Two Worlds Collide [Marvel OC]

THIRTY FOUR

Olivia.

Loki estuvo evitándome todo el día. A cada sala que entraba, él se iba. Me sentía tan avergonzada, porque le dije lo que sentía, y él solo huyó. Estoy empezando a creer que es un cobarde, y que no debí haber abierto la boca.

Furiosa, lanzo una bola de energía hacia el campo de fuerza.

— ¿Qué te hizo ese escudo? —me volteo cuando escucho a Steve detrás de mí.

— Hola —continúo con mi entrenamiento.

— ¿Qué sucede?

— Crisis existenciales.

— Puedes contarme si quieres.

— Todos los días recuerdo lo de Thanos, recuerdo lo que Stephen me dijo antes de desaparecer, en las vidas que perdimos, y pienso en lo estúpido que es Loki.

— Eres una niña valiente, Olivia.

— ¿Por qué lo dices?

— Por todo lo que viviste a tu corta edad y en tan poco tiempo. Aprendiste muy rápido, y sufriste muchas pérdidas. Pero sigues aquí, no perdiste la cordura, y nos mantienes a todos cuerdos —acaricia mi espalda—. No sé por qué crees eso de Loki, y estoy de acuerdo, pero lo demás... Hay que superarlo todos juntos, ¿sí? Puedes contar conmigo —abrazo a mi amigo durante unos segundos.

— Gracias, Steve.

— ¿Quieres hablar de Loki? —niego despacio—. ¿De Strange?

— Me dijo que era mi padre, pero que a la vez no lo era. Me confunde, porque luego tengo visiones de Peter 2 diciéndome que podríamos estar juntos a pesar de ser de distintos universos. Siento que todos saben quién soy menos yo, y me frustra.

— El tiempo te dará las respuestas, no puedes hacer nada al respecto. Supongo que las únicas personas que saben tu identidad, son los que no están entre nosotros, pero estoy seguro de que algún día lo sabrás —asiento.

— Supongo que tienes razón.

— Si me disculpas, iré a hacer la cena. Ya sabes que, cualquier cosa, puedes contar conmigo.

— Igualmente —me sonríe antes de irse del campo de entrenamiento.

Desquito mi frustración en los muñecos de entrenamiento, y me asusto cuando siento una mano en mi hombro, por lo que lo tomo y lo derribo en un segundo.

— Auch... —se queja Loki.

— No deberías asustarme así.

— Lo siento, solo quería hablar —se endereza a duras penas.

— Estoy ocupada.

— Vamos, midgardiana. Necesitaba pensar, eso es todo —le tiendo la mano para ayudarlo a ponerse de pie, y su cuerpo queda pegado al mío.