Viaje a Saturno

No puedes huir

Después de todo, que es de un mundo juvenil sin los riesgos? La locura es natural en los seres humanos y sus noches tienen forma de la misma vegetación

-- Gracias - Mencionó Atenea 

-- Por favor no te vayas 

Alan cerró la puerta del baño, encontró su refugio al besarme, los besos eran candentes, apasionados, el alcohol penetraba la garganta y unas manos fuertes me debilitaban 

-- Dentente¡ Has consumido demasiado, no sabes lo que estas haciendo, vete, Dante me a invitado, no puedo hacerle esto

-- Crees que para él eres especial? No tienes idea de cuantas de estas reuniones ha hecho - Mencionaba Alan entre risas 

-- Acabamos de conocernos, él solo a sido muy amable, solo, detente 

Te digo que no pude terminar la oración cuando  Alan devoró mis labios, arrancó la blusa y mis gritos fueron sordos, tal vez el eco del baño rezaba por mi...

A su vez ya se encontraban un grupo de  jóvenes disfrutando del ambiente, la compañía y sus incitantes licores

-- Chicos, la han visto? - Mencionó Dante

-- Vamos Dan relájate, hace un rato Alan la acompañó al baño, seguro que no tardan - Mencionó Alonso 

-- Y que hay de los demás? Los porros los han enloquecido demasiado? - Dijo mientras observaba a su alrededor

-- Has traído al banquete al duo perfecto de Marco¡ Ya puedes imaginar dónde están, no lo crees? - Exclamó fuertemente, Alonso

-- Y dices que Alan la ha llevado al baño desde hace un rato verdad? Solo, iré a confirmar, procura no beberte la siguiente botella - Caminó con tono preocupante 

Dantes'Mind:

De todos mis amigos, Alan siempre ha sido el más alocado, le e pasado infinidad de groserías pero si se atreve a hacerle un mínimo daño a esa chica, no sé que pueda pasar...

Sala de interrogatorio

Ojalá esa noche la hubiera dejado con él, tal vez ahora esto no estaría sucediendo, cuanto llegué a la puerta del baño no dude en casi tumbar la puerta, no sabría decirte el por qué de mi acción y en cuanto vi aquella escena mis ojos se cristalizaron.... eran dos jóvenes gozosos de la noche, me sentía tan insignificante...

-- Dante¡¡ - Gritó Atenea

-- Hermano, por qué no te unes? Como vez la estamos pasando magníficamente- Rió Alan

-- Ya lo veo, lo siento, creí que les apetecería seguir conversando con nosotros - Mencionó Dante cerrando la puerta

-- Dante déjame explicarte porfavor, porfavor - Rogó Atenea 

-- Encerio te vas a molestar por esto? Solo han sido unos cuantos besitos, anda, deja de amargarte - Río Alan

No tengo idea como me pudo doler tanto, era solamente la acción del momento de una conocida y un amigo, sin singularidad, sin aparentemente, nada. Pero como me gusta recordar...

-- Alan en este momento sal de aquí antes de que me olvide quien eres - Exclamó amenazante

-- Acabaremos esto después pequeña - Mencionó Alan a la lejanía 

En cuanto salió, cerré la puerta con seguro, arranqué la camisa de un solo jalón y la acorralé como un asesino a su victima..

-- Escucha, gracias, nada es lo que pa...  - Agregó Atenea, siendo interrumpida 

Comenzé a besar de su cuello, imagina un perro queriendo imponer su hedor, todos los instintos de las bestias renacieron en mi como solo la gente imponente saber hacer, o, yo hice mal? 

-- Por qué tu olor me incita a esto? Desde esa noche, no e podido sacarte de mi mente - Exclamó Dante

-- Tú lo dijiste, tal vez el destino no quiere que paremos, no esta noche

La ropa no es tan íntima para una ocasión especial, bueno, en ese momento no recuerdo que estuviese, no estaba nuestra ropa, no estaba la verguenza, no había nada que nos detuviera, sus suaves manos por mi cuerpo, tampoco estaban invitadas pero mi deseo me impedía detenerlas.

Ella no puede decir que no lo hicimos bien, miedo? Solo sé que ese día sus traumas desaparecieron, nuestros cuerpos eran uno solo al ritmo veloz de las personas que de verdad se desean...

-- De verdad tienes que detenerte? - Gruñó Atenea 

-- Yo me detendré, tú continuarás - Dijo amenazante

Para qué fueron hechas las piernas si no es para arrodillarse ante el frenesí de lo ajeno? 

-- Te prometo que no me olvidarás, honrarás esa noche como la religión a sus dioses, honrame ahora, este es nuestro momento - Voz sensual 

Usted a llorado? Por qué ha llorado? las noches donde el corazón se rompe la almohada ahoga sus lágrimas, cierto? 

Pues le juro que esa noche la almohada tenía calor y no se ahogaba de dolor...

-- Lo que haces es gratificante, no te detengas nunca

-- Lo prometo

-- Por qué has dejado de hacerlo? E dicho algo malo? - Interrogó curioso

Y si, nunca se destuvo...

-- Algún día entenderás que haberme conocido es lo mejor que te ha pasado 

-- No, algún día tu pedirás nunca haberme conocido, porque entonces yo ya estaré lejos y me vas a extrañar - Desafío 

-- Quién diablos eres? - Exclamó curioso

Hay preguntas a las que no debería haber respuesta nunca...

-- Solo llamame... Atenea - Mencionó con voz imponente, misteriosa

-- Las diosas hablan? Que diría Alan en este momento? - Mencionó desafiante

-- Y que importa lo que él dice? Importa esto, importa que sepas que tus besos son mejores y tu aroma me hipnotiza - Siguiente de esto, tomó del cabello 

-- Y será que su aroma también y por eso terminaron acá ustedes dos solos? Haciendo lo que ahora mismo no hemos dejado de hacer? - Exclamó desafiante

-- Lo que quise decir es que, yo tampoco e dejado de pensarte desde esa noche y eso es lo que te debería importar porque ya no hay marcha atrás

-- No será que lo único que buscabas era esto? terminar enredada  con alguien a quien te demostró interés?

-- No sabes quién soy¡ - Gritó Atenea 

-- Entonces dime Atenea, quién eres? - Mirada curiosa 

-- La mujer que te a hecho ver el universo con tan solo una noche y te aseguro que también conozco el infierno - Seguido de esto el silencio fue dominado por un beso 

Camina junto a Atenea en... https://www.dreame.com/chapter/h0jwwydA22%2BJPatLeijMvw%3D%3D.html