Viaje a Saturno

Capitulo 38

Atenea"S Mind

Acepté hacer esto porque no tengo otra salida, la decisión que tome ahora marcará nuestros destinos, no es lo que hubiese querido

Pero no puedo permitir que más gente pague las consecuencias en mi nombre, aunque esto involucre mi eterna infelicidad

Eran las fiestas de Septiembre en México, las tradiciones, los cuetes y sus sabores rodeaban las calles, los días ideales para pasar desapercibido el acto que cometeríamos, no puedo sacar de mi mente las palabras de mi amado, su esperanza y anhelo de huir hacia un mejor lugar conmigo, merodearon en mis pensamientos todos estos días, lo cierto es que no voy a huir, algún día se olvidará de mi y seré solo un amargo recuerdo...

-- Lo quiero más de lo que imaginas, tanto lo quiero, que estuve a poco de hacerlo padre - Río Alan

-- Alguien que quiere, Alan, no hace todas las monstruosidades que nosotros hacemos, tú no eres mejor que yo, ni mejor que Karen, ni mejor que mi tía - Escupió Atenea 

El grotesco hombre la tomó de los brazos con fuerte furia y conspiró

                                                       "Nos iremos juntos al infierno"

Arrojándola de esta forma hacia la cama 

-- Nunca voy a quererte, eres el ser más despreciable en esta tierra, debí de haberlos asesinado a todos cuando me lo ordenaron, cuando me dijo la voz de mi cabeza que sería exquisito brotar sangre de tu cuello - Dijo Atenea amenazante 

En segundos el ambiente se tensó, en segundos Atenea ya se encontraba acorralando a un joven asustado, atemorizado. Las piernas vibraban, el miedo era evidente 

-- También la escuchabas verdad? - Sonrió Atenea con perversidad 

-- La escucho desde que encontré tus expedientes, la escucho desde que nos trajiste a esta casa - Voz nerviosa 

-- Eres un bastardo Alan, tu castigo será mi desprecio, porque aunque pueda convertirme en tu esposa y me alejes del hombre al que amo siempre conseguiré una forma para estar con él - Dijo mientras se alejaba de la habitación 

Entiende, no tenía opción, marché hacia la calle buscando un refugio, multitud de banderas decorando las calles, trompetas, garnachas, parejas felices, niños corriendo, ahora tenía alguien por quien vivir, mi hijo

"Cuando seamos grandes, las dos caminaremos vestidas de blanco, con un enorme velo, unas rosas color carmín por la iglesia de nuestros sueños, con los hombres que amemos, seremos las mejores amigas siempre" 

Esas fueron las palabras de Vanessa y mias cuando eramos niñas, ójala pudiera haber visto que nada de lo que soñabamos se cumpliría, divagando entre los recuerdos me detuve en una tienda de vestidos, amplios, relucientes, llenos de magia, no pude evitar entrar, para mi desagrado no estaba una persona agradable...

-- Te sorprende verme aquí? - Dijo aquella mujer volteando hacia Atenea 

-- No, aqui podemos caminar las mujeres que solo observamos lo que nunca tendremos, verdad? - Sonrío con descaro Atenea

-- Te equivocas, recuerdas el bebé con el que te lanzaste como una desquiciada? Es ella- Señaló mostrando el pequeño en brazos

-- No cabe duda tu falta de cordura, estas loca Karen - Río nerviosa 

-- Sabes, debí agradecerte, siempre quise tener una niña - Exclamó Karen arrullando consigo a su hijo

-- Estas loca - Mencionó mientras salía de la tienda con evidente impacto