Two Worlds Collide [Marvel OC]

TWENTY

Peter.

La ayudo a salir del auto y seco las palmas de mis manos en mis pantalones. Estoy tan nervioso, he planeado esto por días, y me da miedo que salga mal.

Observo a la chica que me acompaña, y no puedo evitar sonreír. Está tan hermosa en ese vestido blanco con mangas largas, su cabello rubio se ve tan sedoso que solo quiero enterrar mis dedos en él. Me asusta que se sienta decepcionada con la sorpresa que preparé.

Sus ojos se iluminan viendo el lugar al que vinimos.

— ¿Qué hacemos en un restaurante que se ve tan costoso? —no negaré esa característica.

— Solo vamos a disfrutar —tomo su mano y caminamos hasta la recepción.

— Buenas noches, niños —nos da la bienvenida.

— Buenas noches, tengo una reserva a nombre de Peter Parker —revisa la lista y nos sonríe.

— Por aquí —nos invita a pasar y nos guía hasta nuestra mesa, en el primer piso, junto a una ventana que da a la calle, pudiendo así ver todas las luces de la ciudad—. Mesa para dos.

Tiro la silla de Olivia hacia atrás y esta se sienta con una sonrisa plasmada en su rostro. Eso hace que todo lo valga.

— Muchas gracias —le digo al recepcionista. Este asiente y se retira.

— Este lugar es hermoso, Peter. ¿Cómo podremos pagarlo? —se preocupa. Es consciente de que ninguno de los dos tiene dinero.

— He estado ahorrando, así que no es un problema.

— Bien —no la veo muy convencida, pero decido ignorarlo.

— Buenas noches —llega la mesera con dos cartas, y nos las entrega—. Vendré en unos minutos para tomar la orden —con las manos detrás de su espalda, nos hace una reverencia.

— Gracias —le agradece la rubia frente a mí.

— Sí, gracias —la mesera se retira, y encuentro a Olivia leyendo los platos.

— Wow... —parece sorprendida.

— No te fijes en los precios, por favor —me mira por sobre la carta, y suspira.

— De acuerdo... Ya sé lo que quiero —la miro, atento—. Spaghetti con albóndigas.

— Como...

— La dama y el vagabundo —completa por mí.

Es la película que veíamos cuando éramos pequeños.

— Sí, exacto. ¿Pedimos un plato para compartir? —como una niña pequeña, asiente emocionada. Ese gesto derrite mi corazón.

Me gusta tanto.

[...]

Pago la cuenta sin preocuparme por el precio. Afortunadamente, me sobraba dinero del que ahorré para esta noche. Satisfecho, le hago un gesto a Olivia para salir del restaurante. Habíamos comido mucho, y fue una velada muy tranquila y romántica, al menos yo, la pasé muy bien.