una pistola se encontraba a centímetros de mi frente. Me asusté tanto que al instante me quedé completamente congelado, expectante del arma y del hombre con máscara quien la sostenía con una de sus manos las cuales, estaban cubiertas por unos guantes.

-Buenas noches...Noah Johnson - me dijo el sujeto con una máscara de cuero totalmente roja. Únicamente podía ver sus ojos y su boca.

- ¿Quién carajo eres? – estaba totalmente inmóvil.

- ¿Recuerdas la carta que dejaron en la puerta de tu hogar? – una sonrisa malévola se dibujó en su rostro.

- ¿Eres tú? –

- ¡Ding ding! – soltó una pequeña risa sarcástica.

- ¿Qué-qué es lo que quieres? – le pregunté con mucho miedo.

-A ti... - comenzó a deslizar el cañón a lo largo de mi torso hasta llegar a mi entrepierna y meter el caño lentamente por mi ropa interior.

Al escuchar su respuesta, no pude evitar soltar un par de lágrimas debido al terror que sentía en ese momento. Se colocó detrás de mí, sin dejar de apuntarme con el arma, me golpeó fuertemente en la cabeza y me empujó bocabajo a la cama para después sujetar mis manos fuertemente y colocarlas en mi espalda. Se sentó justo sobre mi trasero para finalmente, inmovilizarme por completo. Traté de resistirme y luchar contra él, pero el me ganaba bastante con su fuerza. Después me apuntó nuevamente con el arma por detrás de la cabeza, ordenándome que me quitase la ropa y yo obedecí. Dejó el arma a un lado y con una de sus manos tapó bruscamente mi boca, mientras que, con la otra comenzó a desabrocharse el pantalón para sacar su pene. Por más que yo seguía gritando y forcejeando para poder escapar, él solo me sujetaba con más fuerza.

Al sentir tu piel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora