Al sentir tu piel.

Capítulo 14.

Christopher.

-Estaba pensando pedírselo en la playa en la casa de Nick – me recargué en la pared y crucé mis brazos.

-Es buena tu idea, pero creo que en el último lugar en donde quiere estar, es en esa casa después de lo que le pasó. - me dijo Bob.

-Tiene razón - le dije y agaché la cabeza.

- ¡Ya sé! - exclamé de repente.

- ¿En qué pensaste? - me preguntó Jeremy.

-Lo llevaré a su ciudad favorita, ahí se lo pediré - dije emocionado.

- ¿Cuál ciudad es? -me preguntó Connor.

-París, le encanta esa ciudad. - contesté.

- ¿Qué no era Tokio? - me dijo Dylan.

-Mierda, creo que sí. Entonces lo llevaré a las dos ciudades, por qué no – comencé a buscar toda la información en mi celular.

Mientras seguía organizando y planeando, vi como un doctor se estaba acercando a mí con dos oficiales detrás de él. Al principio pensé que iban a tomar mi testimonio, pero conforme se acercaban, uno de los oficiales sacó unas esposas y temí lo peor.

- ¿Es usted Christopher Allen? - me preguntó el doctor.

-Sí, ¿necesita mi testimonio? - le pregunté amablemente

-Ya no necesitamos lo necesitamos señor, porque usted es el agresor. ¡Oficiales llévenselo! - dijo el doctor con maldad.

- ¡¿De qué mierda están hablando?! ¡esto es un error, yo no soy el agresor! - los oficiales me sujetaron de los brazos para ponerme las esposas.

-Tiene derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra en un tribunal judicial. Tiene derecho a consultar a un abogado antes de hablar con la policía y a tener un abogado presente durante el interrogatorio o más adelante. Si no puede pagar un abogado, el tribunal le asignará uno antes del interrogatorio si así lo desea. Si decide responder preguntas sin un abogado presente, tendrá el derecho de dejar de contestar en cualquier momento hasta que hable con un abogado. - me dijo uno de los oficiales.

- ¡Noah! ¡Noah! - grité lo más fuerte que pude.

Los chicos estaban tratando de que no me llevasen, Noah y Nick salieron del cuarto para rápidamente para auxiliarme.

- ¡Oficiales! ¡¿qué hacen?! él no me hizo nada, estoy saliendo con él – gritó Noah.

-Lo siento señor, el ADN del señor Allen estaba en usted y eso lo vincula fuertemente a la agresión - dijo uno de los oficiales.

-Pero tuve sexo consensuado con él antes de que pasaras esa mierda. Él no me ha hecho nada malo - le dijo tratando a los oficiales tratando de convencerlos.

-Lo siento señor, no podemos hacer nada. Es el principal sospechoso hasta que se demuestre lo contrario –

Noah se acercó a mí y me dio un beso.

-Noah, por favor ayúdame - le dije desesperado y llorando.

-Tranquilo mi amor haz lo que te digan, te sacaré, lo prometo. - me dijo mientras me sujetaba por las mejillas.

-Vámonos - me dijo el oficial y me jaló de un brazo. -Por cierto, señor Roberts, su casa ha sido revisada y no hay peligro alguno. Buen día – habló uno de los oficiales.

Mientras recorría el pasillo y me alejaba de Noah, solo lo veía a los ojos, estaba llorando. Los demás se veían muy frustrados y enojados. Todo se veía en cámara lenta, esto no estaba pasando, tenía que contratar al mejor abogado del país, sino, no saldría de la cárcel.