Two Worlds Collide [Marvel OC]

FIVE

Olivia.

— ¿Liz trae un top nuevo? —le pregunta Peter a Ned, totalmente embobados por Liz Allan.

— No, ese ya lo conocíamos —niega—. Pero no con esa falda —agrega.

— Hay que dejar de verla o nos vamos a ver muy perros —ruedo los ojos ante sus palabras y sigo comiendo de mi bandeja.

— Muy tarde —los tres nos volteamos hacia MJ, extrañados—. Son unos losers.

— Y... ¿Por qué te sientas con nosotros? —cuestiona el moreno, igual de confundido que el castaño.

— Porque no tengo amigos —confiesa, y yo sonrío discretamente. Me cae bien.

— ¡Hola, hola! —ahora, los cuatro dirigimos la vista hasta la voz alegre de Diana.

Oh, no.

— Miren a quién encontré de camino a la cafetería —levanta el brazo de Peter, y yo solo quiero correr.

No estoy lista para convivir con los dos Peters.

— ¿Ya conociste a Rodrigo, Peter? Vive con Olivia —la aniquilo con la mirada.

No sé cuál es su plan, pero estoy segura de que lo hace para darle celos a Peter, y no funcionará.

— Sí, Olivia nos presentó esta mañana —asiente en su dirección, amigable como siempre.

Es el hombre araña...

— Es lo que le dije, pero insistió en traerme aquí —me mira pidiendo ayuda. Me pongo de pie bruscamente, ganando la mirada de mi mejor amigo.

— De hecho, tenía que hacer cosas con Rodrigo, así que, si nos disculpan —dispuesta a irme, hay algo que me lo impide. Peter me toma de la mano y me observa con esos ojos de cachorro.

— Olivia, tenemos que hablar, no puedes evitarme para siempre —murmura.

— No te estoy evitando, Peter, es solo que tengo cosas que hacer. Tú pareces muy ocupado admirando a Liz junto a Ned, pero yo tengo una vida —me zafo de su agarre, lentamente arrepintiéndome por mis palabras. Aún así, me voy, y Rodrigo me sigue  sin decir nada.

— ¿Hace falta que te lo diga? —inquiere él.

— Sé lo que dirás, así que ahorratelo. Sé que estoy siendo cruel con él, pero no fue mi intención, lo dije sin pensar.

— Que lo hagas más de una vez, demuestra que sí lo dices pensándolo.

— Olivia, ¿qué fue eso? —suspiro cuando oigo a Diana.

— ¿De qué hablas? —me hago la tonta.

— ¿Desde cuándo tratas así a Peter? Entiendo que estés celosa porque le gusta Liz, pero jamás le hablaste así —quiero replicar, pero tiene razón.