Capitulo 60

5K 276 13
                                    

Caigo por ese acantilado, vuelvo a ver a Karen, escucho esa risa que me llama "hermana" todas las noches al dormir, hoy salgo del hospital, estoy lista para enmendar los errores 

Me han ayudado a vestir las enfermeras, es extraño no ver a Dante, no ver a Vanessa, salgo de la habitación usando un vestido tan blanco como la nieve, paso por el pasillo, me regreso al verme en el reflejo del cristal, parezco una novia que se dirige hacia el altar, hago mis pasos aún más amplios, las cicatrices de mi rostro me hacen ver una mujer candente, mi cabello es aún más oscuro que ayer, trato de encontrar a mis amigos pero no veo a nadie conocido, solo a una anciana que lucía sorprendida al verme, sujetó mi mano y me dijo despacio "Conocí tu abuela y también sé a donde debes ir" 

Tomamos un taxi hasta que llegamos hacia nuestro destino, mi destino, la anciana me contó que en realidad ella había planeado todo para dar con el paradero de "La verdadera Luciana Preciado", fué amiga de mi abuela y prometió estar siempre para mi, pero las circunstancias hicieron que perdiera mi rastro, hasta hace unos días. 

Unos metros atrás le di un beso en agradecimiento, caminé por donde ella me señaló y sin pensarlo abrí la puerta de un departamento enfermizo con un aire familiar, con sabor a desenfreno como si supiera que se encontraba abierto o como si su residente supiera que yo llegaría, sonaron mis pasos con gran eco por toda la habitación, tome asiento, en una pequeña mesa, encendí un cigarro que se encontraba a la mitad y encendí la televisión cuando de pronto...

__ Quién eres tú? 

Sentí como alguien se acercaba hacia mi por la espalda, inmediatamente me levanté y te juro que fueron más grandes sus expresiones que el odio entre las dos... 

Soplé hacia ella el humo del cigarro mientras se escuchaba la noticia pasada de la muerte de Karen y también de Alan, ella lo disfrutaba demasiado como yo disfrutaba sus ancias por hacerme daño...

__ Por fin juntas tía 

Amelia lanzó hacia mi un frasco de formol gritando como destrozaría mi cuerpo, encerio lo disfrutaba...

__ No voy a darte ese gusto Amelia, no voy a darte el placer de terminar conmigo, primero, vas a pagar todo lo que has hecho - Dijo mostrando la colilla del cigarro  

__ Todo mundo a creído en tu papel de víctima querida sobrina pero te diré una cosa, eres exactamente la misma mierda que yo 

Caminé risueña hacia los frascos con formol, destapaba uno a uno con tanta delicadeza expidiendo el penetrante olor que le provocaba un terrible dolor de cabeza a Amelia 

__ Sabes Doctora, no has hecho las cosas bien, tuviste que recurrir a dos tontos para provocarme un poco de daño. Sabes que tiene de similar este cigarro y nosotras? -Emitió una sonrisa.  -Que tú lo dejaste a la mitad pero yo he venido a terminarlo 

Lo disfruto, puedo escuchar como truenan los huesos de su espalda contra este fino piso inmerecedor de una mujer como ella, la tumbé dejándola expuesta hacia mi, mis manos sometieron su cuello, sus ojos me pedían que parara

__ Aunque me mates, no puedes evitar ser quien eres, pronto terminarás como yo, pronto también ella te hará pagar - Reía descontroladamente Amelia 

__ Quién es ella, quién?¡ - Gritó amenazante mientras apretaba más fuerte el cuello de Amelia 

__ Tu hermana y sabes qué?  Lo disfrutaré mucho desde el infierno¡ 

No podía soportar su burla, las voces me gritaban que la callara y así lo hice...



Viaje a SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora